El Arte De Amar. (Jenlisa)

.・。.・゜✭・Capítulo 15・✫・゜・。.

˚₊‧꒰ა JENNIE KIM ໒꒱ ‧₊˚

No miento al momento de decir que Lisa me ha estado ignorando durante dos días seguidos, hemos dejado ir al salón de actuación y lo peor de todo es que, siempre que quiero acercármele, ella se rehúsa y se va por otro camino. Hasta este punto no sé qué pasó, no sé qué hice mal.

Me lo pregunto y lo analizo, pero no encuentro razón a su forma de tratarme, estoy casi segura de que tiene que ver con la otra chica. Ella no haría eso de la nada sin tener una razón por detrás. Paseé de un lado a otro, esperando junto al director que Lisa entrara por esa puerta.

A diferencia de las veces pasadas, esta vez tenía fe de que ella no faltara al ensayo, asimismo, no solo faltó al ensayo, sino también a una clase muy importante y ese mismo día tampoco fue la chica esa. ¡Más claro imposible!

Pero si siente algo por ella no comprendo el porqué no es capaz de decírmelo, enfrentarme como tal, lo nuestro es solo un contrato, pero por lo menos espero sea sincera en muchas de las cosas.

No era de mi incumbencia, pero si la gente comenzaba a verla más con ella que conmigo, iban a sospechar que entre nosotras no había ni odio. Me llevé la mano al cabello y resoplé, teniendo que soportar las horas muertas, esperando a que Lisa por fin se dignara a pasar por esa puerta y actuar como lo hacía antes.

Sonriendo.

Porque ella tiene una hermosa sonrisa, no me atrevía a decírselo, pero quería que sonriera más, que mostrara cuan brillante podía ser sin miedo a que la juzguen. Pestañeé repetidas veces, mirando directo a la tarima. Me puse de pie habiendo perdido la fe de que ella aparecería.

Pero me quedé parada en el mismo lugar cuando la puerta del salón se abrió, dejando ver a Lisa, quien lanzó su mochila a uno de los asientos y caminó hasta la tarima, no sin antes darme una mirada, avisándome que ya estaba ahí. El director aplaudió.

—Hasta que por fin apareces, tenemos retraso, la obra se tiene que presentar en dos semanas y ustedes ni siquiera tienen la parte final —se quejó—. Todo mal. ¡No hay brillo!

—Lamento eso, tuve unos inconvenientes —se disculpó.

—Con alguien más —dije como indirecta.

—Yo no juego a dos bandos —respondió gélida, sin mirarme— Podemos comenzar.

—Claro, prepárense. Ya saben, autenticidad, naturalidad y romance, esos dos —el director se sentó, dejándonos nuestro espacio.

Lisa no me miraba, ni siquiera teníamos la conexión de hace días atrás. No podía mirarla, no podía acercarme a ella porque instantáneamente se alejaba. ¿Qué demonios le pasaba?, no sé qué fue lo que hice para provocar dicho alejamiento.

No recuerdo haber dicho alguna palabra o hecho alguna acción que detone su indiferencia. Pero me dolía, me dolía ver como me ignoraba y hacía como que yo en realidad no existía. No me gustaba sentirme así, mucho menos que mi pecho se hunda en un dolor agudo que se esparcía por todo mi cuerpo.

Ya suficiente tenía con todos los problemas de mi casa para que ahora ella venga a hacerme esto, sabía que lo que Lisa y yo teníamos era todo de un contrato, de no haber sido por mi mentira jamás nos encontraríamos en esta situación, pero no me gustaba ver esto de ella.

Al principio me trataba con indiferencia, pero no me importaba, no obstante ahora sí me importa. Estoy enojada, no con ella, conmigo misma, por la manera en la que trato la situación cuando en otro momento hubiese mandado todo a la mierda y terminado con toda la indiferencia que estoy recibiendo de su parte.