ɢöʀɢüʟɛʀ || 𝚜𝚎𝚟𝚎𝚛𝚞𝚜 𝚜𝚗𝚊𝚙𝚎 [𝙷.𝙿]

𝙴𝚗𝚏𝚛𝚎𝚗𝚝𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊 𝚕𝚘𝚜 𝙳𝚞𝚛𝚜𝚕𝚎𝚢

Al iniciar las vacaciones las cosas fueron para mal en un principio, debido a que Harry había 'desaparecido', pues durante más de 1 año no hizo acto de presencia en la casa de sus tíos, obviamente esto levantó algunas pocas sospechas.

Claro se dio una explicación que el menor estuvo de estadía en la casa de los Weasley, algo que muy amablemente explico Arthur, sin embargo al estar aparentemente desaparecido y sin querer levantar sospechas el pobre Harry tuvo que regresar a casa de los Dursley por más que Ivette hizo el esfuerzo de que no se fuera.

Dumbledore le explicó a su ahijada que si levantaban sospechas el ministerio no quitaría sus ojos sobre ella, cosa que muy a pesar tenía razón. Ivette fue una joven encontrada en la nada de Hogsmeade, una mujer la cual poseía magia pero no estaba registrada en el mundo mágico.

Fue difícil al comienzo mantenerse oculta, con suerte dejaron el caso en segundo plano dejándola a ella por fin en paz. Por ahora estaba en un proceso de adopción, estaba llevando más tiempo de lo esperado y por lo que decía Albus es que probablemente esto llevaría algunos años en completarse pues estaban siendo discretos en todo este caso.

Además adoptar al 'Niño que vivió' quien era reconocido en todo el mundo mágico, por supuesto que no sería nada fácil este proceso.

A pesar de eso Ivette se mantenía muy fuerte tanto física como mentalmente, necesitaba ser razonable y concentrarse en esta adopción que le llevaría mucho tiempo.

"Nadie me dijo que el proceso de adopción en este tiempo es muy largo." Suspira sobándose los brazos dirigiéndose al lugar donde vivían los tíos de Harry. Ese día decidió vestir de forma simple como cualquier muggle, obviamente no quería llamar la atención con aquellos vestidos que solia usar.

Luego de un tortuoso mes al fin estarían juntos de nuevo, lo único que aliviaba al corazón de Ivy fue que este mes al menos se enviaba cartas con su pequeño.

Se detuvo por un instante sintiendo la culpa invadirla, había hecho todo lo imposible este mes por obtener tan siquiera el permiso de visitar a su hijo. Hasta apenas ayer en la noche se lo dieron lo cual no dudo en prepararse e ir por su niño al siguiente día. Sin embargo se culpaba de haberle fallado a su pequeño, hizo que esperara tanto tiempo en un hogar donde no lo querían.

El simple hecho de pensar en las palabras crueles que pudieron haberle dicho a Harry hacia que la sangre de nuestra profesora hirviera. Como deseaba volver a ser una Sultana en estos momentos y dar sus respectivas órdenes para que ya no molestaran a Harry.

Justo en el momento se dio cuenta de que estaba cerca del Privet Drive por lo que no tardó en dirigirse al número 4.

Con los nervios a flote tocó la puerta varias veces esperando una respuesta.

— Creí que no recibiríamos visitas este día. — Se escucha en el interior de la casa la voz de un hombre bastante disgustado.

Ivette hizo una breve mueca, adivinaba con facilidad que ese tipo era el desagradable tío de su pequeño.