Capítulo 27

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Kass


Sabía que sería bueno, pero en serio este chico era cosa seria.

Literalmente me deshice anoche.

Su toque persistía y su olor se había impregnado en mi piel aún después de que me limpiara.

Definitivamente mi punto del sexo con emociones refutaba cualquier teoría sosa de clase.

Clase en la que me debía concentrar. Los flashbacks de ayer no dejaban de hacer acto de presencia en mi mente y me hacían desconectar de mi realidad.

Todavía podía sentir su respiración en mi cuello, cómo me miraba, cómo me hizo sentir, me elevó a las más esponjosas nubes y al cielo más azul y me dejó caer de la forma más exquisita posible.

Sentí dos toques en el escritorio de madera que me sacaron de mi bucle fantasioso y me trajeron de vuelta a la clase del señor Adams.

Mis ojos se encontraron con los suyos detrás de gafas de pasta gruesa.

—Señorita Carter, ¿se encuentra usted bien? La he estado llamando hace cinco minutos y me ha estado ignorando.

—Perdón, tenía la cabeza en otro lado.

—Como dije hace un momento, la llama el decano Miller.

—¿Miller? ¿James Miller? —pregunté confundida.

—¿Hay algún otro decano Miller en el campus? Yo creo que no. La está esperando en su oficina.

Esto era extraño.

¿Qué quería el decano de la facultad de arquitectura conmigo?

Me estaba perdiendo de algo porque no estaba entendiendo nada.

Me dirigí al edificio de arquitectura que estaba frente al nuestro y busqué la oficina del decano. Una señora mayor con cabellos plata y vestimenta inmaculada, la cual supuse era su secretaria, estaba sentada detrás de una mesa de madera oscura.

Cuando me vio entrar se mantuvo con expresión seria—¿Kassandra Carter?

—Sí.

—Entre, el señor Miller la está esperando.

Toqué la puerta enorme y oscura frente a mí.

Dentro de la oficina, una voz masculina respondió—Pase.

Entré cautelosamente y saludé—Hola.

—Hola, Kassandra, siéntate, por favor, necesito hablar contigo.

¿Necesita hablar conmigo?

¿De qué?

—Sí, claro, dígame en que le puedo ayudar—saqué a relucir mi lado servicial y amable porque en esta situación, si era sincera, no sabía que esperar.

—Voy a ir directo al grano con el asunto.

—Sí, claro, ¿qué pasó?

—Conoces a Christian Cooper, ¿cierto?

La confusión seguía dibujada en toda mi cara.

¿Qué pasó con Christian?

—Sí, ¿por qué?

—Mira, sé que tal vez te pueda parecer raro lo que te voy a contar, pero necesito que escuches todo primero, ¿está bien?

—¿Okay?, pero ¿qué sucedió?

—Aquí está la cosa—empezó mientras se levantaba de su silla de cuero y caminaba por los alrededores de su oficina—, al padre de Christian, mi hermano, le diagnosticaron una enfermedad grave.

Espera un momento.

¡¿Qué?!

¿Hermano?

—Cuando Christian era pequeño—continuó como si nada—, él tenía problemas con el alcohol y pues al parecer esto le está pasando factura a su salud ahora. El punto es que hay una gran posibilidad de que no se salve, no es imposible, pero las estadísticas dudan de que dure hasta el siguiente año. Entonces, no sé si sabes, pero Christian y él no tienen... —buscó las palabras adecuadas—la mejor de las relaciones.

—Escuche algo al respecto, pero sus razones tendrá.

Como si el alcohol justificara el que golpearas a tu esposa sin escrúpulos.

Pues claro que no.

Pero aquí estábamos escuchando su mierda de justificación.

—Lo sé y por eso quiero que hables con él.

—No lo voy a convencer de absolutamente nada. Si él ha decidido restringir o evitar la comunicación con su padre por algo es, no lo voy a obligar a nada.

—No te pido que lo obligues, solo coméntaselo. Que él decida lo que quiera hacer. Mi hermano ha tratado de comunicarse con él con más insistencia desde que lo diagnosticaron, pero no ha tenido mucha suerte, solamente le gustaría hablar con él al menos una última vez.

Pensé la situación y vi la vía para que Chris pudiera ponerle punto final al enorme odio que sentía contra su padre.

Tal vez no sería tan horrible hablar con él una vez más.

Teniendo en cuenta las circunstancias, claro.

—Señor Miller, voy a ser sincera con usted. Voy a mencionárselo, pero no lo presionaré, ni lo convenceré, es totalmente decisión suya el ir a ver a su padre o no y le pido no insista más en el tema luego que él tome su decisión, sea la que sea, solo así se lo diré ¿Está bien con esos términos?

—Sí, totalmente, hazlo de la forma que creas correcta.

—Me refiero a que no va a volver a tocar el tema con él en privado, estoy segura que lo ha intentado varias veces sin éxito cuando viene a mí por ayuda y sé que esta situación puede ser muy irritante para Christian y exactamente esto es lo que quiero evitar.

Miller levantó una ceja con notas impresionadas en su rostro—Como quiera usted, señorita Carter. Hagámoslo en sus términos entonces.

—Está bien, se enterará de su decisión una vez él la tome.

Terminé la conversación, pero me detuvo.

—Kass—agregó—, gracias.

—No me agradezca a mí, yo no soy la que va a enfrentar al padre maltratador después de tantos años, en todo caso déselas a Christian, si es que decide ir a verlo.

Di por concluida la interacción y me retiré de su oficina.

Dios, qué jodida mierda.

¿Su tío?

No tenía ni idea.

¿Por qué no tenían el mismo apellido?

En fin, tenía cosas más importantes en las que preocuparme.

Tenía que buscar la forma de decirle las cosas a Chris y tendría que ser rápido porque por lo que entendí a su papá no le quedaba mucho tiempo.

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Un mini girito de trama que no estaba planificado al principio peeeeero que siento si le queda:)

Atte: Alexa^^

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