ɢöʀɢüʟɛʀ || 𝚜𝚎𝚟𝚎𝚛𝚞𝚜 𝚜𝚗𝚊𝚙𝚎 [𝙷.𝙿]

𝙱𝚊𝚗𝚚𝚞𝚎𝚝𝚎 𝚍𝚎 𝙷𝚊𝚕𝚕𝚘𝚠𝚎𝚎𝚗

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La semana paso rápidamente y las decoraciones de Halloween no se hicieron esperar en todo Hogwarts. La profesora Ivette se había esmerado en absolutamente todo dejando a muchos impresionados por la elegancia de la profesora al decorar.

Calabazas, telarañas falsas, murciélagos de papel, velas, e incluso los postres "tenebrosos", todo fue muy bien hecho. Y no era por presumir o exagerar pero Ivy se llevó tan bien con los elfos domésticos de las cocinas que los ayudo a hacer uno que otro bocadillo para el banquete. En fin, era simplemente asombroso el cariño que la profesora ponía en todo lo que hacía.

— Joven Malfoy, que bueno verlo otra vez aquí. — Ivette sonríe con ternura una vez que abre la puerta de su estudio para ver quién había tocado.

Aunque se sorprendió de ver al rubio eso no impidió rechazar su visita, al contrario prefirió dejarlo pasar.

— Si... B-bueno no tenía nada interesante que hacer. — Sacude su mano como si le restará importancia.

— Ya veo... ¿Y por qué ha venido a verme tan repentinamente?

Draco dudo en pensarlo un poco, no era la primera vez que visitaba a su maestra pues a decir verdad siempre estaba cómodo ante su presencia pero como muchos prefería ocultar sus pensamientos de vez en cuando.

— Yo quisiera un poco de las galletas que usted hace. — Murmura algo bajo mientras se sentaba en el sofá.

La ojiazul sonríe un poco y se acerca a una mesita algo apartada para tomar la pequeña canasta de galletas que solía guardar.

— Aquí tienes. — Le entrega algunas galletas sentándose frente a él. — ¿Solo has venido a eso? Porque estoy segura que las galletas que sirven en el Gran Comedor son mejores que las mías.

— ¡No!... Quiero decir... Son buenas pero las de usted son mejores. — Se sonroja un poco avergonzado y come rápidamente una de las galletas.

— Draco... Si tienes algo que decirme solo hazlo pequeño, no hay nada que temer. — Ivy lo mira con cariño al igual que con paciencia. — ¿Recuerdas lo que dije al principio de nuestras clases?

— Que usted siempre nos escucharía. — Murmura por lo bajo, realmente quería desahogarse pero no encontraba las palabras adecuadas.

— Correcto, yo siempre estaré escuchando a quien venga a mí para pedirme ayuda — Con tanta tranquilidad empieza a servir un poco de té.

— ¿No se lo dirá a nadie? — Pregunta algo temeroso de que se lo dijeran a su padre, todos en la escuela confiaban mucho en la profesora por lo que Draco pensó que ella sería la persona indicada para desahogarse.