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Dahlia volvió a entrar a la casa. Kili estaba sufrirndo. Si no se hacia nada iba a morir.

—Dahlia—la llamó Fili. Tauriel salió un momento del lugar—¿No puedes usar tus poderes?

—Le dieron con una flecha de Morgul. Puede ser fácilmente curada con medicina élfica. No siempre se puede depender de la mágia.

—¡Es mi hermano! —gritó—¡No puedo dejarlo morir! ¡¿A caso has visto a un hermano sufrir!? ¡¿Lo has visto morir?!

Dahlia se quedó callada, aún tenía ese recuerdo doloroso de su hermana. Las lagrimas querían salir y se le hizo un nudo en la garganta. Posó du mano en el vientre pues los recuerdos angustiosos siempre le provocaban dolor. Cerró los ojos y salió una lágrima que nadie logró ver porqué estaba de espaldas.

—No tenía un hermano, pero sí una hermana—articuló la elfa.

Justo en ese momento Tauriel entró con unas hierbas junto a Bofur y eso hizo que Dahlia se limpiara la lágrima. Dahlia se dio la vuelta y fue a ayudar a su amiga a salvar a Kili como si no hubiera recordado algo que la dejó marcada por mucho tiempo.

Lo pusieron en una masa y usaron una bolsa con nueces como cojín.

—Sujetadlo. —Tauriel empezó a recitar unas palabras élficas mientras fregaba unas ramas y se las ponía a la pierna del Enano. Eso pareció aliviar la herida y en efecto la curó.

Dahlia estaba en la cocina viendo como Tauriel vendaba a Kili con Fili y Óin.

—Había oido de las maravillas de la medicina élfica—expresó el último mencionado—ha sido un privilegio contemplarlo.

—Dahlia—la mencionada volteó la cabeza hacia Fili—lo siento por gritarte

—No debes pedir perdón por algo así teniendo en cuenta el contexto. Yo también me hubiera puesto así si me hubiera encontrado en esta situación.

—¿Puedo preguntar quién era tu hermana?

—Se llamaba Amapola—la chica sonrió, pero era una sonrisa nostálgica—unos orcos de Gundabad nos secuestraron a ambas por ordenes de...de—Dahlia cerró por un breve momento los ojos—Azog. —cojió aire y dejó ir un suspiro profundo. Todos los presentes escuchaban—A mi me ataron dejandome indefensa y a ella... a ella la torturaron si piedad alguna... hasta matarla en frente mío.

—Lo siento...—dijo Fili

—No te preocupes—se limpió las lágrimas—eso pasó hace muchos, muchos años. —miró al enano—No hay nada que supere al amor de hermanos. Todo el día moledtandose entre ellos pero moririamos el uno por el otro. —Fili sonrió— Dejar atrás todo y algo importante como llegar a la Montaña solo por tu hermano. No cualquiera haría algo así.

Terminada la conversación se sintió un gran temblor.

—Samug—susurró La Dama de Rojo. Seguidamente salió a fuera al balcón. Efectivamente el dragón se aproximaba a Esgaroth













 Efectivamente el dragón se aproximaba a Esgaroth

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La Dama de Rojo//Legolas Hojaverde (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora