RENACIMIENTO DE UNA ESTRELLA GENERAL (女将星)

Capítulo 49

De la noche a la mañana pasaron diez días.

Todos los guardias de Liang Zhou esperaban con ansias el animado juego de apuestas. La mayoría de la gente apuesta a que Wang Ba ganará, mientras que un pequeño número de personas apoyó al lado de He Yan. De vez en cuando, cuando la gente pasaba, podían escuchar a las personas que apoyaban a He Yan discutir con el otro lado: "¿Qué le pasa a He Yan? ¡Para hacer algo que sabe que no puede, es realmente un gran hombre!

Accidentalmente, He Yan también lo escuchó.

Sin embargo, digan lo que digan, las apuestas eran la mejor manera de ver lo que la gente realmente deseaba. El número de hogazas de pan apostadas a la victoria de He Yan fue solo tres, una de cada Mak, Shi y Hongshan.

Además, para sorpresa de He Yan, una persona desconocida apostó a la victoria de He Yan con diez trozos de cecina.

"¿Quién es una persona tan generosa?", pensó Mak. "Ha apostado tantos tesoros en el hermano He, por lo que debe ser muy rico".

"No solo es rico, sino también muy perspicaz". Finalmente, un hombre sabio en el cuartel, pensó He Yan.

Hong Shan miró a He Yan, "Es una pena que tenga el cerebro roto".

"Hermano Shan, no puedes decir eso. Esta persona debe apreciar al hermano He, por lo que lo apoyó en secreto. Si tuviera tanta idiotez, también habría apostado por el hermano He".

"Es solo una pequeña apuesta, no seas tan serio". He Yan vertió el agua en la jarra y se puso de pie, "Iré al campo de práctica más tarde, así que levántate y muévete primero".

Shi preguntó:

"¿Realmente estás preparado para ello?" Sus ojos estaban llenos de dudas.

"Como dije, siempre tuve buena suerte", sonrió He Yan.

Cuando llegó al campo de práctica, descubrió que ya estaba rodeado por algunas personas.

Alguien la vio venir y gritó: "¡He Yan está aquí!" De repente, una gran multitud de personas se acercó corriendo.

"¿Dónde está? ¿Dónde está?"

"¡En realidad no huyó, en realidad vino!"

Rápido, ¿ya tienen todos listos sus panes secos?

He Yan, "..."

Este tipo de tratamiento de ojos estrellados realmente lo hizo sentir un poco incómodo. El instructor Liang lo miró con frialdad. Originalmente, el juego privado en el cuartel estaba estrictamente prohibido, pero debido a que usaban pasteles secos, y era una situación tan única, ni siquiera el Instructor jefe tenía intención de detenerse. Entonces, Liang Ping no agregó más picos1. Además, él mismo estaba entusiasmado y quería seguirlo para ver cuál era el resultado.

Después de todo, las personas llevan más o menos buenos jugadores en la sangre.

He Yan se acercó y vio a un joven que vestía ropa de color amarillo regaliz y estaba de pie junto a Liang Ping. El joven tenía labios rojos y dientes blancos, y le parecía muy familiar. He Yan sintió que probablemente lo había visto en alguna parte, así que lo miró.

Al ver que ella lo miraba, el joven mostró una gran sonrisa, se acercó y dijo con entusiasmo:

"¡Entonces tú eres He Yan!"

¿Esta persona también ha venido a verla especialmente? Sin embargo, al mirar la ropa del joven, no parecía un recluta en el cuartel, mucho menos un Instructor, y no era diferente de los hijos de la familia noble de la capital.