Capitulo 11.

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09 de Diciembre 2024
Narra Bianca.

—Bueno, mi vida. ¿Tenes todo? —Gio dijo que si con la cabeza con su gorrita roja puesta y me abrazo.— Llámame cualquier cosa, papi, sabes que no tengo nada que hacer así que estoy para lo que sea. Mañana al mediodía voy para allá así almorzamos con las tías. Los amo mucho.—los abrace a los dos y me quede en la puerta del edificio hasta que los vi desaparecer en la esquina.

Mire mi celular. Eran las diez y media, le había dicho a Guido que espere a que le confirme que Gio se había ido para poder venir. ¿Por que le había puesto un nombre tan parecido? Siempre refunfuñaba sobre eso pero me encantaba mucho el nombre Gio y solo Gio, no Giovanni, y Emiliano también siempre me gusto y queda bien como nombre compuesto con mi apellido. Espero que eso no sea un tema de discusión, no pienso sacarle mi apellido a mi hijo. Gio iba a ser siempre Gio Emiliano Ceol.

Basta.

Hay que bajar la guardia ya. En todo caso él podría agregarle su apellido más adelante, todo se puede charlar. Todo lo que había hablado con Gabi el martes se había ido al carajo de mi cabeza, pero tenía que esforzarme por recordar y serenarme. La idea es llegar a un acuerdo común para poder hacer el reencuentro más ameno con y para Gio. En la semana charlamos un poco más. Iba a hacer de comer una carne a la bolsa con papas. Mientras Gio se preparó yo me puse a cortar todo así tenía todo listo para cuando Guido llegue. No se si íbamos a poder comer mucho pero el intento de almuerzo iba a estar listo. Subí y chequee la carne y la volví a meter al horno.

Guido.

Hola, Guido, buen día. Gio se acaba de ir así que te espero. 10:33

Deje el celular cargando y me fui a poner la mesa. Había ordenado la noche anterior después de que Gio se durmió. Guarde sus fotitos en el cuarto y cerré las puertas de las dos habitaciones. Agarre el celular que sonó y los nervios se hicieron sentir.

Guido.

Hola, Bian. Estoy en camino ya. En tres minutos estoy. 11:40

Avísame cuando estés abajo. 11:43

Puse música en el tele y "El Deseo" de Cultura Profética lograba traerme un poco de paz aunque la letra sea bastante significativa en estos momentos.

Fácil decirlo pero como cuesta dar con ese instante para decirte tengo... tengo una intriga que no descansa, tengo mucha curiosidad y aunque el agua está bien clara no veo como saltar... y ya se que todo miedo esconde un deseo y más, más y más lo creo cuando muy de cerca te tengo viene el silencio, me pongo muy inquieto, tratando algún movimiento y tu así me miras sonriendo entonces entiendo... —cante un poco mientras observaba por el balcón los autos pasar. Suspire y busque calmar mis latidos.— Tranquila, va a estar todo bien. —y un viento golpeó mi cara trayendo un pluma blanca a mi balcón. Sonreí, siempre tomaba estas cosas como señales de mi mamá.— Gracias, ma... se que estás acá dándome el apoyo que te gustaría estar dándome. Te extraño. —me adentre al living y vi como la pantalla del celular se encendía.

Guido.

Estoy abajo. 11:55

Lo deje en visto y agarre las llaves para salir disparada al ascensor. Cuánto más rápido se pase esta etapa de nervios por vernos otra vez, mejor iba a ser la próxima charla. Me mire al espejo conforme con como me veía.

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Memorias | Guido Sardelli Donde viven las historias. Descúbrelo ahora