En el jardín se encontraban las damas, todas sentadas al rededor de una mesa circular conversando y tomando té, temía por el tema de conversación.
Se acercó a ellas dando una ligera reverencia para saludar.
- Señorita Nayeon, no estaba al tanto de su visita.
Sonrió a la chica quien asintió incómoda.
- Fué... Repentina, incluso para mí.
Las demás se veían entusiasmadas con la presencia de la hija de los Im, después de todo no siempre había mujeres nuevas en el palacio.
- Invité a Nayeon a quedarse por más días pero no logro convencerla... Es una pena, hace tanto tiempo que no nos reuníamos todos.
Agregó su madre, la Reina, con aquella aura amable pero imponente al mismo tiempo.
- Sí... Ha pasado mucho.
El ambiente se volvió incómodo, sus hermanas comenzaron a insistir la extensión de su estancia pero la chica se veía dudosa.
Las dejó seguir con su conversación y regresó a su habitación, el tiempo con Hyunjin se había reducido por ese evento y tendría que encargarse de sus pendientes.
Entró a la habitación para avisar a Hyunjin que tendría que salir la mayor parte del día, lo encontró comenzando el boceto de la pintura.
- No pierdes tiempo.
Volteó a verlo sonriendo y dejó el pincel al lado.
- Saldré todo el día, tengo que hacer varias cosas... ¿Estarás bien aquí?
- ¿Me estás dejando como si fuera tu mascota?
- Si
- Entonces estaré bien.
Ambos sonrieron mirándose por unos momentos como tratando de decir algo, pero ninguno se atrevía a hacerlo.
- Sobre la señorita Nayeon... ¿Crees que ella...?
Mencionó Hyunjin jugando con sus manos con la mirada agachada.
- ¿Sospeche de nosotros? Estoy segura de que lo sabe, ella siempre lo sabe, pero no te preocupes, no dirá nada, la conozco.
Y estaba en lo correcto, antes de salir a realizar su agenda fue a la habitación de la chica, quien se preparaba para partir nuevamente a París.
- Es un viaje largo.
La chica lo miró y sonrió, sentía una presión en su pecho al dejarlo allí, sabía que no sería fácil y quizá imposible que este siguiera con su romance.
- Lamento haberte hecho venir, sé que fue por mi culpa.
Nayeon negó, ella siempre estaba dispuesta a ayudar.
- Sé que no tenías opción, aunque hubiese sido mejor si me hubieras dicho desde el inicio para así preparar algunas respuestas en conjunto.
- ¿Que fue lo que te dijo mi padre?
- Bueno... Que mencionaste habías ido a París para encontrarte conmigo, le dije que quería realizar algunos proyectos y necesitaba ayuda.
Yongbok sonrió aliviado.
- Pensamos igual entonces.
- ¿Si? Es un alivio, debería comenzar algún proyecto sino tu papá no nos creerá.
Esa chica era increíble, siempre era amable y risueña, era afortunado de tenerla, si hubiese sido otra persona esta no se hubiera atrevido a mentirle al rey, no como Nayeon.
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Fotografía Prohibida - Hyunlix
Fanfic•¿Podría alguien prohibir que le tomen fotografías y hacer que todos le obedezcan?• El amarse a uno mismo es una necesidad, si no cumples con ello te resultará difícil desarrollarte como ser humano... Pero ¿Quién ha dicho que eso es algo fácil? Para...