CRY FOR ME [Twice x tu]

Capítulo 31: Aqua est vita

Narra _____:

Después de que el Destino Elemental se manifestó y Elyndor desapareció, el ambiente se volvió silencioso. Pero no era un silencio incómodo. Sabía que, al igual que yo, todas estaban inmersas en sus propios pensamientos. La información que acabábamos de recibir nos había dejado a todas confundidas y tratando de procesarla.

Me alejé un poco del grupo y me senté en una roca, sacando el huevo de su cangurera y colocándolo sobre mis piernas. Al sentir cómo se movía ligeramente, no pude evitar sonreír para mis adentros. Mientras acariciaba su superficie, eché un vistazo a los antiguos mapas que teníamos. Se veía que estábamos cerca del Santuario de Gaia, aunque al mismo tiempo, parecía tan lejano.

—Cada vez falta menos —murmuré para mí misma, y el huevo brilló tenuemente en respuesta, como si entendiera mis palabras.

Suspiré y me rasqué la nuca, buscando la ruta más eficiente y menos peligrosa. Sin embargo, ninguna parecía ofrecer seguridad. A medida que nos acercábamos al Santuario, los caminos se volvían más traicioneros, y no podía evitar pensar en los guardianes que nos esperaban. La imagen de Althar y su laberinto cruzó por mi mente, enviando un escalofrío por mi espalda. Solo esperaba que los próximos guardianes no fueran tan imponentes... pero sabía que eso era demasiado optimista.

—¿Estás bien, ____? —La suave voz de Chaeyoung me sacó de mis pensamientos. Levanté la vista para encontrarme con sus ojos marrones, llenos de calidez.

—Sí, solo estoy revisando qué ruta es la mejor para llegar al Santuario —le respondí, desviando nuevamente la mirada hacia el mapa.

Desde que revelamos que ellas eran mi Destino Elemental, me sentía algo incómoda. La vergüenza me invadía cada vez que intentaba hablarles o incluso mirarlas. Mi corazón palpitaba acelerado, y dentro de mí, mis emociones ardían con una intensidad que apenas podía controlar.

—¿Y cuál es el mejor camino? —preguntó, sentándose a mi lado para observar el mapa conmigo.

—Aún no lo sé... Cualquier ruta que tomemos será peligrosa, y es probable que encontremos guardianes vigilando —la observé de reojo, sintiendo su mirada fija en mí.

—¿Y qué planeas hacer? —preguntó mientras yo tomaba el huevo con delicadeza entre mis manos y me levantaba.

Suspiré nuevamente, rascándome la cabeza con una mano mientras sujetaba el huevo con la otra.

—No lo sé... La verdad, creo que lo mejor será caminar y ver qué nos depara el destino.

Mientras contemplaba a las chicas, que conversaban animadamente entre ellas, sus risas y murmullos llenaban el aire, pero mis pensamientos estaban en otro lugar. El huevo, como si percibiera mi inquietud, brillaba suavemente entre mis manos. No pude evitar acariciarlo con delicadeza, sintiendo una creciente preocupación en mi interior. No quería que les sucediera nada... No podría soportar perderlas.