Capitulo XX

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Confrontación.

—¿Qué carajos hacen aquí? —repetí al ver a los hermanos Riddles enfundados en elegantes trajes parado al otro lado de la puerta—. 

Estaban los dos, pero prácticamente ignoré a Mattheo y mi mirada estaba fija en él. Quien al ver mi reacción frunció el ceño. 

—Buenas noches, para ti también, bonita —dijo Mattheo, solo lo miré de rojo y volví al mayor—. 

—Por ultima vez ¡¿Qué carajos hacen aquí?! 

—Recibimos la invitación hace unos días —respondió él—. Por tu reacción veo que no estabas al tanto. 

—¡Ay! Esa niña me sorprende más cada día —dijo Mattheo con una amplia sonrisa—. 

—¿De qué invitación estas hablando? 

Sacó un sobre del interior de su saco y sosteniéndolo con el dedo índice y el medio, me lo extendió. Lo tomé de mala gana para leer el contenido. Cerré los ojos echando la cabeza hacía atrás al descubrir que la carta que Maddison había enviado hace unos días era una invitación a ambos a la cena de fin de año. 

—Bella, ¿está todo bi...

Mis músculos se tensaron al escuchar a Theo llegar al recibidor. Volteé y lo encontré con el ceño fruncido y serio mirando a los dos del otro lado del marco. 

Intercale la mirada entre ambos y la expresión de Tom se volvió mucho más fría y seria al verlo. Tenía los ojos fijos en él y su mandíbula estaba tan apretada que hacía resaltar aun más la nuez de su garganta. Theo no se veía más contento, por las mirada que se sostenían era mejor que interviniera rápido. 

—Maddison les envió una carta invitándolos. No tenía idea. 

Theo miró el sobre en mi mano y se acercó hasta mi pasando una mano por mi cintura, acción que no pasó desapercibido para Tom y su molestia se remarcó aún más, creía que haría o diría algo, pero su atención se fue a detrás nuestro. Seguí su mirada y ahí estaba Maddison escondiéndose detrás del marco que da a la sala y cuando vio que todos nos dimos cuenta que estaba allí quiso escapar. 

—Maddison Page ven aquí, ahora —ordené—. 

Con la cabeza agacha salió de su escondite y a paso lento se acerco a nosotros. 

—¿Puedes explicarme que es esto? —levanté la carta—. 

—¡Okey! Creo que esta es una discusión privada —dijo Mattheo entrando al recibidor como si tuviese el permiso de hacerlo—. Ven, querido Nott, ¿por que no dejamos a los padres hacer cosas de padres? —le palmeo un brazo con una amplía sonrisa, cosa que a Theo no le agrado nada. Me miró a mi en espera de que hiciera algo—. 

Analicé la situación y el idiota tenía razón, esto era algo que debía parar y resolverse ahora, e involucrar a más personas era innecesario e incomodo para Maddison.

Asentí hacía Theo con una leve sonrisa, y aunque no le agrado mucho la idea, accedió. Antes de retirarse le dio una mirada amenazadora a Tom, quien se la sostuvo con la cabeza en alto e igual de serio y amenazante.  

Cuando estuvimos solos los tres, Tom entró y cerró la puerta, guardó sus manos en los bolsillos de su pantalon y se recargó en un mueble junto a la puerta. 

—Maddison —insistí sosteniendo la carta—. 

—Lo siento —agachó la cabeza—. Escribí la carta invitando a Tom y a Mattheo a la cena. 

El Brillo de sus Ojos | Tom RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora