Dahlia Dagger es una elfa que fue concedida con dones y hablidades de Ilúvatar, Yavanna, Estë, Ulmo y Lórien (Irmo).
A esta gran y poderosa elfa, se la conoce como La Dama de Rojo, llamada así por su característica vestimenta roja y poderes del mis...
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Los fuegos artificiales brillaban en el cielo y los hobbits bailaban animados al son de la música que inundaba el lugar. Había mucha comida y bebida y un gran pastel con 111 velas.
Gandalf bailaba junto a los hobbits y de vez en cuando iba lanzando fuegos artificiales y Dahlia estaba junto a Bilbo contando la historia que vivieron hacía ya unos años.
—Y allí estaba yo—relataba el hobbit—a merced de tres monstruosos trolls—los pequeños hobbits escuchabam atentos el relato—y los tres discutiendo entre ellos de como nos iban a cocinar. Si a la brasa o ensartados o engullidos crudos uno por uno sin cocinarnos ni nada.
—Tanto tiempo pasaron debatiendo los trolls—Bilbo seguía relatando la historia—que el primer rayo de sol apareció sobre los árboles, prf—Bilbo hizo un gesto con las manos para dar émfasis al relato. Los niños se sorpendieron—convirtiendolos en rocas.
Bilbo seguía explicando su aventura y Dahlia fue a picar algo. Se encontró con Gandalf en el camino y cuando iban a empezar a hablar, un fuego artificial se alzaba descontrolado. Cogió la forma de un dragón y descendía del cielo. Todos los presentes empezaron a correr y a agacharse para evitar ser quemados por el dragón.
Todos estaban agachados y cuando el fuego artificial parecía que se acababa, terminó de brillar una última vez. Los hobbits se levantaron y aplaudieron tal espectaculo.
—Que bueno—dijo Meriadoc Brandigamo con la cara llena de ceniza.
—Hay que ir a por otro—le dio la razón su amigo Peregrin Tuk, con la cara igual a la de su amigo.
En ese momento Dahlia y Gandalf llegaron. El último, cojió por las orejas a Pippin y a Merry haciendoles retorcerse de dolor.
—Meriadoc Brandigamo y Peregrin Tuk. —Decía Gandalf—Debí imaginarlo...
Así pues, el mago puso a los dos traviesos hobbits a lavar platos y vasos. Entonces, Bilbo subió a un barril y todos empezaron a aplaudir.
—¡Mis queridos Bolsón y Boffin! ¡Tuk y Brandigamo! ¡Cavada! ¡Redondo!—los grupos de hobbits iban aplaudiendo a medida que eran mencionados—¡Corneta! ¡Bolger! ¡Ciñatiesa! ¡Y Ganapiés!
—¡Ganapié! —corrigió el mencionado. Todos rieron
—¡Hoy es mi centésimo décimoprimer cumpleaños!—Bilbo Bolsón empezaba su discurso! —Pero 111 años no són nada para vivir rodeado de tan excelented y admirables hobbits. —Todos celebraron ante el halago de Bilbo.
—No conozco la mitad de vosotros, la mitad de lo que deseariais y lo que deseo es menos de la mitad de lo que la mitad mereceis—todos parecían confundidos ante lo que Bilbo dijo—Yo...tengo...—Bilbo puso la mano en su bolsillo—asuntos que debo atender... —Gandalf y Dahlia se fijaron en como sacaba la mano del bolsillo y sacaba algo de forma discreta y puso las manos detrás
