Cap. 17

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Las clases retomaron su curso y volví a ver a Evelyn después de lo sucedido en Nochebuena. Sabía que aún quedaba pendiente una conversación con ella, así que la invité a la biblioteca después de clases. Era un lugar que rara vez frecuentábamos y nos permitía la privacidad de conversar.

—¿No pensabas contarme? —me preguntó con tono enfurecido.

—Lo siento mucho, no supe cómo...

—Te perdonaré, pero quiero saber qué sucede.

En ese momento compartido, abrí mi corazón y le confesé todo desde el principio: cómo me sentía y el peso con el que cargaba. Se compadeció de mí y me consoló como solo ella sabía hacerlo. Con sinceridad y sin pelos en la lengua, me dio los consejos que tanto había esperado. Había sacado un gran peso de mí al contarle todo; hubiera deseado haberlo hecho hace mucho tiempo. Ahora sabía que no estaba sola lidiando con mis emociones. Su gran y valiosa amistad era todo lo que necesitaba.

—Hablé con Hero luego de que ustedes se fueron... Me dijo lo que sucedió y que sentía algo por tí. Él jamás se habría abierto así, mucho menos conmigo, así que creo que está devastado.

—Él me ha dejado claro que no quiere estar conmigo y cerré mi corazón a una posibilidad con él...

—Me contó lo que pasó con su madre. Su padre solía beber mucho y luego la golpeaba. A pesar de todo, ella parecía estar enamorada de él y se negaba a dejarlo. Pero un día, escuchó una discusión en la que él le pedía perdón por traicionarla, sin saber los motivos. Después de eso, ella se suicidó y nunca más volvió a saber de él. Cree que amar puede ser doloroso, al punto de causarte tanto sufrimiento que decidas terminar con tu propia vida.

Escuché atentamente.

—No puedo asegurarte que Hero sea la persona correcta para ti. Ambos han sufrido y tienen mucho que sanar. Juntos o separados deben resolverlo. Y tomes la decisión que tomes, te apoyaré.

Sus palabras resonaron en mi corazón, él me ha dicho que me aleje. Me preocupa que sus acercamientos solo busquen lo físico, que el calor de su piel no sea más que un reflejo de su propia oscuridad. En su presencia, siento una mezcla de deseo y temor, como si estuviera danzando en el borde de un abismo entre la atracción y la precaución. Pero aún me dolía el pecho por la angustia que mis conflictos emocionales me causaban. A pesar de sentir una irresistible atracción hacia Hero, mi corazón seguía cerrado ante una oportunidad con él. Lo único en lo que pensaba era en luchar contra la tentación y olvidarme de él a cualquier precio, porque la decisión de volver algún día con Marco estaba tomada.

Los siguientes días me enfoqué totalmente en el estudio, poniéndome al día con mis apuntes y materias. Ignoré por completo cualquier tipo de acercamiento con Hero, quien aún me buscaba en clases y me dejaba mensajes suplicando hablar. También evitaba a Marco, por más difícil que fuera, ya que aún me encontraba bajo su mirada cada día en clases. El distanciamiento que deseaba no fue efectivo con ambos, ya que cumplimos con nuestras responsabilidades académicas. Ambos se sentaban solos, lejos de Evelyn y de mí, y en ningún momento se hablaban. La amistad que había entre ellos estaba rota y me lamentaba cada día por ello.

—Te he estado llamando, no respondes mis llamadas y me evitas —me dijo Hero, interceptándome en la biblioteca.

Normalmente no me quedaba sola, ya que él acostumbraba a sorprenderme en situaciones como esta. Había solicitado a Evelyn que en cada momento estuviera conmigo para que él no lo intentara, pero casualmente hoy no asistió a clases y fui por un libro, aprovechando la soledad para leer tanto como pudiera.

—Tal vez porque no quiero hablar contigo, ¿no crees? —respondí fríamente.

—Nos debemos una conversación hace mucho tiempo.

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