Capítulo 31

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Christian


Sus padres eran amables.

Su madre no se parece prácticamente en nada a ella, cabello rubio, ojos celestes y piel bronceada, aunque estructuralmente hablando creo que sus figuras eran similares, a pesar de que esta fuera más baja que su hija, la señora Carter se veía muy joven para su edad, su padre por otro lado era bastante alto, casi tanto como yo, tenía casi los mismos ojos de Kass y el cabello igual de oscuro, la piel de un tono pálido semejante al de mi chica y había algo que tanto él como Giselle compartían, ambos tenían pecas, las suyas más notorias que las de su esposa, pero ahí estaban.

Rasgo que mi Chispita heredó y que se veía como la cereza del pastel en su rostro.

Kass sostuvo mi mano mientras nos adentrábamos en el lugar.

La casa era enorme, tenía ventanas con cristales que aportaban luz natural del exterior de revista, pisos pulidos y brillantes de madera de roble, jarrones llamativos y cuadros peculiares que iban todos a juego con la paleta de color del resto de la edificación. Se veía que la propiedad tenía buena estructura y cimientos fuertes, contaba con tres pisos y fácilmente habría unas dos o tres habitaciones de gran tamaño en cada uno, era un espacio agradable y limpio, el aire aquí dentro tenía delicadas notas cítricas, pero no se sentía precisamente acogedor, no se sentía como un hogar.

Damos la vuelta en uno de los pasillos y Kass abrió una puerta y supuse que esa era su habitación.

Entró y la seguí.

Un mundo completamente nuevo giraba a mi alrededor.

Paredes llenas de estantes con montones de libros, un escritorio posicionado debajo de una ventana que sujetaba lápices de dibujo con infinidad de numeraciones, un maniquí diminuto con articulaciones en todo su cuerpo y algunas hojas de papel, además de algunos pósteres de sus animes favoritos colgados y una cama tamaño King vestida con sábanas grises con estrellas blancas.

Esta habitación era ella misma.

Estaba impregnada en cada rincón.

Me acerqué a una de las repisas y tomé una figura que ahí descansaba.

—¿En serio? No sabía que te gustaba My dress up Darling.

Ella sonrió y respondió—La historia es simple, pero me gusta el que Gojo le haga los trajes a Marin, siento que es lindo recibir algo hecho por la persona que te lo regaló, tiene su espíritu en él.

Sonreí al escuchar su respuesta agradeciendo haber tomado la decisión que tomé al conseguir su regalo de cumpleaños.

Lo iba a amar, no podía esperar para dárselo.

Ya mañana era su día, quería que fuera feliz.

Me encargaría personalmente de que eso pasara.

—Sí, supongo que tienes razón—me acerqué más a su lado y la rodeé con mis brazos con un agarre cómodo y ella puso los suyos alrededor de mi cuello.

—Gracias por venir—expresó con tranquila felicidad en su semblante.

—No te iba a dejar sola y menos en tu cumpleaños, claro que iba a venir.

Ella solo coloreó alegría en sus labios, se acercó y me besó.

Le devolví el beso.

Sus manos se enredaron en mi cabello y nuestros labios escalaron el juego emocionados, una de mis manos también pasó a estar en su cabello suelto y la otra se colocó en su cintura apretándola más contra mí.

Nunca me cansaría de ella, de su sabor.

Era embriagador.

Su olor a verano, vainilla y coco, todo junto me inundó las fosas nasales y no era suficiente.

Quería más.

Moví mis manos a sus muslos y la subí al escritorio.

Ahora pienso que fue conveniente el que hoy haya optado por usar un vestido.

Adentré mi palma hasta llegar a sus bragas y sentí que nuestros besos le habían traído efectos secundarios, estaba bastante húmeda.

Escuché un gemido bajo salir de su garganta mientras echaba su cabeza hacia atrás y me acerqué a su oído para preguntar—¿Quieres que pare?

—No, por favor—sostuvo mi mano entre sus piernas para que no la apartara—, tócame.

No necesité nada más, sujeté su ropa interior y la hice a un lado mientras mis yemas rozaban la sensible piel que esta escondía. La tanteé un par de veces y adentré un dedo hasta que desapareció en lo más profundo de su ser.

Otro gemido se hizo notar, seguido de un par de compañeros más.

Sonreí por poder ser el único presenciando esto.

Su expresión, sus vellos levantados y el disfrute del placer adueñándose de su cuerpo.

No podía verse más hermosa.

Entré y salí de su interior a mi antojo, primero despacio y fui aumentando la velocidad lentamente, su mano seguía sujetando la mía, al parecer no quería que ni por error saliera de dentro suyo.

No lo haría. No hasta llevarla a sentir las mismas descargas eléctricas que ella desataba en mi cuerpo.

Mi polla estaba muy dura y ansiosa dentro de mis pantalones, pero ahora la haría disfrutar a ella y solo a ella.

Volví a besarla, y tenía que reconocer que nuestras lenguas se habían hecho buenas compañeras después de todo.

Cuando estuve a punto de bajarme para probarla y sentirla en mi boca, alguien tocó la puerta.

Mierda.

Casi me olvido que no estábamos solos o en la comodidad de nuestras casas.

Rápido la ayudo a recomponerse y ella aclaró su voz antes de avisar—¿Sí? Pase.

La señora Fllersh abrió la puerta, su mirada viajó de ella a mí y de vuelta, sonrió como si pudiera leer la situación y solo dijo—La cena ya está lista, tus padres los están esperando.

—Sí, ahora vamos—contestó automáticamente.

—No se tarden.

—Está bien.

Cerró la puerta y Kass soltó el aire que llevaba conteniendo en sus pulmones, luego una carcajada salió de su boca y no pude evitar que me contagiara.

—¿Estás bien?

—Sí, solo no esperaba que esto terminara así.

—Créeme, no he terminado contigo todavía.

—¿Ah, no? —preguntó con picardía.

—Puedes dar por hecho que no, ahora vamos o tu padre va a matarme por retener a su hija.

—Tranquilo, él no hará tal cosa.

—Mientras más rápido vayamos, más rápido volveremos y me ocuparé de ti.

—Uh, entonces vámonos.

Sonreí ante su inexistente vacilación—Vámonos, Chispita.

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La Kassandra me representa jajajaja
EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO HAY SPICY así q vayan a leerlo😎

Atte: Alexa^^

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