20.

49 7 0
                                    


🌷

El camino de vuelta a casa había sido sumamente silencioso, tedioso, y esta vez, sí pudo sentir que la tensión entre ellos era tan cortante como el filo de un cuchillo.

Había decidido que ya era hora de que se fueran antes de que las cosas se salieran de control, aún más. Literalmente había arrastrado a Hyunjin fuera de esa casa, no soportaba estar un minuto más allí. En primer lugar, había sido completamente un error el haber aceptado ir. No contaba con la presencia de su padre allí. Se encontraba muy abrumado y el que Hyunjin no pronunciara palabra alguna le resultaba agobiante y atosigador con cargas físicas y morales que eran penosas y difíciles de soportar.

Salió de sus pensamientos una vez el auto estuvo estacionado y Hyunjin se había bajado e iba directamente a su hogar, sin haberse despedido o esperado por Jeongin. Tenía muchas preguntas y había llegado el momento de las respuestas. Fue tras el Alfa y una vez la puerta estuvo abierta, lo empujó dentro y cerró tras él, como si fuera esa su casa.

—¿De dónde conoces a mi padre? —Fue lo primero que dijo. Hyunjin le había dado la espalda, notando la tensión en su cuerpo. No le importó que fuera atrevido esta vez, llegó hasta donde él y lo tomó del hombro dándole la vuelta de manera brusca—. ¿No me dirás? Por favor, háblame —Huinjin apretó los puños a sus costados, esto hizo que las venas en sus brazos saltaran, estuvieran aún más brotadas.

Jungwoo había mandado todo a la mierda. Ni siquiera se había dignado en aparecer frente a él antes, solo amenazándolo con llamadas telefónicas. Como si eso pudiese hacer algún efecto en él.

—Oye, Jeong... —Ni siquiera le dio tiempo a decir su nombre completo.

—Dime la verdad —pidió.

Hyunjin suspiró y bajó su vista al suelo.

Esto estaba siendo más difícil de lo que imaginaba. Aún no se sentía preparado.

No ahora.

Pasó las manos por su cabello negro sintiéndose impotente y cobarde.

Jeongin merecía respuestas.

—Mírame —volvió a pedir el Omega. Hyunjin apretó su mandíbula y obedeció encontrándose con la mirada llena de tristeza y desesperanza. Le dolía verlo así, que no tuviera idea de lo que estuviera ocurriendo, pero había llegado el momento de la verdad, aunque no quisiera—. Por favor...

Solo ese ruego bastó para que su mente y corazón se desmoronaran, lágrimas a punto de salir de los ojos de Jeongin y la voz temblando. Hace mucho tiempo no lo veía en ese estado, tan vulnerable. Solo quería que sonriera, para él, pero la vida a veces no era justa para todos, no todos podían sonreír.

—Ocurrió hace mucho tiempo —comenzó—. Nunca le caí bien a tu padre, se podría decir que me odiaba. Aún lo hace —soltó una risa seca—. Me hizo la vida imposible, pero era un hombre al cual admiraba. Sin temor alguno, su cabeza siempre en alto y quería ser como él. —Ahora lamentaba haber anhelado tal cosa. No sabía por qué carajos había deseado eso. Ese hombre era lo más vil que existía en el mundo. Le prohibió amar a su hijo y estar cerca de él. Su corazón podrido que solamente permitió darle sonrisas hipócritas hasta a su propia esposa—. Un día, en una fiesta del instituto, aparecieron unos hombres y sorpresivamente buscaban al hijo de Jungwoo —Hyunjin tragó saliva recordando el temor que recorrió por sus venas aquel momento. Como esos tipos habían irrumpido en el lugar y su sola presencia provocaba un caos entre estudiantes ebrios en busca de diversión—. Tu padre les había jugado una broma de mal gusto y estaban muy enojados. Querían devolverle la jugada, ¿y qué mejor que hacerlo con su inocente hijo? Hasta hace poco descubrí lo que Jungwoo les hizo y no fue muy bonito que digamos —enfocó nuevamente la mirada en Jeongin, quien se estremecía levemente y escuchaba con atención. Se veía tan indefenso, justo como en aquel momento. Hyunjin no sabía por qué se sentía nervioso, estaba sacando a la luz lo que mucho tiempo había ocultado en su corazón.

Empreintes ➳ SKZ{HYUNIN} [FINALIZADA]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora