Look At The Stars- Ross Lynch

Capítulo XXVI

Tres días después...

Un día, tan solo un día para que los chicos regresen al tour y se vayan a Europa. Me sentía emocionada por todo lo bueno que llega para ellos y sé que todos están felices por regresar a la gira. Pronto sacarían una nueva canción y yo no pude evitar gritar de emoción cuando la anunciaron, cosa que no sabe Ross porque me daría una vergüenza increíble que supiera que grité como toda una fangirl.
No habíamos hablado mucho desde ayer porque estaban volando hacia su primera parada, que era: Londres.
Aunque hoy lo recompensaríamos porque hablaríamos después de que llegue del trabajo para contarle lo que pasó con Jack Frost...

Sí, hoy era el día en que hablaría con Corbyn, para ser más exacta en unos cinco minutos.

-No puedo creer que ese tonto lo logró- opinó Amber mientras nos encontrábamos caminando por los pasillos de la universidad.

-Lo logró porque estuvo molestando mucho- me quejé y ella rió.

-Es demasiado cabeza dura para mi gusto- negó con la cabeza y entrelazó su brazo con el mío.

-Dímelo a mí- murmuré.

-¿Entonces esta noche le contarás a Ross todo el contexto de Jack Frost?- cambió de tema y yo asentí.

-Sí, no sé porque tengo la necesidad de contárselo, aunque puede ser por lo extraña que me comporté estos últimos días- me encogí de hombros.

-Tal vez con eso él también te cuente acerca de lo que pasó con su ex novia- solté una carcajada ante lo que dijo. Amber sí que era muy chismosa.

-Si él se siente cómodo contándomelo, lo escucharé, pero no es como que yo quisiera saber qué pasó con ella y con su relación, no gracias- negué con la cabeza y mi vista se enfocó en el chico que ha sido un dolor de cabeza las últimas dos semanas.

-Ahí está Jack Frost- señaló Amber de manera disimulada.

Ambos quedamos de vernos en la biblioteca y debo decir que el hombre había sido demasiado puntual.

-Bien- me separé de ella- te veré en unos minutos en la cafetería-

-Ahí te estaré esperando.- palmeó mi espalda- Mucha suerte, Bella-

-Gracias- sonreí y ella caminó alejándose de mi.

Tomé un gran respiro y comencé a caminar en dirección hacia Corbyn, quien al darse cuenta de que me estaba acercando a él, guardó su celular (ya que se encontraba con el).

-Hola Bella- sonrió y pasó una mano por su cabello.

-Hola Corbyn- sonreí cortésmente.

-¿Quieres hablar aquí?- preguntó y yo asentí. No quería que durara mucho esta platica.

-Sí, digo, esta charla va a ser rápida, por lo que preferiría que nos quedáramos aquí- me crucé de brazos sintiéndome incómoda.

-¿Cómo sabes que va a ser rápida?- me miró burlón y yo rodé los ojos.

-Porque no quiero perder más tiempo, así que te sugeriría ir al grano- como Amber había dicho hace unos minutos, Corbyn es demasiado cabeza dura.

-Bien.- soltó un suspiro- Te extraño-

-¿En serio?- levanté una ceja y él asintió.

-Sí, desde el semestre pasado no he podido sacarte de mi mente... bueno, desde que te alejaste. No hay ni un solo día en el que no te piense o en el que no te admire cuando caminas por los pasillos o cuando estás en la cafetería junto con tu amiga-

-Tanto así que mandaste a tus amigos a espiarnos- dije en voz baja, pero él me escuchó.

-Lamento eso- rascó su nuca- pero no sabía qué hacer para acercarme a ti, sabía que me ibas a ignorar-

-Entiendo- sacudí mi cabeza- ¿solo eso querías decirme?- sé que estoy siendo cortante con él, pero como se lo dije a Ross el sábado, Corbyn es parte de mi pasado y quiero que se quedé ahí.

-No, yo...- se acercó más a mí e intentó tomarme de las manos- quiero pedirte otra oportunidad-

-Oportunidad denegada- respondí sin más y él me miró sorprendido.

-¿En serio ya me olvidaste?- preguntó mirándome con sus grandes ojos azules, esos que me encantaron desde el primer día que los vi, pero que hoy no causan nada en mi.

-Creo que es tonto decir que te olvidé cuando los dos seguimos viéndonos por casi todos los días, pero si te refieres a que si ya te superé, en eso tienes toda la razón, te he superado hace mucho- al decir eso pude ver un poco de dolor en su mirada.

-Yo...-

-Corbyn- me alejé de él- te recuerdo que fui yo quien decidió darle fin a lo que tuvimos, a ese casi algo, y fue porque no sabías lo que querías y yo estaba cansada de esperarte. Tomó algo de tiempo, pero sí, te superé-

-Es porque llegó alguien más, ¿no?- sabía que sus amigos habían escuchado parte de las pláticas que tuve con Amber la semana pasada.

-No es bueno espiar a las personas- me burlé y él bufó.

-Bien, lo lamento, pero quería saber si estabas con alguien...- rápidamente lo corté.

-Si estoy saliendo con alguien más o no, no es tu asunto. No tienes que mandar a tus amigos a escuchar conversaciones ajenas- suspiré- y si es todo lo que tenías que decir, entonces me voy-

-¿Así sin más?- creo que parecía bastante sorprendido con mi actitud.

-Sí, solo acepté hablar contigo para que me dejaras en paz y para decirte eso, que no va a pasar nada entre nosotros- iba a comenzar a caminar, pero él me detuvo sosteniéndome del brazo.

-De eso no estés tan segura- se acercó de nuevo.

-Si no pasó nada entre nosotros antes cuando tenía sentimientos por ti, ¿qué te hace pensar que ahora sí?- lo miré incrédula.

-Muchas cosas pueden pasar-

-Lo dudo mucho.- me safé de su agarre- Es todo y espero que realmente respetes mi decisión y me dejes en paz- y sin decir una palabra más, caminé lejos de él.

Sentía un peso menos ahora que había dejado en claro mis sentimientos y mi punto de vista, solo espero que Corbyn deje de ser tan terco y se mantenga alejado de mi.

Un ruido en mi pantalón me sacó de mis pensamientos, era mi celular avisándome que me había llegado un mensaje.

Sonreí como tonta al leer de quién era.

Ya estoy en el hotel porque dormiré para estar despierto en la noche y poder hablar contigo- Ross.

Ross había salido con sus hermanos y la banda a turistear por Londres, aunque sabía que no era la primera vez que iban.

Descansa entonces novio de Bella, hablaremos en la noche. Te quiero- Bella.

Llegué hacia la cafetería encontrándome con Amber esperando ansiosamente por mi.

-Cuéntamelo todo y con lujo de detalles- dijo una vez que me acerqué a ella y yo solté una carcajada.

-Está bien- me senté frente a ella y tomé un gran respiro para contarle lo que había pasado con Corbyn hace unos minutos.

Iba a ser una larga platica.