IV

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- Bueno, pues ya quedó.

Minho se secó las manos con una toalla distinta a la que usó en el cabello de Yongbok y lo giró para que quedara justo frente al espejo.
Ya le había secado y peinado el cabello para darle la mejor vista posible.

El ahora rubio cerró los ojos y los abrió lentamente una vez estando frente al espejo, le gustaba, era un alivio, temía el odiar su nueva imagen y salir corriendo por un tinte que lo regresara a su tono natural, pero no fue así, le encantaba lo que veía.

- ¿Y? ¿Que tal? ¿Soy un buen estilista?

Yongbok seguía asombrado tocando todo lo que podía de su cabello, posando en diferentes ángulos.

- Uno increíble...

Minho sonrió complacido.

- También fue de mucha ayuda el modelo, con otro rostro esto no se vería así de estupendo.

Yongbok rió, una risa sincera que le salió del corazón, hacía mucho tiempo no se sentía cómodo estando frente al espejo.

- Creo que es lindo pero... Hace resaltar mis pecas.

Dijo mientras se frotaba las mejillas como si con esa acción lograra removerlas.

- ¿Por qué no usas maquillaje?

- ¿Maquillaje?

Preguntó confundido imaginándose a si mismo de una manera graciosa.

- No te imagines con labial, igual si lo quieres usar no juzgo.

Dijo rápidamente levantando las manos, no conocía a su nuevo primo y temía ofenderlo.

- Cállate, claro que no.

Rió divertido dándole un pequeño golpe.

- Me refiero a la base, es una crema con color que fácilmente tapará tus pecas, también puedes utilizar polvo para que no sea tan notorio el hecho de que estás usando maquillaje.

Era una buena idea, más que buena de hecho.

- ¿Y dónde consigo eso?

- Donde conseguiste el tinte, los de la botica Han son increíbles con ese tipo de productos. Tu amigo se enfoca en las flores pero también trabaja en la botica, puedes pedírselo a él.

Es verdad, la familia de Han era muy adinerada, son los encargados de plantar todo tipo de flores y especies para con ellas hacer esos hermosos arreglos que lucían en los eventos reales, además con las mismas elaboraban productos de distintas áreas, como jabones, perfumes y ahora maquillaje.
Jisung siempre estuvo involucrado en todo lo que implicaba su oficio, pero al ser joven siempre estuvo encargado solamente de cuidar las flores y ayudar en la elaboración de los arreglos, ahora eso había cambiado, ya era mayor y abarcaba más que antes.

- Sí... No creo que me dejen salir después de escaparme por la mañana y mucho menos cuando me vean con este cabello. ¿Por qué no vas tú?

- ¿Yo? Es probable que se enteren que te ayudé a teñirte así que tampoco me dejarán salir.

Ambos lucían decepcionados y el príncipe estaba tentado a escapar nuevamente del castillo.

- ¡Ya sé! Mis padres insistieron en traer con nosotros a nuestro personal más cercano, uno de mis guardias puede salir a buscarlo, me lo entregará y yo te lo daré a ti.

Ahora todo tomaba sentido, desde que llegaron sus parientes habían llegado también algunas otras carrozas con más personas y el castillo se sentía más habitado de lo normal, era probable que el personal estuviera en medio de pruebas y evaluaciones ya que no cualquiera puede quedarse a compartir el mismo sitio que la realeza, no era por soberbia sino por seguridad.

Fotografía Prohibida - HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora