Empreintes ➳ SKZ{HYUNIN} [FINALIZADA]✔️

2.

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Había sido sabio al acostarse temprano y procurar cargar la pila del celular, no quería otro regaño.

Por eso, ya media hora antes se encontraba descendiendo los tres escalones del porche de su casa. Cruzó la cerca que dividía ambas viviendas deteniéndose en los arbustos que estaban a su estatura, dirigiendo la mirada a la casa de al lado, solo por curiosidad. Cuando vio el auto de color oscuro estacionado frente a la casa, supo que no había sido su imaginación ver una persona y luces dentro de la casa la noche anterior. Después de todo, aún no perdía el uso de la razón. El sol se reflejaba en el metal del auto centelleando y provocando que entrecierre los ojos con molestia.

No quería parecer un demente o stalker, pero lo que estaba haciendo en esos momento se podría catalogar que lo era. No registra ningún movimiento, a lo mejor la persona o las personas estaban durmiendo. Estaba siendo un entrometido, pero la curiosidad siempre le ganaba, no podía luchar contra eso.

—¿Qué miras? —Sintió el cálido aliento de alguien hablarle al oído, haciéndole soltar un grito y saltar en su lugar.

—¡Beomgyu! ¡Me asustaste! —se llevó una mano al pecho tomando dos respiraciones profundas. Posteriormente acercándose a darle un buen golpe en el brazo—. ¡Oye, tonto! ¿Por qué hiciste eso? —le propinó otro puñetazo—. ¿Qué haces aquí?

—Solo pasaba por el área —contestó el chico, encogiéndose de hombros y mostrando una sonrisa.

Extraño.

—¿Y te acordaste de mí? —preguntó con voz melosa y tierna. Luego se acercó a apretarle las mejillas—. Qué considerado eres, Gyu.

—Oye, ¡detente! Soy más grande que tú —se quejó, apartando las manos ajenas de su rostro.

—En tus sueños.

Puras falacias.

Jeongin ciertamente era mayor que él por un mes, Beomgyu solo le ganaba en tamaño.

—Uh, qué rudo —se burló del Omega alzando las cejas—. ¿No puedo visitar a mi querido primo? —trató de abrazar a Jeongin, pero este lo empujó antes de que se acercara.

—Ni te atrevas — lo amenazó con un dedo en alto—. En serio, ¿qué haces aquí? —repitió su pregunta cruzándose de brazos.

Beomgyu y su hermana Jisu, eran la única familia por parte de su padre que tenía. Por parte de su madre no tenía ninguna, nunca los conoció. Los hermanos Choi eran sus primos por parte de su familia paterna. A Beomgyu le encanta tener el cabello castaño que contrastaba muy bien con su piel morena y siempre lucía una increíble sonrisa en su rostro que lo hacía sumamente atractivo ante el ojo de ambos sexos, ya fueran Alfas, Betas u Omegas. El chico ciertamente era guapo, sacó buenos genes de sus padres. Siempre llevaba pañuelos, bandanas o gorros en su cabeza, como lo hace ahora. Era algo muy característico de él, aparte de su sonrisa. Y no se le podían olvidar sus combinaciones de ropa, se creía modelo de Gucci. Ahora andaba vestido normalito, según Jeongin.

A pesar de que Beomgyu era muy cariñoso rara vez venía a verlo, solamente cuando...

—El tío está en la ciudad, así que...

—Te mandó a ver cómo estaba —terminó por él, tragando saliva un poco incómodo.

¿Es que no podía él venir a verme?

¿Tenía que mandar a otras personas?

Tenía sus conclusiones propias las cuales eran que a su padre le daba temor enseñar la cara por la zona, ya que no tenía tan buena reputación que digamos. O simplemente su instinto paternal lo protegía de exponerlo al peligro por andar en esos juegos, Jeongin quería creer eso. De todas formas, ya se había enterado de que andaba en la ciudad gracias a su prima cuando se lo contó la noche anterior, así que no se sorprendió mucho.