Capítulo 19

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El moreno se dirigió al área donde había diferentes tipos de armas que se encontraban colgadas, exhibiéndolos como si de un premio se tratara.

Se detuvo cinco pasos antes de llegar a la vitrina donde se encontraban las armas y dobló a la izquierda, dirigiéndose a un baúl. Sacó una espada de madera para él y después sacó una espada de un tamaño considerablemente pequeño que se veía totalmente ridícula al lado de su espada de madera.

Aquella espada pequeña de entrenamiento, a simple vista, se podía notar la gran diferencia de la espada de Thomas. La pequeña espada parecía ser hecha de roble negro y tenía pequeños bordes de oro. Líneas de oro se desplazaban por el roble negro formando una figura de un dragón, era muy parecida a la estatua que se encontraba en el jardín principal.

Thomas, con ágiles pasos, se dirigió en poco tiempo hacia mí y me entregó aquella pequeña espada. Detallándola más de cerca, me pareció algo fuera de lo común, pero que combinaba perfectamente con mi aspecto y con mi persona.

Aquellas líneas doradas que formaban la figura de un dragón parecían brillar, y abrí ligeramente mi boca por la sorpresa y la emoción de tener aquella espada en mis manos.

El peso de esa pequeña espada me hizo perder el equilibrio por unos segundos, pero rápidamente logré estabilizarme para disimular mi vergüenza al casi caerme por no prepararme para el peso de la espada.

<¿Qué esperabas? También que pesara como una pluma, es roble y los diseños de oro le agregan todavía más peso de lo normal> Me burlé de mi propia vergüenza.

A los pocos segundos caí en cuenta sobre la situación. Mi abuela lo había hecho adrede, ella preparó el "obsequio" para dejarme en ridículo.

Miré de reojo a mi abuela y vi su pequeña sonrisa de burla en sus labios por mi evidente fracaso al desestabilizarme al sostener la espada, pero poco me importa al tener esa preciosa espada en mis manos.

—Es la espada de entrenamiento que usarás durante tu año de estadía en la mansión — la voz de Thomas me sacó de mis pensamientos de adoración por aquella hermosa espada.

Rápidamente apreté la mandíbula para concentrarme totalmente en las palabras de Thomas. No podía distraerme en lo más mínimo, tenía que demostrarle a mi abuela que estoy dispuesta a crear una persona que iba a estar a su nivel e incluso ser superior a ella en todos los aspectos.

—Darle una espada de verdad sería un intento inútil para entrenarla, ya que no podría con el peso ni con el tamaño — dijo Thomas, y asentí con la cabeza ante sus palabras. Estaba más que consciente de sus palabras y no lo decía con ningún tono de burla.

—Entendido — dije con voz firme, sin flaquear para notar realmente el peso de la espada en mis manos.

—Entrenarás con una espada de verdad en la PDLE en tu último año allí, cuando cumplan los once años de vida junto a la segunda división — dijo Thomas, indicándome a la vez para que me posicionara a su lado.

—Tengo entendido que a los doce años de vida debería estar en la Academia Mgistrel, junto con la segunda división para evitar levantar sospechas de que podríamos ser la siguiente generación de la Élite antes de tiempo — dije con voz cantarina.

[Academia Mgistrel: La más prestigiosa academia de magia del imperio Zakary y Mackenna, aquella que se encontraba ubicada en el centro de ambos imperios. Con prestigiosa me refería a niños nobles de la alta sociedad, y como el ducado Romanova era obligatorio ir a aquel lugar que abundaban preadolescentes mimados hasta más no poder]

La pequeña dama infernal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora