Empreintes ➳ SKZ{HYUNIN} [FINALIZADA]✔️

18.

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Una mañana soleada, pero muy fría como, últimamente solía estarlo.

Eso lo comprobó al salir de su casa, listo para su trabajo, aunque ya iba algo tarde. Minho lo mataría, pero tampoco estaba de humores para pelear con él. Mientras pasaba por el colmado del señor Baek, ya que este siempre se encontraba en su camino al hospital, vio a un hombre entrar allí. Mentiría si dijera que no se le hacía conocido ese caminar. Se acercó a uno de los árboles que adornaban las aceras y se ocultó tras él.

Sí, era su vecino.

Desde que se fue el día de ayer en la tarde no lo volvió a ver. El día anterior había sido muy extraño. Le reconoció al ver aquel destello plateado de la cadena que llevaba en su cuello con dos anillos. Últimamente se había olvidado de la existencia de dicha joyería, un detalle no tan pequeño para dejar pasar por alto. Era una de las tantas cosas por las cuales quería encontrar algún significado, pero claro, Hyunjin no se los daría, ya que no era de su incumbencia.

Observó como Hyunjin caminó hasta su auto con la cabeza baja y desapareció de allí. Su visita al colmado del señor Baek se había resumido a muy poco tiempo. ¿Qué habría estado haciendo allí? Sus visitas a ese lugar eran muy cortas, recordando la vez pasada que estuvo allí con él y la extraña actitud que había tomado. Aún recordaba las palabras del anciano, permanecían frescas en su memoria. Recordándole que no conocía el apellido de su vecino.

Mejor dejaba de estar especulando cosas a las cuales no tenía respuestas y llegaba a su trabajo. La gente se comenzaba a preguntar qué hacía ocultándose detrás de un tronco.

Jisung lo recibió con una sonrisa como siempre antes de irse a atender un paciente.

[...]

Se sobresaltó cuando sintió que se iba a caer. Talló sus ojos, dándose cuenta que se estaba quedando dormido sentado en la silla frente a la computadora detrás del mostrador. Mentiría si dijera que durmió toda la noche. Luego de las dos de la madrugada no había podido ni cerrar un ojo. Dio mil vueltas en su cama y su cabeza repleta de pensamientos.

Vas a estar bien. Lo prometo.

—¿Estás bien? —se giró al escuchar la voz de Han. Si seguía así terminaría teniendo un paro cardiaco, incluyendo los sustos que le daba su vecino—. Te ves horrible.

—Gracias —respondió Jeongin algo sarcástico. No tenía idea cómo lucía, ni siquiera se había puesto algo de maquillaje en el rostro. Aceptó el vaso humeante que su amigo le extendió con chocolate caliente. Pasó la noche con fiebre, aún podía sentir un poco de la calentura en su cuerpo, pero no se iba a negar al chocolate.

—¿Me vas a decir qué te ocurrió?

—Tomé mucha cafeína ayer y no pude dormir —mintió descaradamente, no había tomado una sola taza de café o bebido soda el día de ayer. Jisung le miró torciendo sus labios.

—Voy hacer como que te creo, pero no termino de convencerme —Yang rodó los ojos en un gesto cansado y salió detrás del mostrador, con Jisung detrás, siguiéndole. La sala de emergencias se encontraba algo vacía a lo que nunca acostumbra estar. Se dirigió a la cafetería, allí solo había unos residentes universitarios en una mesa al fondo cerca del baño y una pareja que parecía no haberse visto hace mucho, ya que no dejaban de tocarse o darse besos.

Jisung conocía cuando Jeongin estaba mintiendo, como ahora, pero lo bueno del castaño era que no lo presionaba, con el tiempo le diría lo que lo aquejaba. El menor estaba demasiado confundido y tenía un nido de pájaros lleno dudas en su cabeza.