XXIII

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- ¿Que?

- Ya le dije, nos iremos a París.

-¿Que?

No cabía de la sorpresa, en un principio ni siquiera sabía si estaba dormido o despierto, no entendía nada, simplemente se levantó por la madrugada, fue a su jardín secreto comenzando a recordar los momentos con el castaño francés y de repente este estaba allí frente a él, hablándole y diciéndole que se irían del reino. ¿A caso se golpeó la cabeza? ¿A caso está sonámbulo? O quizá nunca se levantó y está soñando en su habitación.

- ¿Será que por la madrugada no le funciona el oído?

Empujó al castaño por el pecho haciendo que este cayera de espaldas, sorprendido abrió los ojos ampliamente y resopló.

- ¿Ahora me violenta? Igual me lo llevaré.

Dijo el pintor fingiendo enojo.
Yongbok estaba sorprendido, lo había empujado para confirmar nuevamente que este fuese real y sí, definitivamente lo era.

- No entiendo nada... Yo, ¡Yo te dije que te marcharas y que no volvieras!

Comenzó a darle pequeños golpes con los puños por todo el pecho derramando lágrimas sobre él mientras Hyunjin trataba de cubrirse de la agresión.

- Lo siento, usted no debe ser tan egoísta, yo también tengo derecho a decidir sobre lo que hago ¿Sabe?

Los golpes cesaron y se sentó en sus propias piernas con la mirada fija en el suelo.
Hyunjin sonrió y alejó unos cabellos rebeldes que habían quedado pegados en el rostro del rubio debido a las lágrimas.

- Su cabello creció.

Comentó mientras seguía peinando los mechones por detrás de sus orejas.

- ¿Me queda mal? A mí padre no le gusta.

Preguntó más tranquilo pero aún con aquel tono triste.

- Entonces a su padre no le gustan las cosas lindas porque usted se ve precioso con ese cabello.

Se avergonzó por el cumplido elevando un poco la mirada pero regresando la misma al suelo con una extrema rapidez después de hacer contacto visual con el lindo castaño.

- ¿Precioso? ¿Que estás diciendo? No luzco muy masculino, a veces me confunden con una chica... aunque a mí me gusta mi cabello, me siento bien con él.

Precioso le parecía poco, ese chico era lo más lindo que había visto en toda su vida... Él ha visto muchísimos rostros desde que comenzó a pintar pero el del príncipe lo capturó desde el primer momento en que lo vio, atrayendolo como un imán y atrapandolo en esa linda mirada que justo ahora se negaba a encontrarse con la suya.

- Yo creo que se ve Sexy.

Yongbok elevó el rostro y se rio de la respuesta inesperada.

- ¡Eres muy gracioso!

Dijo con una amplia sonrisa y dándole un golpe más en el hombro.

- ¿Gracioso? Es en serio.

Contestó ofendido al notar que el rubio no tomaba con seriedad su comentario.

- ¡No te creo!

Comenzaron a pelear de manera juguetona, contradiciendo las palabras del otro, dándose jalones y pequeños golpes.

Cayeron al suelo y comenzaron a rodar aún entre golpes, se detuvieron al cansarse quedando Yongbok sobre el pecho de Hyunjin.

La posición era cómoda para ambos, tenían una confianza inmensa y estaban solos allí así que no tenían por qué alejarse.
Ambos se sonrieron sin hacer nada más, sólo disfrutando de la cercanía del otro.

Fotografía Prohibida - HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora