.・。.・゜✭・Capítulo 24・✫・゜・。.

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˚₊‧꒰ა LALISA MANOBAL ໒꒱ ‧₊˚

Movía mi libro de un lado a otro, sentada en una de las mesas de la cafetería, estaba sola sentada en esa mesa. Pero a lo lejos podía ver a Yeji, ni tan lejos, estaba tres o cuatro mesas después de la mía, así que no era realmente lejano, no cuando veía que solo podía observar a Hael, quien se encontraba conversando con sus amigos.

Ella aún seguía sintiendo un amor platónico por él, no le decía nada sobre lo que sentía y eso con el paso del tiempo complicaría mucho más las cosas. Incliné la cabeza hacia un lado, y noté como sonrió cuando Hael soltó una sonora carcajada.

Formé una mueca y seguí mirando.

Me paré de mi mesa y me dirigí hacia ella, sentándome justo al frente. Yeji levantó la mirada sin comprender el porqué yo me había sentado en su mesa, y si soy sincera, yo tampoco sé, porque de cupido no tengo nada. Sin embargo, era bastante obvio lo que estaba ocurriendo aquí.

Y es que sí se lo proponía ese sentimiento podía llegar a ser mutuo.

—¿Por qué no te acercas a él? —inquirí.

Ella me miró fingiendo confusión.

—No sé de qué hablas —se llevó su botella de agua a los labios.

—No, sí sabes de lo que hablo —me acomodé en el asiento—. Incluso, lo sabes mejor que cualquiera. Tienes fotos de él.

—¿Tú como sabes eso? —me miró horrorizada—. Pero eso es mentira.

—Solo un idiota no se da cuenta de que eso es así —me troné los dedos—. Ve y díselo.

—No se lo diré, no es tan fácil, si me rechaza delante de todos sus amigos será una vergüenza, además, a él todavía le gusta Jennie —recalcó—. No sé por qué me ayudas si yo arruiné a Jennie, no del todo, pero ayudé a que así fuera.

—Porque lo que menos me importa es ver como babeas por él cuando puedes decirle de frente que te gusta, ir allí, y aunque te rechace te quitas eso de arriba —dije—. Ve y dile.

—No es tan fácil, lo dices porque Jennie te corresponde, pero él no me corresponde a mí —Yeji formó un puchero—. Es un tonto que solo piensa en jugar.

—Sí es –me miró mal, me encogí de hombros—. Tú lo dijiste, yo lo afirmé. No eres mi persona favorita, de hecho nadie lo es a excepción de mi Nini, pero por lo menos inténtalo y si lo haces, pierdes o ganas, no hay intermedios y no hay nada mejor que eso.

—¿Interrumpo algo? —las manos de Jennie se posaron en mis hombros—. Hola, mi amor —me agarró de las mejillas y puso mi cabeza hacia atrás para besarme, tronando mi cuello–. ¿Extrañaste a tu novia?

La miré raro, —Siempre te extraño. ¿Todo bien?

—Superbién —con su mano apretó mi hombro.

—¡Auch! —sonreí hacia Yeji—. Así demuestra su amor.

—Ya veo. Muchas gracias, Lis, en serio. Aprecio mucho apoyo —Yeji me sonrió.

—Apoyo dice, qué graciosa —farfulló Jennie.

—No es nada, inténtalo, verás que lo vas a lograr —levanté mi pulgar. Yeji se paró de la mesa y se fue, no sin antes despedirse de Jennie, la cual no le devolvió el saludo—. Ni...

—Nini y una mierda, no me hables —se giró saliendo de la cafetería.

—¿Pero y yo que hice? —me rasqué la cabeza y me paré corriendo detrás de ella.

El Arte De Amar. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora