Kassandra Carter, estudiante de psicología, amante de siempre tener la razón y de la música, es presentada a Christian Cooper, un amigo de su amigo, este chico misterioso e intrigante, conocido por ser el mejor jugador de fútbol americano del equipo...
Comencé a darme cuenta de que luego de mi discusión con Christian, este se había descontrolado, si es que se podía estar aún más descontrolado de lo que él ya estaba.
Llegué a pensar que nuestra confrontación le había dado algún tipo de deseo desenfrenado de ligar chicas al azar en frente mío. Ese chico era totalmente un descarado, desvergonzado, sin conciencia o respeto por nadie más que por él mismo.
No entendía cómo fue que, por un momento, por más pequeño que haya sido, pensé sentir algo de interés por él, definitivamente me había vuelto loca, pero para mi suerte fue solo eso, un momento de vacilación, debería evitar involucrarme demasiado.
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Una semana después.
Ya cansada de que en mi cabeza apareciera Christian de la nada para perturbar mis pensamientos, me encontraba sentada en el suelo de mi cuarto, el ventanal que cubría casi toda la pared que daba para su casa estaba abierto y el aire enfriado de la noche que sacudía las delgadas cortinas blancas entraba por este.
Mi compañía de hoy era una lata de Vodka Lemonade y otras cuatro más que descansaban vacías en el piso de mi habitación.
El alcohol ya estaba haciendo de las suyas en mi sistema, podía sentir el calor en mis mejillas y la dificultad para ver claramente aumentaba con cada sorbo.
Casi al final de la quinta lata comenzó a resonar un bellísimo sonido, era el piano, que, según yo, estaba casi completamente segura de que Christian era el intérprete; la misma persona detestable y poco elocuente a la cual no soportaba, cada día me resultaba menos creíble que él fuera el pianista misterioso dueño de esta melodiosa música que tanto disfrutaba, si era totalmente sincera no le veía sentido alguno.
—¿Es en serio? —cuestioné a la nada mientras recostaba mi cabeza en la mano que apoyaba en mi pierna mientras dejaba escapar un gemido de frustración.
No pasaron ni cinco minutos cuando escuché un inusual ruido que me hizo mirar al frente. Era él, estaba ahí, parado justo en mi ventana, observándome con su característica mirada cazadora que te desvestía con cada barrida de esos intensos ojos oscuros. Me quedé callada, solo mirándolo de vuelta, era muy fácil perderse en las profundidades de esos ojos.
Solo un par de metros nos separaba, pero a pesar de no estar tocándonos, se sentía tan intenso como si lo estuviéramos haciendo. Comiéndonos mutuamente con los ojos, era adictivo como una puta dosis de heroína para un maldito drogadicto. El picor caliente que sentía mi piel a pesar de estar en una habitación ventilada era una locura, mi cuerpo ardía en cada parte que Christian posaba sus ojos y a la vez era increíblemente molesto e insoportable sentirme así bajo la mirada de semejante pedazo de mierda, pero eso no estaba en mi cabeza en este momento. Un poco después de seguir con las intensas contemplaciones del otro, me percaté que Chris entreabrió la boca, tal vez para decir algo.
Este agregó una de sus descaradas y sutiles sonrisas a esos sensuales labios y solo pronunció con su voz hipnótica y susurrante—Sabes que sí soy yo, no te engañes más—añadió otra arrogante pero leve sonrisa—, no sabía que también soñabas conmigo, Kassie.
Repentina y agitadamente me desperté, con pesadas respiraciones hiperventiladas que contraían y expandían mi pecho bruscamente, con ojos expandidos enormes, estaban abiertos a más no poder. Al darme cuenta que solo fue un sueño, tomé un respiro, pero a la vez no era para nada alentador.
Ahora también mi yo dormido pensaba y creaba escenarios con Christian. Escenarios que, a decir verdad, se sentían muy bien o al menos era eso lo que me hacía pensar al notar algo de humedad en mis bragas cuando me desperté. En serio, una total ridiculez, ni siquiera me gustaba él, solo estaba muy impresionada por su increíble talento. A veces definitivamente mi cerebro era un lugar más que solo un poco retorcido, estaba totalmente loco, eso era seguro.
--------------------------------------------------------- Esos sueños son peligrosos jajajajaja. Espero les haya gustado.
