ɢöʀɢüʟɛʀ || 𝚜𝚎𝚟𝚎𝚛𝚞𝚜 𝚜𝚗𝚊𝚙𝚎 [𝙷.𝙿]

𝚃𝚘𝚛𝚗𝚎𝚘 𝚍𝚎 𝚕𝚘𝚜 𝚝𝚛𝚎𝚜 𝚖𝚊𝚐𝚘𝚜 𝟷/𝟸

AVISO: Antes que nada me quedé pensando en algo y es algo que quiero proponer, casa vez que un capítulo llegué a los 200 o un poquito más de votos publicaré un capítulo. Ya sean 200, 203 etc. Obviamente me tardaré un poquito en publicar pero quisiera ponerme este reto haber que tal me iría. No se pero ¿Ustedes que opinan? 💕

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La Luna de miel desgraciadamente tuvo que llegar a su final, de milagro tanto profesor como gato sobrevivieron a estar compartiendo vivienda y 'acostumbrarse' al otro. Claro que se la pasaban peleando a cada rato, el récord de estar tranquilos e ignorarse fue de 3 horas algo que en secreto Ivy anotó, pero de alguna manera se las ingeniaron para no estarse molestando mucho.

Luego de que la ex Sultana se enterará de lo ocurrido en el mundial del Quidditch no dudo en ir al siguiente día a la madriguera para recoger a Harry y luego invadirlos de pregunta tras pregunta.

— Lo sabía, sabía que algo malo iba a ocurrir. — Ivette murmura más que enojada caminando de un lado a otro siendo observada bajó la atenta mirada de su hijo.

— Nadie espero que aparecieran los mortifagos de la nada. — Harry se encogió nervioso en su lugar sintiendo el enojo de su madre.

— ¡Pues claro que no! Esos malditos están planeando algo, estoy completamente segura que esa marca tenebrosa significa que vienen tiempos complicados. — Se toca su frente siento dolor, no solo estaba preocupada sino también ansiosa, nerviosa y enojada. Tanto así que olvido por un momento que su esposo era un mortifago.

Después de tanto tiempo otra vez experimentaba esa sensación de miedo, una sensación que solo experimentó en el pasado cuando creyó que perdería a sus hijos. Ese miedo al final se hizo realidad cuando vió el cuerpo de sus hijos sin vida, un trauma que fue difícil superar y que cuando conoció a Harry ese miedo la apoderaba.

Cualquiera que fuera el precio con tal de ver a ese niño feliz, Ivette estaba dispuesta a pagarlo.

Sus ojos se centraron en el menor, cuando fue a recogerlo desde el día de ayer hasta hoy, lo notaba bastante callado y perdido. Mantenía una mirada diferente a la de costumbre, parecía sumido en sus pensamientos y aunque la castaña intentaba hablar con él, Harry prefería cambiar de tema diciendo que solo eran cosas sin importancia.

Pero claro, Ivette no es cualquier mujer es una madre y como toda madre sabe o tiene el instinto de que su hijo oculta algo.

Desde que llegó a esta segunda vida se aseguró de ser una chica que no insistiera mucho sin embargo está sería la excepción. Su pequeño león estaba aturdido y ella quería ayudarlo con lo que fuera.

— Aslanım, dime mi niño... ¿Qué te tiene tan pensativo estos días? — Ivy se acerca hasta el adolescente sosteniendo suavemente su mentón alzando con ternura su rostro. — No me gusta insistir pero me tienes preocupada.