Capítulo XXIII

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Días después...

Odio con todo mi corazón decir esto, pero hoy era el día en que mi noveno semestre iniciaba y yo no podía con la flojera, y digo que odio decirlo porque hoy es el último día de Ross aquí en San Francisco; después de esa noche de ver las estrellas en el edificio abandonado que está cerca de mi preparatoria, las cosas entre los dos se pusieron más serias, hablo de que, los dos estamos demostrando que nuestros sentimientos son en serio, así que los siguientes días también salimos, solo que más tarde de mi horario laboral y gracias a eso, Amber por fin lo pudo conocer dejándome más en vergüenza que la vez que respondió la videollamada el día de mi cumpleaños. Los dos se llevaron de maravilla, por lo que estoy feliz de que dos personas que son importantes para mí se conozcan y se lleven bien.

-Es triste solo venir a la universidad por una clase que es a las siete de la mañana y que solo duró media hora- dijo Amber mientras salíamos del salón de la única clase que tomábamos hoy.

-¿Por qué triste?- fruncí mi ceño mientras caminábamos hacia la cafetería.

-Porque cada vez tenemos menos clases y ya no tenemos que venir tanto a la facultad, además, es cansado levantarse temprano para solo tener media hora de clase- soltó un bostezo y yo asentí. Claro que lo entendía. Era triste ver como nuestra carrera está por terminar y estamos a nada de graduarnos.

-Pero eso no quita que seguimos teniendo casi la misma cantidad de tarea que en los semestres pasados aunque tengamos menos materias, además, nuevamente metimos clase los sábados- llegamos a la cafetería y nos sentamos (como es costumbre) en una de las mesas de afuera.

-Y no estamos juntas- agregó y yo suspiré. Amber y yo solo no coincidimos en una clase y era la de los sábados, la ventaja es que era a la misma hora y nos podemos ir y regresar juntas.

-¿Comprarás algo?- pregunté cambiando de tema y ella asintió.

-Sí, y voy a entrar ahora que no hay tanta gente- diciendo eso se levantó de su lugar y caminó dentro de la cafetería.

Se sentía bien estar de vuelta, sin embargo, me sentía un poco nostálgica y triste porque no veré a Ross por muchos meses, aunque estaba emocionada porque el tour estaba a nada de iniciar de nuevo y tendría contenido de The Driver Era en mis redes sociales.

Sacudí mi cabeza alejando esos pensamientos que me hacen sentir triste y saqué mi celular para distraerme. Al desbloquearlo pude encontrarme un mensaje de Ross, supongo que es la respuesta al mensaje que le envié cuando me desperté deseándole buenos días.

Buenos días para ti también. Yo apenas me acabo de despertar, así que continuaré acomodando mi maleta que mi avión sale en un par de horas más. Por cierto, suerte en tu primer día de universidad, novia de Ross- Ross.

Sonreí como enamorada al leer su mensaje, así que rápidamente tecleé una respuesta.

Mira ahora quién le ganó a quién al levantarse temprano jaja. Mucha suerte acomodando tus cosas, novio de Bella- Bella.

Si bien, aún no éramos novios oficiales, los dos tenemos esta manía de llamarnos así uno al otro (novio de Bella y novia de Ross), y esto fue porque él lo inició desde aquella publicación en su instagram.

Solo te levantaste más temprano que yo porque tenías clase, y por cierto, ¿no deberías de estar en ella?- Ross.

Reí ante su respuesta. Él tenía razón, pero me gustaba jugar.

Duró solo media hora, así que tengo bastante tiempo libre hasta que me vaya a mi trabajo- Bella.

Alcé la vista de mis celular para ver si Amber ya venía, pero al parecer están tardando con hacerle su orden.

No suena muy alentador eso, pero al menos puedes descansar antes de ir al trabajo, aunque quisiera verte unos minutos antes de irme al aeropuerto- Ross.

Era una situación complicada, debido a que yo no podía faltar a la universidad y al trabajo a pesar de que tengo algo de tiempo libre. Los dos lo hablamos ayer y tuvimos que despedirnos antes de tiempo por lo mismo, además de que aún no queremos que los demás se enteren que Ross encontró a la chica bar; esto fue por decisión de ambos, pero un poco más por parte de él, ya que, no quiere que se sepa aún mi identidad por miedo a que me molesten tanto prensa u otras personas que quieran saber de los Lynch. Quiere que pase bien mi último año en la universidad.

Yo también quiero verte y sé que es difícil porque pasará un poco de tiempo para que nos veamos...- Bella.

Un nudo creció en mi garganta.

No voy a seguir porque voy a llorar y no quiero comenzar a extrañarte porque aún no te has ido- Bella.

Me recargué sobre mi mano mientras seguía viendo nuestra conversación.

Yo sí ya he comenzado a extrañarte y eso que aún no me voy, pero sé que el tiempo pasará rápido y nos volveremos a ver. Aunque para no hacérmelo tan difícil llevo conmigo el dibujo que me hiciste- Ross.

Claro. Le había regalado el dibujo que hice de él porque era para recordarle lo especial que es para mí y las palabras que le dije esa noche.

Nuevamente alcé mi vista y me encontré con una Amber saliendo de la cafetería con un sándwich y un cóctel de frutas.

Yo tengo conmigo el collar que me regalaste en mi cumpleaños, así siempre te llevo conmigo aunque esté en la universidad- Bella.

Me tengo que ir, pero espero que tengas un buen viaje a casa y espero tu mensaje cuando llegues. Te quiero, novio de Bella- Bella.

Amber se sentó de nuevo y puso los platos en la mesa, para después tomar su sándwich y darle una gran mordida.

Yo espero que te vaya bien en el trabajo y te avisaré cuando este en mi casa, tú también dime cuando estés en la tuya. Te quiero más, novia de Ross- Ross.

-Se verán pronto, ¿lo sabes?- pareciera que Amber adivinó que estaba hablando con él.

-Lo sé- tragué el nudo en mi garganta y bloqueé mi celular.

-Deja que las cosas fluyan como tiene que ser, ambos estarán ocupados- me dio un ligero apretón en la mano.

-Es lo que haré, además él está haciendo lo que más ama y con eso yo soy feliz- sonreí un poco y fijé mi vista en los compañeros que estaban saliendo de su primera clase, encontrándome unos ojos azules que me veían con más curiosidad que las últimas veces...

Sí, hablo de Jack Frost.

Look At The Stars- Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora