-.・。.・゜✭・Capítulo 5・✫・゜・。.

10K 1K 190
                                    

˚₊‧꒰ა LALISA MANOBAL ໒꒱ ‧₊˚

Entré a la casa y sonreí al ver a mi madre sentada leyendo, como siempre al momento de que llegaba a la casa. Me acerqué a ella y la rodeé con mi brazo, depositando un beso en su mejilla y sintiendo la calidez de una madre.

—¿Cómo está la madre más hermosa de este mundo? —rodee el sofá y me senté en la mesa de centro, quedando frente a ella—. ¿Te sientes bien?

—Me siento bien —levantó la revista—. Solo me entretenía, ya que mi hija y esposo no me quieren dejar salir de la casa.

–Bueno, por cuestiones médicas no puedes. ¿Dónde está papá?

—Se encuentra arriba, se está dando un baño —mi madre se frotó la nuca—. Me duele un poco el cuerpo, pero con las medicinas se me pasa.

—Tengo que irme a trabajar, pero puedes estar segura de que regresaré temprano, por favor, no hagas esfuerzos, Mami —agarré su mano—. Te quiero sana.

—Eso te lo deberé, pero si me tendrás por mucho tiempo más, hija —sonrió con tristeza—. Creo que me dormiré temprano. Estaba pensando, puedo poner un pequeño puesto aquí en la casa, para ayudarles con el tema de dinero a ti y a tu padre.

—No, mamá, para nada. Déjame eso a mí, yo me puedo encargar perfectamente de eso sin necesidad de que te esfuerces.

—Estudias muy duro y trabajas mucho, mereces un descanso, Lis —torció los labios—. Te estoy explotando, las quimioterapias no son Económicas. Déjame hacerlo.

—Hacemos lo que podemos y sabes que eso no pasará, para el día de tu operación todo estará excelente —le aseguré—. No te preocupes por eso. Subiré, tengo muchas tareas que hacer.

—¿Y qué hay de la universidad de Columbia?, ¿tienes algo?

—Nada. Pero no pierdo la fe de ingresar, y si te soy sincera, no es mi mayor deseo dejarte así. Sé que no me aceptarán, por eso no me preocupo —me puse de pie—. Estaré arriba, cualquier cosa me llamas.

Ella forzó una sonrisa.

Sabía lo poco que le agradaba que me esforzara de esa manera, pero para mí no era arriesgado. Solo quería que ella viviera más tiempo.

Desde que tengo memoria siempre me han importado mis estudios, pero cuando me enteré de que mi madre estaba diagnosticada de cáncer, no lo pensé dos veces y supe que no era lo único que tenía que ser de mi entera importancia.

Tenía más cosas por las cuales preocuparme y dejar todo lo que soy, y eso era mi madre, hiciera lo que hiciera, ella tenía que sanar. Cerré la puerta de mi habitación detrás de mí y saqué el dinero de mi bolsillo, lo eché en la respectiva cartera que usaba para ahorrar el dinero y me froté el rostro al ver que faltaba mucho más de la mitad.

Para nadie era un secreto que estaba en esa universidad por una beca, pero yo quería otra universidad, quería un traspaso a una universidad que me diera lo que yo quería, y no me iba a rendir, como era común en mí, estudié un poco y al terminar, me di una ducha para caminar hasta mi trabajo. Entré a la cafetería saludando a mis compañeros y yendo a la parte de atrás para vestirme.

—Llegas un poco tarde —dijo Noreen, una de mis compañeras—. Por poco y la jefa nos calla a gritos.

—Lo siento, es que me retrasé haciendo tareas —expliqué—. ¿Y Rosé?

—Está atendiendo, pero te digo que no sé qué le pasa hoy, sabes que ella es tímida, pero hoy está más tímida que todos los días —comentó Noreen—. Tienes que decirle que deje eso.

El Arte De Amar. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora