El Arte De Amar. (Jenlisa)

.・。.・゜✭・Capítulo 23・✫・゜・。.

˚₊‧꒰ა LALISA MANOBAL ໒꒱ ‧₊˚

Dejé las flores sobre la tumba de mi madre, leyendo su nombre allí. Jennie estaba a mi lado, su mano entrelazada con la mía, decidió acompañarme, y aun con su compañía yo sentía que me faltaba algo y era así.

Por supuesto que me faltaba algo, una gran parte de mí se había ido con mi madre, me dolía, pero no me sentía completamente sola. Era un tipo de ansiedad mezclada con intriga, una de donde no sé en qué momento apareció.

Aún podía escuchar su voz, e incluso saber que ella me estaba mirando, no obstante, ese vacío nadie lo podrá llenar, ni siquiera sus recuerdos. Necesitaba de alguna forma dejar en las cosas negativas, sabía que todo esto traería cosas positivas a mi vida, pero su muerte es de las que más me dolerán.

—Después de todo lo malo vienen cosas buenas —dijo Jennie—. Te prometo que de ahora en adelante todo será memorable.

—Tengo fe de que será así —comenzamos a caminar fuera del cementerio—. Ahora solo falta algo para que todo sea lo que yo quiero.

—¿Y qué quieres tú?

—Que hables con tu familia, Jennie. Tal vez no estás en la obligación, pero eso te hace sentir mejor —comuniqué—. Y si te reconforta, yo estaré ahí para ti.

—No sé como te quedaste a mi lado, yo soy un arcoíris de tonalidades grises —dijo Jennie.

—Mi color favorito es el gris.

No quería que ella pusiera más peros, sino que avanzara e hiciera lo que le dicta su corazón y para hacer lo que dicta su corazón, primero tendrá que dejar todo lo que es llamado rencor. Así eso solo fuera un "te perdono".

Era más que suficiente, aunque su padre no lo escuchara, creo que sería un alivio para Jennie, ella es la que vivirá con el perpetuo dolor en su corazón, por lo tanto, yo no quiero que lo haga. Prefiero que perdone rápido a que viva con eso en la mente.

Porque lo que atormenta a la mente le impide al alma vivir como quiere.

Lo que fue un día llegando a casa sin ver a mi madre, se tornó una semana y dos, hasta tres. Llegó un punto en el cual habían pasado dos veces. Llegar y ver a mi padre en el mismo lugar en el cual ella se sentaba me devolvió la fe de algo.

No me sentía del todo sola si me sentaba con él a ver la hora pasar o apreciaba las pequeñas cosas de las cuales él me comentaba. Hablarle sobre Jennie o verlo acariciar al perrito que Jennie me regaló, al cual le llamamos Love. Fueron muchas cosas en tan poco tiempo, o pasó mucho tiempo e hice todo lo que yo quería.

Pero me percaté de algo, y es que, aún yo sentía a mi madre. Podría estar loca, pero había pasado poco tiempo desde su muerte, llevarle flores casi todos los días se había vuelto un ámbito y conversarle sobre como iban los trámites para irme a la nueva universidad, no era fácil cuando eso lo quise hacer cuando ella estaba viva.

No le llegué a decir con franqueza todo lo que yo sentía por ella y todo lo que le agradecía, no se debió a su falta de amor, sino a la falta de mi valentía. No me arrepiento de todo lo que viví con ella, pero me hubiera gustado verla vivir un poco más.

˚₊‧꒰ა JENNIE KIM ໒꒱ ‧₊˚

Leí entretenida los pasos para entrar a dicha academia de baile, paso por paso sin saltarme nada y llenando dicho formulario. Estaba tan sumergida en dicho asunto, que solo sentí la presencia de mi padre cuando levanté la cabeza, fueron toques ligeros en mi puerta, la cual estaba entreabierta.