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Siempre hay un imprevisto.
Un efecto mariposa que altera tu vida
pero que a su vez va marcando
el ritmo de las consecuencias.
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#TEENWOLF Fanfiction
SEASON 2.
Stiles Stilinski & oc fem!
------ FECHA DE P...
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AMBOS ESTABAN ATERRADOS, tanto que sus manos temblaban mientras empacaban, sus movimientos torpes y apurados, como si el tiempo se les escapara entre los dedos. El miedo impregnaba la habitación, se filtraba en cada rincón, haciendo que el aire se sintiera denso y difícil de respirar. Cada segundo que pasaba parecía amplificar la presión sobre ellos, haciendo que sus corazones latieran con fuerza descontrolada. Aaron repetía las mismas palabras como un mantra desesperado, intentando convencerse a sí mismo de que todavía podían escapar.
—Rápido, rápido, no deben saber que estamos aquí —murmuraba una y otra vez, su voz temblorosa y cargada de un pánico apenas contenido.
Ava observaba en silencio, sintiendo cómo la tensión crecía dentro de ella con cada palabra que Aaron pronunciaba. Sabía que estaban al borde de una crisis, que Aaron estaba a punto de derrumbarse y que cualquier cosa podría desencadenar una explosión.
Ella no podía ignorar la presión en su pecho, la urgencia de romper el silencio, de obtener respuestas. Necesitaba entender lo que estaba pasando, pero más que nada, necesitaba calmar a Aaron. Era consciente de que no podía darse el lujo de ceder al pánico por lo que pesar de que su propio miedo la carcomía por dentro, Ava entendía que alguien tenía que mantener la calma, y sabía que ese alguien tenía que ser ella.
—Aaron —lo llamó con suavidad, cuidando que su voz no añadiera más tensión al ya frágil ambiente.
Aaron cerró la mochila con un tirón brusco, como si completar esa tarea le diera un mínimo control sobre la situación. Se giró para mirarla, sus ojos aún reflejaban un miedo palpable, aunque intentaba esconderlo bajo una máscara de determinación. Su rostro estaba tenso, su mandíbula apretada, como si estuviera conteniendo una tormenta interna que amenazaba con desbordarse en cualquier momento.
—¿Puedes hablar conmigo? —le pidió Ava, con un tono suave, casi suplicante—. Entiendo que tenemos que irnos, sé que tienes miedo, pero necesito saber dónde los viste o a dónde piensas que iremos.
La voz de Ava, aunque calmada, era un recordatorio de que no estaban solos en esto. Aaron la miró en silencio durante lo que pareció una eternidad, el peso de sus emociones haciendo que el aire se sintiera espeso. Finalmente, exhaló con fuerza, como si esa respiración liberara algo de la presión que lo estaba consumiendo por dentro.
—Los vi cerca de un supermercado —admitió, su voz quebrada por la tensión—. Al principio pensé que era mi imaginación, pero reconocí su olor. Es como si estuvieran moviéndose aquí. No podemos quedarnos, Ava, no es seguro. Tenemos que irnos cuanto antes.
Ava asintió lentamente, procesando sus palabras mientras una ola de ansiedad la envolvía. Por un lado, sabía que tenía que seguir a Aaron, protegerlo y protegerse, pero por otro lado, el pensamiento de dejar atrás a Stiles, justo cuando había comenzado a sentir algo más profundo por él, la llenaba de dudas.
