¡Extra! ¡Extra!

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Sus respiraciones estaban agitadas, sus cuerpos sudaban y sus corazones latían al mil por hora, estaban de regreso, recordaron aquella vez en la que estuvieron en un escenario similar, aquella vez en la que volvían de París antes de toda la tragedia.

- ¿Estás seguro de que tu padre no nos tendió una trampa y nos va a mandar matar en frente de todo el reino?

Yongbok rió divertido, también estaba nervioso pero el escenario que Hyunjin había creado fue demasiado exagerado.

- ¿De que te ríes? Siento como si eso fuera a pasar... O quizá ya pasó.

Reclamó Hyunjin para después ponerse pensativo y preocupado.

- ¿Crees que ya nos conocíamos desde una vida pasada? ¿No es eso muy cliché y cursi?

- A ti te gusta lo cursi, además... Es probable que sí haya sido así, ¿Cómo explicas el hecho de que nos sentimos atraídos como imán desde el primer momento?

Jamás lo había pensado, llegó un punto en el que dejó de sobre pensar y simplemente se enfocaba a disfrutar todos los momentos que vivía con la persona que lo hacía más feliz en esta vida.

- Pues... ¿Amor a primera vista?

- ¿Crees en eso? ¿A caso te enamoraste de mí desde el primer momento? Oww ¡Que lindo! ¡No lo sabía!

Yongbok se sonrojó hasta las orejas y se levantó rápido del asiento.

- Cállate y sal, ya llegamos.

Hyunjin tragó saliva, se levantó con las piernas temblorosas y salió de la carroza.

- Yongbok...

Dijo en una voz apenas audible sujetando la mano del nombrado y deteniendo su paso.

- ¿Qué pasa?

Preguntó confundido en el mismo tono.

- ¿Quieres ir por un dulce? Podemos ir a dar un paseo, o algo así... ¿Te acuerdas de aquel lugar en donde-

- ¡Hyunjin!

Estaba totalmente aterrado, quería encontrar alguna excusa para huir de la situación.

- Cálmate, mi padre no va a matarnos, estoy seguro de que el mío no.

- ¿Entonces quién? ¿El mío?

- Cálmate Hyun, dame la mano.

- ¡¿Entraremos de la mano?!

- No fui a buscarte hasta Annecy para andar escondiendote nuevamente. Dame la mano.

Rendido le extendió su mano temblorosa, y juntos comenzaron a caminar, no había nadie que los esperara a la entrada del palacio ya que nadie sabía la fecha exacta de su regreso, o al menos nadie de la familia real, porque el pueblo los había estado siguiendo sigilosamente desde la entrada al reino.

Se adentró al palacio por aquellas grandes puertas elegantes, tantas veces las había cruzado pero jamás habían sido tan aterradoras como esta vez, ni siquiera la primera vez que entró a buscar su cámara. Agradecía tanto haber tomado esa fotografía, aún cuando esta le había traído múltiples problemas, él no cambiaría nada de lo que había ocurrido hasta entonces.

Caminaron por los largos pasillos saludando a la servidumbre quienes los recibían con distintas reacciones, algunos se dirigían a ellos con sonrisas, otros con sorpresa, otros con miradas dudosas y alguno que otro con ¿Asco?
Tenían que acostumbrarse, en el tiempo que les restaba juntos se encontrarían con muchas reacciones, si bien el pueblo los había aceptado -o al menos la mayoría- su posición los obligaba a convivir con personas extranjeras y diversas, pero eso no importaba, ya habían pasado por mucho como para rendirse ante la primera mirada negativa.

Fotografía Prohibida - HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora