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El sol ya estaba saliendo, el sendero empedrado se estaba iluminando, un grupo de personas caminaba entre aquel sendero rocoso que era rodeado por barrancos que probablemente habían sufrido un deslizamiento de tierra en algún momento de su historia

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El sol ya estaba saliendo, el sendero empedrado se estaba iluminando, un grupo de personas caminaba entre aquel sendero rocoso que era rodeado por barrancos que probablemente habían sufrido un deslizamiento de tierra en algún momento de su historia.

Lee Minho y Lee Félix eran quienes lideraban el grupo, Lee Jieun viajaba a una prudente distancia tras ellos cuidando a los aldeanos que ahora estaba bajo su cargo.

El grupo viajaba a paso veloz hacia el único destino seguro que tenían en el momento.

El antiguo clan Lee.

Los pies de Minho se frenaron en seco haciendo que Félix a su lado se detuviera también.

— ¿Pasa algo hermano?

Minho tenía el rostro en una expresión analítica, sus ojos viajaron al rededor y por encima de ellos. Algo estaba mal.

— ¿Escuchas algo, Félix? — preguntó Minho mientras su ceño se fruncio.

Felix cerró los ojos e intentó agudizar su oido pero no escucho nada.

—No, está todo muy tranquilo.

— Creo que hay cultivadores cerca — explico moviendo los ojos de un lado a otro intentado ver donde se ocultaban.

—No hay nadie, hermano... Todo está tranqui...

Antes de que Félix pudiera seguir su oración un flecha se aproximó a su rostro, una fecha que su detenida por la mano de Minho.

Los ojos de Félix se agrandaron cuando vió la punta de la fecha tan cerca de sus ojos.

—Ve con Jieun, saca a los aldeanos de aquí y llevalos a la aldea.

Félix no reaccionó. Se quedó atontado por la impresion y solo dió un paso atrás.

Minho tiro la flecha al piso y se puso delante de Félix cubriendolo con su cuerpo. Desde lo alto de los peñascos salieron varias personas vestidas de rojo con arcos y flechas apuntando a ellos.

Era el clan Bang.

Minho dió una leve mirada hacia atrás y se sintió aliviado de que su hermana aún no llegara a ellos con el resto de los aldeanos, probablemente si Félix era lo suficientemente rápido podría regresar y advertirles del peligro.

— Felix, ve. Ahora.

Félix parpadeo un par de veces y luego asintió frenéticamente.

Una lluvia de flechas se dirigió al rubio que intentaba escapar pero con gran habilidad logro esquivar varias, otras fueron desviadas gracias a la energía oscura que Minho había liberado.

Félix logro escapar.

Minho al ya estar más tranquilo elevó su mirada y sonrió de lado al ver al "líder".

Blanco & negro [Minsung] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora