(Disculpen la demora es que es un capítulo un toque largo y bastante complejo de hacer. Quise resumir un poco el pasado para avanzar con el presente. Ya saben cómo llegaron a conocerse. Ahora vienen las respuestas a todas sus preguntas. Y también recomiendo que escuchen el tema que escucha Guido en este capítulo para que entren más en ambiente. Sin más que decir disfruten este capítulo. Saluditos, Fati)
02 de diciembre 2024.
Narra Guido.En mi barra sonaba "Fuiste lo mejor" de Intoxicados. Había estado todo el día en la cama, tirado, después de buscar a mi vieja la angustia volvió a ocupar un lugar importante en mi pecho. Yo ya sabía que hacía ella ahí. Se perfectamente que paso y también comprendo por que se dio así y que ellos hayan decidido, de alguna forma, ocultarmelo; y, aunque me haya costado y me siga costando terriblemente, acepto lo que me toca gracias a la consecuencia de mis actos.
Bianca había sido la mujer de mi vida, lo sigue siendo aunque ya no estemos juntos, aunque ella crea que me hirió pero creo que en todo esto me está dejando alguna que otra enseñanza. Yo sabía que si volvía y le exigía conocer a mi hijo no iba a tener problema. Los años habían pasado. Yo había cambiado considerablemente, y aparte había construido otra relación estable con mi psicoanalista Fernando. Fernando me escuchaba, Fernando me vio llorar como un nene como nunca nadie, además de Bianca; me había visto jamás en la vida, Fernando me enseñó mucho sobre esto y me dio las herramientas para poder aceptar que esta era mi realidad.
Si me dejan les explico como logre perderme a mi hijo debido a mis estupideces de pendejo boludo.Lo primero sucedió el diecisiete de abril del dos mil diecisiete. Con Bianca habíamos comenzado una relación, por lo menos así lo habíamos planteado en ese entonces. Era el cumpleaños de su mamá, que ya estaba en un estado crítico y ella había tenido una idea de hacer una cena con la familia de ambos.
Pase la tarde entera mandándole mensajes pero no me respondía. La llame y tampoco nada. Me había ido hasta su edificio a buscarla y me cruce con una escena bastante desagradable. Su amigo Pablo, de quien ya habíamos discutido, la estaba abrazando y le dejaba un beso en la frente para después irse y ella entró sin verme siquiera. Ya había entendido por qué no respondía. Le había dado a entender que no la quería ver con él nunca más porque me ponía inseguro y celoso la cercanía de ellos; más cuando los había visto en su graduación algo cariñosos. Hoy en día entiendo que Pablo no era más que un buen amigo, homosexual, que esta casado con otro colega de ellos si no mal entendí cuando hablé con él por fin.
Mi cabeza fue muy traicionera. Pero quien me iba a hacer entender a mi que esto no era lo que yo creía. Estaba cegado ante mis ideas, ante una película que creé en mis pensamientos. Enojado me fui con Sofia. Quien no había dejado de mandarme mensajes y con quien, alguna que otra vez, había estado a escondidas de Bianca. El detalle, más grande, que a mi se me había escapado por completo era que Bianca esperaba un hijo mío... estaba embarazada.
De la nada me encontré fumado, tomado y cogiendo con Sofia. Gastón golpeó mi puerta y a duras penas lo atendí. Todavía me acuerdo lo que me dijo.—¿Que haces, pendejo? —pregunto con la cara destruida. Algo había pasado.
—Que carajos te importa, Cuti. ¿Que queres? No ves que estoy ocupado. —a mi costado se escuchó la voz de Sofia y aún tengo grabado en mi cabeza como la cara de mi hermano mayor se transformó por completo.
—Sos una bosta, Guido. Mira que yo pongo y pongo demasiado de mi para que Bianca esté bien, pero vos... vos no dejas de ser una mierda con ella. Te aviso que tu suegra falleció a la madrugada. —se apartó un poco y pude ver a la mujer responsable de todas las pesadillas que tuve después de todo esto.
—No... Bianca. —quise salir y Gastón me empujó.— ¿que haces, Gastón? Déjame. —seguí forcejeando con él un poco más hasta que otras manos me empujaron lejos de él.
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Memorias | Guido Sardelli
FanfictionBianca tenía un secreto, un secreto de seis años. Y por más que buscaba consuelo su memoria llegaba a atormentarla cada año nuevo en donde ese secreto cumplía años.