Capitulo 19.

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10 de Enero 2025.
Narra Bianca.

No me daban las manos para llamar a Guido. Lo había llamado desde que hablé con Virginia. Estaba en una tremenda crisis, Virginia venía en camino y le rogué a mi papá que tenga a Gio hasta mañana que pasó algo.

Después de cortar con Virginia pude abrir el mensaje de Yanina.

Yanina Latorre.

Hola Bianca. Cómo estás??? Mira yo te comento porque ya sabes que laburo para Ángel y él protege mucho a sus primitos. Calculo que ya sabes de que o de quién, mejor dicho, te hablo y sino lo sabes hablo de los airbag

Me acuerdo haber saltado de la cama. No sabía si responderle o no. Tenía que.

Hola Yanina, todo bien, creo. Si ya se de quienes me hablas, pero que tiene que ver conmigo???

Espere unos quince minutos en los que me volví loca caminando de un lado a otro y busque mis cigarros.

Bueno para serte lo más concreta posible me pasaron unas fotos. No se de donde las sacaron si del celular de él o como llegaron pero me las pasaron y me están vendiendo una primicia y yo siendo madre y viendo un poco más fuera de mi laburo la situación preferí venir a avisarte. Me pasaron tu nombre tu perfil tu numero TODO y también me pasaron fotos de tu hijo y de Guido que supongo también es su hijo (porque son iguales)

El escalofrío que sentí en todo el cuerpo. Sentía que mi corazón iba a estallar con toda la furia que atravesé leyendo ese mensaje. Me empecé a marear, me dieron hasta ganas de vomitar. Las manos me temblaban pero junte mucha fuerza para poder escribirle con lágrimas en los ojos.

Yanina te pido por favor que me digas quien fue. Esto es algo muy privado muy íntimo es una situación muy complicada se que como mamá me vas a saber entender por favor te lo pido no publiques nada de nada

Yo no voy a publicar nada, amor. Pero no se a cuántas personas más le habrán pasado todo esto. La cuenta es de Instagram y me pasaron todo una vez que vieron que vi todo me bloquearon y el usuario no era un nombre ni nada de eso. Quédate tranquila que yo no voy a abrir la boca. Queda acá.

Muchas gracias por avisarme de esto. Tendrás alguna prueba, no se algo que pueda usar????

Si si le saque captura a todo ahí te las paso. Úsalas bien. Y de nada.

Y empezó a pasarme capturas donde figuraba mi información, fotos mías, mías con Guido que habíamos sabido sacarnos con su celular, fotos de Gio bebé, de Guido y Gio en año nuevo...

—No, no puede ser... dios.

Me estaba dando un ataque terrible hasta que sentí que sonó el timbre. Corrí a la puerta baje rápido y Virginia estaba igual de urgida que yo. A penas la puerta se abrió me abrazo y empecé a llorar desconsoladamente. Me ayudo a caminar y subir. Me sentó en el sillón y me trajo un vaso de agua que no pude ni agarrar.

—¿Qué te dijo? ¿Qué pasó?

Lo único que atiné a hacer fue pasarle el teléfono que seguía abierto en la conversación con la periodista. Mi amiga revisó todo y su rostro era furia total.

—Fue esa hija de puta, Bianca. Pensalo, ¿de donde van a sacar fotos de ese estilo si no es alguien cercano a Guido? El no va a pasar nada, sabes cómo es con su vida privada y mientras menos se sepa mejor.

—Que voy a hacer, Virginia. Es como me dijo ella anda a saber a quienes más les pasó las cosas. Ella no va a poner nada pero cualquier otro chupa sangre lo va a hacer. Me voy a morir. —decía llorando con una desesperación increíble.

Empecé a hiperventilación y de la nada todo se volvió oscuridad.

[...]

No sé cuánto tiempo pasó, no se que siguió después de que me desmayé, pero ahora estaba internada. Estaba ingresada en la clínica con calmantes, estaba con la presión demasiado alta, no me podían estabilizar. Virginia manejo todo muy bien, con ayuda de Pablo y Martín. Estaban haciéndome compañía cuando me desperté y los vi con una evidente cara de preocupación y pensé lo peor.

—No, no... tranquila. Respira, tranquila. —me pidió Pablo.

—No, ¿como queres que esté tranquila? ¡¿VOS ENTENDES LO QUE ESTÁ PASANDO?! Van a circular fotos de mi hijo, pasaron mi información, mi teléfono, mi dirección, tienen fotos mías con Guido, fotos de Guido con Gio... tienen fotos de mi hijo cuando era bebé... —empecé a desesperarme de nuevo y la maquina que manejaba los latidos de mi corazón empezó a sonar nuevamente alertando a los médicos que ingresaron enseguida echando a mis amigos y me volvieron a dormir.

Memorias | Guido Sardelli Donde viven las historias. Descúbrelo ahora