Empreintes ➳ SKZ{HYUNIN} [FINALIZADA]✔️

4.

🌷

Nuevamente había tenido ese sueño o pesadilla; ya no sabía cómo catalogarlo.

Donde estaba siendo salvado por una persona que aún no podía ver, un auto en llamas, y por último, su padre. La voz que le susurraba que todo iba a estar bien siempre era opacada y nunca era capaz de descifrar. Veía el vivo color de las llamas consumiendo el auto y el ruido de la explosión, pero no podía ver el rostro de la persona. Cada vez sentía que se iba a caer de un precipicio y se levantaba exaltado.

Y nuevamente era tarde, su vida no podía ir peor.

El fin de semana había pasado en un abrir y cerrar de ojos. Lo curioso fue que no hubo actividad en la casa de al lado. Dudaba que su vecino hubiera estado allí también. No lo había visto desde la tarde del viernes. Se preguntaba qué estaría haciendo. El momento en el que intercambiaron palabras aquella tarde, su hostilidad y como se había quedado observándole, le había resultado espeluznante después de analizarlo todo bien. Tampoco pudo evitar sentir una gran vergüenza, había descubierto que Hyunjin había sido quien lo había salvado de la caída el día que iba tarde a su trabajo. Puede que lo tratara de aquella manera por la forma en que había babeado por él esa vez y todas en las que interaccionó con su persona, y ahora lo tachaba de lunático.

Entró al hospital corriendo a los cambiadores apresurado en caso de que Minho—el doctor Lee y su jefe—, lo viera. Una vez su uniforme estaba completo, se acercó al mostrador donde estaba Jisung. Esperó que su jefe saliera a decirle que había llegado tarde y reprenderlo, pero nunca sucedió. Parecía un paranoico mirando a todos lados como si estuviera siendo perseguido por un asesino.

—¿Dónde está? —preguntó.

—¿Quién? —Jisung intercambió miradas con Jeongin.

—Minho.

—Su abuelo falleció y ahora mismo se encuentra en su funeral —suspiró, apoyando los codos en el mostrador.

Jisung era un Omega hermoso con cuerpo de envidia. Sus ojos acompañados de pestañas rizadas podían atrapar a cualquier Alfa. Se preguntaba cómo es que todavía estaba soltero. Aunque la mayoría de las veces fuera un pervertido y decía cosas con doble sentido, también se comportaba como una madre para Jeongin. Se preocupaba por la salud y el bienestar del más joven.

—¿Y cómo lo sabes? —No había recibido ninguna notificación por parte de su jefe.

—Me lo dijo.

—¿Por qué no me lo dijo a mí? —preguntó indignado. Jisung no le prestó mucha atención.

—No lo sé —se encogió de hombros—. Hoy estaremos a cargo junto a Jihyo y Hongjoong.

Estos dos últimos mencionados eran los que mayormente atendían el mostrador. Kim Hongjoong era un Omega de tierna estatura y joven que le encantaba teñirse el cabello de un nuevo color cada mes. Era un Omega muy fanático de la moda y las nuevas tendencias. Era afortunado por ser de buen parecer, todo le encajaba a la perfección gracias a su físico atractivamente pequeño y delicado. Mientras que Park Jihyo siempre llevaba una sonrisa en su rostro y su posición le facilitaba ser accesible, aunque a veces era muy grosera. Minho le había reprendido varias veces, ya que su actitud podría espantar o disturbar a los pacientes. Rondaba el rumor de que estaba divorciada y su Omega la había dejado por un Beta; Jihyo era Alfa, por eso su actitud autoritaria podría parecer tosca y bruta. Supuestamente todo eran rumores, ya que ella no hablaba nada de sus asuntos privados y nunca daba datos personales.

—¡Llegué! —A ambos se les crisparon los nervios al escuchar aquella terrorífica voz y los músculos de sus espaldas se tensaron. Un viento frío se coló dentro de la sala y a Jeongin se le erizó la piel haciéndolo estremecer.