Reflejo...
Cinco días...
Han sido cinco días horribles desde que todo había pasado. Cinco días como los que no había pasado desde hace años.
Si quiera tengo apetito, y lo único que hago en el día es estar sentada en la ventana y llorar como estúpida y patética mártir.
Lo familiar de la situación me provoca incluso más dolor.
He estado tratando de contactar a Theo para poder hablar, pero no hay caso. La primera vez contesto, pero no se oía nada del otro lado, aún así le hablé pidiéndole que me dejara explicarle, pero colgó sin dejarme terminar. Le he dejado mensajes, pero solo los ve.
Los días siguientes ya no atendía y las llamadas se iban directo al buzón y los mensajes no se entregaban. Incluso he subido a su departamento a golpear su puerta, pero nadie abría. Fue su vecina quien me dijo que no lo habían visto por ahí desde hace días.
Pensé en ir al hospital, pero en el estado en el que me encuentro sería una vergüenza tanto para él, en caso de que esté ahí, como para mi.
Así que solo podía quedarme en este maldito alfeizar, abrazada a mis piernas y con los audífonos puestos escuchando las canciones más tristes que mi playlist pueda ofrecerme mientras observaba como la tarde comenzaba a caer sobre la ciudad.
Desconozco cuento tiempo había estado en la misma posición escuchando las mismas canciones, y pretendía seguir en lo mismo hasta el momento en que vi una mano aparecerse frente a mi cara llevándome el susto de mi vida. Ahogué un grito echándome hacía atrás espantada y las respiración agitada sin saber de quien se trataba, hasta que reconocí a Luna y la miré extrañada.
Ella me miraba igual de confundida y solo podía ver que movía los labios sin escuchar que decía hasta que caí en cuenta de que los audífonos seguían en mis orejas reproduciendo música.
—...respondías.
La escuché decir al quitarme los audífonos.
—¿Qué? —pregunté notoriamente consternada—.
—He estado golpeando tu puerta como una idiota y no respondías —repitió—. Tuve que usar un hechizo para entrar.
—Oh... —me escuché decir mientras miraba a mi alrededor y escuchaba como la música aún se escuchaba, pero más bajo—. ¿Qué sucede? ¿Maddison está bien?
—¿Que qué pasa? —preguntó con el ceño fruncido y tono de ironía—. No puedo creer que no me hayas contado nada y tuve que enterarme de esta manera por lo que estabas pasando.
—Te entraste... —dije suspirando y agaché la mirada mientras bajaba las piernas del alfeizar y me sentaba dándole la espalda a la ventana—.
—Por supuesto que me enteré —dijo ella ahora más calmada y se sentó a mi lado—.
—Lo siento —solté mientras los ojos se le llenaban de lagrimas y apreté mis manos al borde del asiento mientras me soltaba en llanto—.
—No, no, cariño —dijo rápidamente y se deslizo hasta pegarse a mi lado y pasó un brazo por mi espalda y el otro lo subió a mi mejilla invitándome a acurrucarme en su cuello—. No tienes que pedirme disculpas.
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El Brillo de sus Ojos | Tom Riddle
Fanfiction"Al ver el brillo de sus ojos fue como si hubiese pasado una eternidad desde la ultima vez que los vi, y a la vez fue como si no hubiese pasado ni un solo segundo..." Tom y Katherine tenían Pasado, un triste pasado. Pero la suerte, a la cual le enc...