Dahlia se encontraba en Rivendell, estaba pasando unos dias con su tío Elrond y sus primos Elladan, Elrohir y Arwen. Era mediodía y ya habían comido. Pasados unos minutos, Dahlia cogió a su caballo y fue a pasear por los alrededores. Armada por si a caso, dado que los trols se alejaban dr las montañas y los orcos salían a plena luz del día.
Cuando ya estaba llegando de vuelta, un wargo atacó a su caballo y ella cayó al suelo. La pilló desprevenida, un buen momento para atacar. Su caballo murió, eso seguro, pero Dahlia no se rinde con facilidad.
Cuando otro wargo iba a atacarla, ella desenvainó su espada y la cruzó en el pecho matándolo y el orco que lo montaba cayó. Este iba a atacarla pero Dahlia rodó hacia un lado. Luego se levantó y le cortó el cuello.
Empezó a correr y vió a un grupo de enanos con un mago y...
-¿Eso es un hobbit?-se cuestionó mientras corría-Sí, sí que lo es.
Siguió corriendo mientras luchaba contra orcos y wargos. Mientras más corría, más se acercaba al grupo.
-¡Dahlia!-gritó Gandalf, y todos voltearon a verla.
Pero de pronto un wargo la alcanzó y la Dama de Rojo soltó un grito desgarrador. Todos la miraron preocupados pero no había tiempo que perder. Esos enanos no podían preocuparse por alguien desconocido. Así que rápidamente se esondieron tras una gran roca pero Gandalf se fue por otro lado.
Dahlia usó sus dones de color rojo para sacar al wargo que tenía encima y matarlo. Le había dejado una herida considerable el costado y una más pequeña pero preocupante en el cuello. Llena de sangre y algo más débil, Dahlia empezó a luchar y a córrer en el silencio presente en el lugar.
Un orco montado en un wargo se posó en la cima de la roca donde se encontraban los enanos. Dahlia no sabía quiénes eran -no se había fijado- pero aún así no iba a dejar que murieran. Si eran una amenaza ya los mataría ella.
Así que toda ensangrentada y despeinada se acercó sigilosa por detrás y se abalanzó y cuando iba a avalancarse hacia esas dos amenazas con espada en mano, el animal fue atacado soltando un grito desgarrador. Esa acción alertó al resto de la manada. Así que Dahlia saltó y degolló al orco para después clavar su espada al animal.
Acto srguido, Gandalf los llamó y empezaron a correr.
-¡Allí están! -alertó uno de los enanos. La manada se acercaba.
-¡Por aquí! ¡Rápido!-avisó gandalf. Y entonces volvieron a correr. Mientras corrían Dahlia pudo percatarse de que eran los enanos de Erebor y la línia de Durin se encontraba allí.
-¡Vienen mas!-gritó Kili.
-Kili dispárale-le ordenó Thorin
-¡Nos rodean! -avisó ahora el hermano deo castaño.
Kili disparó y Dahlia, aunque se estuviera desangrando, también empezó a disparar. Los iban a alcanzar.
En ese momento, todos se dieron cuenta de que Gandalf no estaba. Hay quien pensaba que los había abandonado, pero cierta elfa estaba convencida de que no, dado que sabía que había un pasaje secreto que dirijía a la casa de Elrond.
-¡No cedais!
Cada segundo que pasaba, la manada se acercaba aún más. Dahlia no dejó de disparar y si se la acababan las flechas lucharía con la espada. Sus dones los usaría como última opción.
-¡Por aquí insensatos! -todos reconocieron esa voz y se giraron para ver dónde estaba.
-Lo sabía-murmuró la elfa.
Así que todos empezaron a correr dirección donde estaba el mago. El grupo se tiró por una rampa que los llevó a la entrada del Desfiladero Escondido, una pequeña cueva por así decirlo.
Sonaron unos cuernos y alguien se acercaba. Por lo que se oía venian en caballos y empezaron a atacar a las amenazas. Un orco cayó rodando y Escudo de Roble sacó la flecha que tenía clavada.
-Elfos-dijo con un tono rencoroso.
Dahlia notó ese tono pero no le molestó. Más bien lo comprendía minimamente. En su momento de más necesidad todo un ejército de elfos estaba allí y no les ayudaron. Pero Dahlia también opina que por culpa de uno quiera desconfiar de muchos. Al fin y al cabo, no todos són iguales. Por ejemplo, las diferencias entre Elrond y Thranduil són muy notorias.
Uno de los enanos empezó a adentrarse un poco y cuestionó si iban a seguir el camino o no. El del sombrero respondió que si, que lo siguieran.
Después de que los enanos quisieran seguir el Desfiladero Escindido, llegaron a Rivendell. Llegaron a una pequeña plaza que llevaba a unas escaleras para entrar a la casa de Elrond. Fue llegar y Lindir bajó las escaleras saludando a Gandalf y Dahlia.
-Mithrandir, ¡Dahlia!-dijo el nombre de la última con una mezcla de preocupación y vaga sorpresa dado que era normal que Dahlia se hiciera daño mientras exploraba o paseaba. -Te estás desangrando y estás llena de sangre.
-Pues fíjate que así es, grácias por decirmelo. -le dijo con un poco de sarcasmo pero con una sonrisa dándo a entender de que no lo decía de malas. -Si no os importa voy a que me curen antes de que me muera.
Después de esto, Dahlia se dirigió a su alcoba para curarse ella misma. Se sentó en la cama y puso una de sus manos en la herida del costado -la más grave- y empezó a salir unos hilos de luz dorada con unos puntos que brillaban como si fueran estrellas que poco a poco se convertía en rojo. Cuando terminó con esta, repitió ese proceso con la herida del cuello. Mientras se curaba la última herida, llamaron a la puerta.
-¿Quién es?
-Elrond.
-Adelante. -Justo cuando entró, Dahlia terminó de curarse. Elrond se sentó al borde de la cama.
-Supongo que sabrás quiénes són esos enanos, ¿verdad?
-Sí.
-Les he invitado a cenar y a pasar la noche. Dentro de un buen rato se servirá la cena. No hace falta que vayas si quieres evitar preguntas incómodas.
-Por las preguntas no me preocupo, con un simple "ahora no quiero hablar del tema" será suficente, espero.
-¿Quieres contarme que ha pasado?
Dahlia asintió y le explicó su encuentro con los orcos.
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La Dama de Rojo//Legolas Hojaverde (PAUSADA)
Fiksi PenggemarDahlia Dagger es una elfa que fue concedida con dones y hablidades de Ilúvatar, Yavanna, Estë, Ulmo y Lórien (Irmo). A esta gran y poderosa elfa, se la conoce como La Dama de Rojo, llamada así por su característica vestimenta roja y poderes del mis...