SOFIA DÍAZ, una amante del cine, es contratada para documentar "La velada del año III". En este evento es donde conoce a IVAN, el cuál es un streamer muy conocido argentino, pero eso ella no lo sabe.
Iván se embarca en una búsqueda para encontrarla...
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LLEVABA MESES ESPERANDO ESTE VIAJE con gran anticipación, anhelando el momento de reunirme nuevamente con Carre. Dejé a mi hermano bajo el cuidado de Lucia durante las próximas dos semanas y le deseé mucha suerte, consciente de que Diego y el hermano de ella tienen una relación fraternal muy cercana.
— Señorita, ya hemos llegado.
— P-Perdon, estaba en mi mundo.
— No se preocupe. Mucha suerte con ese chico, pocas chicas tienen su valentía.
Mis nervios estaban a flor de piel mientras me paraba frente a la puerta. Dudé unos momentos antes de decidir si debía o no tocar el timbre. En mi mente, ensayaba qué decirle cuando lo viera. Finalmente, me armé de valor, subí el escalón y cuando pensaba en tocar la puerta, esta se abrió.
— ¿Que cojones?
Levanté la mirada y me quedé paralizada al encontrarme cara a cara con el chico de la velada. Al darme cuenta de lo cerca que estábamos, retrocedí instintivamente, pero resbalé y él, para evitar que cayera, me agarró del brazo.
Tuve una sensación muy extraña, como si hubiera encontrado algo que llevaba buscando desde hace mucho tiempo. Era desconcertante sentir un vínculo tan fuerte con alguien con el que había visto solo una vez. Me deshice de su agarre.
— ¿Vives con Rodrigo?
— ¡La pregunta no es esa! ¿¡Qué haces aquí?!¿Trabajas con él o algo así?
lo miré con confusión. — ¿Trabajar con él? No... Soy su amiga, nos conocimos en la velada.
El chico se llevó las manos a la cabeza. — Ese pelotudo...
— ¿Pero qué pasa?
— ¡Carrera me dijo que no te conocía! Paula, intente buscarte porque, bueno... Aquella noche que me ayudaste...
— lo interrumpí—. Espera, espera, yo no me llamo Paula. Me llamo Sofía.
— Como que Sofía.
Después de que Spreen me explicara todo, caímos en la cuenta de que Carrera nos había mentido desde hace meses y nunca mencionó a Ivan que ya éramos amigos desde la velada del año. Se le veía muy decepcionado.
Estuvimos horas hablando cómodamente, me gustaba mucho este chico. Se sentía completamente diferente a cuando hablaba con Carrera; con él, siempre había una barrera, una distancia que nunca lograba superar.
Pero con Iván, todo parecía fluir de manera natural, como si nos conociéramos de toda la vida. Aunque a veces parecía una psicópata porque solo le miraba a los ojos; tenía unas pestañas tan largas que no podía dejar de admirarlas.
— ¿Podés parar de mirarme así?— dijo de repente.
— Perdón, es que tus pestañas son tan bonitas, ¿usás algún serum?
