Capítulo XXII

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-¿Te gusta?- pregunté a Ross con una sonrisa emocionada. No muchos sabían que seguía viniendo a este lugar a pesar de que yo no iba en la preparatoria. Se había convertido en un lugar seguro para mí.

-Completamente, aunque te seré franco al decir que me sentí nervioso allá bajo porque pensé que estábamos haciendo algo prohibido o algo por el estilo- se encogió de hombros y yo reí. Era demasiado tierno.

-Como te lo dije, no tienes nada de que preocuparte- caminé hacia un viejo mueble que se encontraba aquí arriba y me quité mi mochila para dejarla ahí.

-Lo sé- siguió observando a su alrededor; se podía ver una gran parte de San Francisco aquí arriba, incluidas las casas de mis padres y el edificio en donde vivo con Amber. Un poco más a lo lejos se podía encontrar mi facultad, lugar al que iría en unos días más- es un lugar bastante tranquilo y bastante hermoso de observar, más ahora que está comenzando a anochecer-

-Por eso mi plan era vernos hasta tarde, cuando comienza a anochecer es cuando más hermosa se pone la vista- sonreí y lo miré- aunque no sólo venimos a observar esta hermosa vista-

-¿Ah no?- volteó su vista hacia mí y yo negué con la cabeza- ¿Qué haremos?-

-Creo que nunca te conté sobre una de mis más grandes pasiones- abrí mi mochila y comencé a sacar las libretas, las hojas blancas, las pinturas y los lápices que traía en ella- pero yo amo pintar y dibujar- Ross se fue acercando a mi- y por lo general vengo a este edificio para inspirarme a hacerlo, aunque parezca que la ciudad no cambia, siempre lo hace, todos los días y a todas horas; pasan nuevas personas, una tienda decidió cambiar la decoración del lugar, alguien puso música que alegró el paso de muchas más personas...- parecía asombrado viéndome mientras hablaba, haciéndome sentir nerviosa- Siempre hay algo que me inspira y... hoy quiero que hagamos eso-

-¿Quieres que pinte?- preguntó sorprendido y yo asentí- Pero no soy bueno-

-Tu eres un artista, solo que trabajas con la música; al momento de que algo o alguien te inspira lo escribes, creas una melodía y ritmo para esa canción...- me acerqué a él y tomé su mano- es algo parecido con pintar o dibujar, solo que en lugar de escribir lo vas a plasmar con un dibujo en esta hoja-

-Está bien- sonrió y me dejó un casto beso en los labios, haciéndome sentir millones de mariposas en mi estomago.

-Yo creo en ti, además, no todo tiene que ser perfecto- agarré una de las libretas y una hoja, y se la entregué.

Esta era una cita al estilo Bella.

[...]

Había anochecido, y lo único que nos alumbraba era la luz de la luna, las estrellas y una lámpara que había traído porque sabía que nos llevaría tiempo.
Ross había decido pintar y yo había decidido que iba a dibujar. Ninguno de los dos había dicho que iba a hacer, todo sería sorpresa y lo mostraríamos al final. Yo había decidido dibujarlo a él, recordando ese contacto visual en el concierto de The Driver Era y esa sonrisa que me regaló ese mismo día, mezclado con los sentimientos que tengo hacia él y que se han intensificado día con día.

-Creo que he terminado- rompió el silencio que se había creado al momento de iniciar con nuestros dibujos.

-Creo que yo también- di una última mirada a mi dibujo. Le agregué unas cuantas estrellas a su alrededor con unos cuantos destellos que salían de él.

-Yo te lo muestro primero.- se acomodó en su lugar (ya que, estábamos sentados uno al frente del otro) y volteó su pintura- Yo quise pintar el lugar donde estamos ahora, incluido el puente de San Francisco- la verdad es que no le quedó nada mal- pero con un atardecer. Quise pintar este día porque es importante para mí- fruncí el ceño.

-¿Por qué?- me sentía con bastante curiosidad.

-Porque este día me mostraste una parte de ti que no conocía- pude ver cómo sus ojos tenían un brillo especial que la luz de la luna me dejaba ver perfectamente- me dejaste ver esto que te apasiona y me enseñaste una forma distinta de ver las cosas- sonrió y negó con la cabeza- no lo sé, me hiciste ver algo en lo demás que no había visto y la mejor parte fue saber esta parte de tu esencia- no pude evitar enternecerme ante lo que dijo. No pensé que le causaría eso.

-Me alegra saber que no fue tan mala idea traerte a este lugar- sonreí y él igual.

-Te toca a ti- me miró con atención y yo suspiré.

-Bien- tomé mi dibujo y lo volteé- decidí dibujarte a ti- me miró sorprendido- pero el día del concierto porque fue el momento en el que me regalaste una sonrisa, el día en que me notaste y que fue un día increíble para mí, además de que, fue el día en que todo inició entre nosotros-

-Fue el día más especial para mí también.- sonrió sin dejar de mirar mi dibujo- Tienes una gran talento, Bella.- con su dedo índice comenzó a contornear el dibujo- ¿Por qué las estrellas y los destellos?-

-Porque ellas representan la forma en que te percibo- respondí y él me miró frunciendo el ceño.

-¿A qué te refieres?- preguntó y yo suspiré.

Tomé nuestros dibujos y los hice a un lado de una manera cuidadosa para que no se maltrataran, y me acerqué un poco más a él de una forma en que ya nos encontrábamos cara a cara.

-Mira las estrellas- señalé hacia el cielo estrellado que nos acompañaba hoy- ¿qué ves en ellas?-

-Son bastante hermosas y están esparcidas por todo el cielo oscuro de la noche, lo que hace que este se vea más brillante- los dos seguíamos mirando hacia las estrellas.

-Como tú lo dijiste... ¿Ves todas esas estrellas brillando en el cielo?- nuevamente señalé hacia arriba- Pues tú formas parte de ellas porque brillas de una manera tan linda que has llegado a iluminar miles de corazones, incluyendo el mío. Destellas mucha luz, con tus canciones, con tu forma de ser y con tu sonrisa.- los dos bajamos nuestra vista mirándonos a los ojos-
Y por eso te pido que nunca dejes que nadie apague esa luz y brillo que tienes.- pude ver cómo sus ojos se habían llenado de lágrimas- Gracias por permitirme conocer aún más ese brillo que tienes, ese brillo tan hermoso que compartes con las estrellas- y ahora fui yo quien tomó la iniciativa y junté sus labios con los míos para demostrarle que no miento con mis sentimientos y con las palabras que acabo de decir.

- pude ver cómo sus ojos se habían llenado de lágrimas- Gracias por permitirme conocer aún más ese brillo que tienes, ese brillo tan hermoso que compartes con las estrellas- y ahora fui yo quien tomó la iniciativa y junté sus labios con los míos p...

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¡Hola, hola! ¿Cómo están?
Solo hago esta nota para pedirles perdón por mi ausencia en estos días, y es que la verdad había estado un poco ocupada.
Pero en fin, espero que les guste este capítulo y esta historia.
Gracias por leer.

Look At The Stars- Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora