Capítulo IV

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Un mes después...

Estábamos a mitades de abril y la temporada de evaluaciones había terminado, así que teníamos al menos unos días libres de universidad por las pascuas, sin embargo, Amber y yo teníamos que seguir yendo a nuestro trabajo, aunque la verdad hoy se encontraba bastante tranquilo, así que ambas estábamos en nuestro celular viendo nuestras redes sociales.

Decidí meterme a Instagram para ver qué novedades había de las personas que seguía, y para mi sorpresa Ryland Lynch había subido un post referente a su cumpleaños, que era hoy. Como lo hago siempre que son los cumpleaños de alguno de ellos, me metí a la parte de comentarios y le dejé una felicitación, aunque dudo mucho que este chico me note, es igual que sus hermanos.

@Bella.clark9: ¡Feliz cumpleaños pequeño Ryland! Aunque no eres tan pequeño porque eres tres años mayor que yo. Te quiero y pasa un grandioso día.

Escribí eso y al instante escuché como alguien entraba a la librería, por lo que Amber y yo bloqueamos nuestro celular y lo guardamos, para no parecer distraídas en el trabajo, además, si nuestro jefe se enteraba que no estábamos atentas nos podía ir muy mal.

[...]

El día en la librería terminó y aunque había dicho que estuvo tranquilo, aún así me sentía bastante agotada, creo que me tengo que recuperar de las evaluaciones. Tuvimos unas semanas muy intensas con exámenes y proyectos, existieron días en las que me desvelaba acomodando los pequeños detalles y ahora que tengo el tiempo para hacerlo mi cuerpo lo está resintiendo.

-Qué bueno que mañana no iremos a trabajar- dijo Amber aventándose a un sofá de la sala de estar.

-Y que lo digas, amiga- imité su acción, pero en un sillón diferente.

-Lo único malo es que mañana vendrá mi abuela y tengo que ir a casa de mis padres para pasar tiempo con ella- se quejó y yo reí.

-Buena suerte con ello- me acosté en el sillón- yo me quedaré aquí porque mi mamá saldrá con unas amigas y mi padre se irá a visitar a mis tíos-

-Que envidia te tengo, yo no podré descansar- hizo un puchero y yo volví a reír.

Saqué mi celular que se encontraba en uno de mis bolsillos y me extrañó al ver que tenía varias notificaciones que provenían de mi instagram. Me metí a la aplicación y di clic a la parte de notificaciones y pude encontrarme que varios fans de The Driver Era y de los Lynch en sí, le habían dado like al comentario que le dejé a Ryland.
Por lo regular eso no me pasa tan seguido, solo las amigas que tengo por parte del fandom son quienes le llegan a dar me gusta.
Seguí bajando en la parte de notificaciones y entendí porque todo el alboroto.

Ryland Lynch le ha dado like a tu comentario.

Solté mi celular al leer esto.

-¿Qué pasó?- preguntó Amber al ver mi reacción.

-Yo...- estaba temblando como perro chihuahua, tal y como me pasó cuando Rydel vio mi historia hace casi dos años.

-¿Tú...?- me miró expectante.

Yo tomé un poco de aire para tranquilizarme y así contarle- Ryland, el más pequeño de los Lynch, le dio me gusta al comentario que le dejé por su cumpleaños-

-Oh vaya...- me miró sorprendida para después sonreír- qué suerte estás teniendo con tus ídolos-

-Y que lo digas, y que lo digas-

Unas semanas después...

Cada día se acortaba el tiempo para el concierto de The Driver Era y yo estaba que no me lo creía, aunque sé que cuando sea un día antes del concierto me caerá todo el veinte como un balde de agua fría.
Mi hermano también estaba emocionado porque lo visitaría y hasta estaba contando los días. Digamos que es la primera vez que lo visitaré a su departamento en Los Ángeles.
Mi madre solo se mostraba nerviosa porque viajaré sola y le preocupaba que me pasara algo. Cosas de madre sobreprotectora. Y a mi padre le da un poco igual, digo, me acompañará al aeropuerto cuando me vaya, pero sabe que estaré bien.

Lamentablemente no había tenido más interacción con los Lynch por medio de mis redes sociales y eso me hacía sentir un poco pesimista, sin embargo, había logrado mucho en poco tiempo y a lo mejor el día del concierto tenga la oportunidad de tener más interacción con alguno de ellos.

Yo seré feliz con que me noten al menos dos segundos de su vida.

Puede ser que ahí Ross se enamore de mí y se de cuenta de que soy el amor de su vida y...

-Parece que estás soñando despierta- apareció Amber para sacarme de mis pensamientos.

Nos encontrábamos por la parte del edificio de artes, más en específico en una jardinera esperando a unas compañeras que veríamos para hacer un trabajo en equipo.

-¿Tanto así?- la miré sorprendida. Ambas estábamos sentadas, tal parecía que mis compañeras se iban a tardar en llegar.

-Pues tenías una sonrisa de idiota en el rostro mientras mirabas al cielo- se encogió de hombros.

-Oh...- rápidamente sentí como el calor subía por mis mejillas.

-¿En qué pensabas?- preguntó con sumo interés.

-En puras tonterías- negué con la cabeza y después suspiré.

-No puede ser una tontería si estabas con una sonrisa de oreja a oreja-

-Lo es porque es un pensamiento tonto, algo que no pasará ni en mis más grandes sueños- bufé.

-Tiene que ver con el concierto y con el señor Ross Lynch- afirmó y yo asentí- sé que puedes sentirlo como tonto, pero no dudes en que a lo mejor puedas tener algún tipo de interacción con él, un saludo o al menos un contacto visual-

-Lo sé y eso me emociona, pero mis fantasías me llevan a otro lugar y necesito poner los pies en la tierra, amiga- en ese instante vi a lo lejos a tres chicas de cabellera oscura caminar hacia nosotras.

Nuestras compañeras.

Qué bueno que están llegando en este momento porque como lo he dicho antes, Amber alimenta mis ilusiones y fantasías de una forma en que puedo llegar a creérmelas y digo, sé que Ross (y me refiero a Ross porque es de quien estoy más enamorada) me puede notar una milésima de segundo, pero sé que con la misma rapidez en que suceda eso se va a olvidar de mí porque solo seré un rostro más que verá en su vida.

Look At The Stars- Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora