ɢöʀɢüʟɛʀ || 𝚜𝚎𝚟𝚎𝚛𝚞𝚜 𝚜𝚗𝚊𝚙𝚎 [𝙷.𝙿]

𝙼á𝚜 𝚙𝚎𝚝𝚛𝚒𝚏𝚒𝚌𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚢 𝙽𝚊𝚟𝚒𝚍𝚊𝚍

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— No sabía que hablaba parsel. — El pequeño Potter caminaba de un lado a otro bastante desesperado.

— Harry.

— Lance a mi primo por accidente  directo a una serpiente, claro que con magia. — Seguía sin escuchar la voz de su profesora.

— Harry.

— ¡Ahora todos piensan que soy el heredero de Slytherin! — Entrando en una crisis muy existencial.

— ¡Harry Potter! — Ivette alza su voz para llamar su atención.

El menor detiene sus pasos volteando a verla asustado de que fuera a regañarlo o si quiera reclamarle de algo. Sin embargo las palabras que su profesora dijo fueron las menos pensadas.

— Harry... Te creo.

Esas dos palabras llenaron de un alivio inmenso al pequeño, solo ahí se dio cuenta de que el peso que sentía sobre sus hombros al fin podía dejarlo de lado.

— ¿Enserio me crees? — Pregunta no porque no le crea sino porque quería asegurarse de que en verdad escucho bien aquella frase.

— Claro que sí, ¿Por qué no debería? — Sonríe con ternura acariciando ambas mejillas del ojiazul.

— Todos me ven raro, creen que soy el heredero de Slytherin. — La mira con ojos llenos de inocencia y confusión.

Se sentía confundido ya que no comprendía del porque tenían que verlo distinto, solo por tener un don que no pidió tener. ¿Acaso era su culpa? Ni siquiera él mismo entendía lo que ocurría, cuando más se convencía de que tendría días tranquilos más se daba cuenta de la realidad que lo rodeaba.

— Mi pequeño, yo no dudo de ti tenlo por seguro. — Aprovechando que no había nadie en el aula lo abraza con fuerza dejando que el menor se esconda en su pecho.

Harry cerró los ojos escuchando los latidos de su profesora, de alguna manera eran tranquilos que lograban calmarlo. En ese momento solo deseaba estar en la casa de Ivy tomando chocolate caliente mientras ambos estaban platicando sentados en el sofá mirando la nieve caer.

Al fin el menor se dejaba mimar por alguien quien sabía nunca le fallaría, si solo supiera por lo que sería capaz de hacer su profesora por él entonces se sorprendería.

Es cierto que el amor es distinto pero llega de maneras inesperadas, Ivette sería la madre que lo amaría con todo su corazón sin importar lo que dijeran. Harry sería el niño que amaría a su profesora viéndola como la madre que el necesitaba, su futura madre...

Harry abrió los ojos en ese momento pensando en algo, ¿Algún día podría decirle 'mamá' a Ivy?

— Sabes que cualquier cosa puedes decirme, soy buena guardando secretos. — Ambos se separan unos centímetros del abrazo para luego mirarse.