Bucky Barnes OneShots III

Cicatrices*

Prólogo: Bucky se siente inseguro de las cicatrices en su cuerpo, así que tú le haces ver lo guapo y hermoso que es.

Word count: 1160

@Ladybarness
Advertencia: Contenido sexual explícito, Bucky inseguro, lectora dominante suave.

Tony los había invitado a todos a su mansión en la playa para tomarse unas merecidas vacaciones, por lo que todos en el campus en ese momento se encontraban haciendo sus maletas y/o yendo a comprar lo que necesitaban.

Bucky en ese preciso momento se encontraba encerrado en su habitación que compartía contigo con solo los shorts de su traje de baño puestos, observándose en el espejo.

El soldado tenía la vista fija en todas las cicatrices que adornaban su cuerpo, y en especial las que estaban alrededor de su brazo izquierdo las cuales solo le traían malos recuerdos de su pasado.

Estaba tan perdido en sus propios pensamientos negativos que ni siquiera escuchó cuando Friday le avisó que habías llegado de tu día de compras con Nat y Wanda, y solo dio un salto cuando abriste la puerta.

–Nos vemos después.–Te despediste de las dos pelirrojas cerrando la puerta con las bolsas en tus manos, mientras que Bucky dio un pequeño salto y secó rápidamente sus lágrimas que no se había dado cuenta habían caído, buscando desesperado su playera encima de la cama.–¡Hey! El traje de baño qué te compré si te quedó bueno, y menos mal porque te traje otros dos para que lo puedas usar allá.

–Si... gracias.–Murmuró poniéndose rápidamente su playera de espaldas a ti y pasando agresivamente su mano derecha por sus mejillas.

–¿Oye qué tienes? ¿Estás bien?–Le preguntaste preocupada dejando las bolsas a un lado y acercándote a él para voltearlo hacia ti.–¿Qué te pasó? ¿Alguien te dijo algo? ¿Fue Sam? Más le vale que no te ande diciendo nada porque nosotros tuvimos una conversación la última vez. ¿O fue Tony? Uy no si fue él voy a—. Dijiste acariciando sus brazos y cuando te ibas a alejar, Bucky te tomó de la mano para que no te fueras.

–No fue ninguno de los dos, tranquila.–Te dijo sentándose en la cama sin dejar ir tu mano.–Nadie me dijo nada...

–¿Y entonces? ¿Qué pasa?–Le preguntaste sentándote a su lado y pasando tu mano por su cabello con ternura.

–Es que no... no me... n-no me veo bien...–Dijo en voz tan baja que casi no se le entendió.

–¿A qué te refieres? No entiendo corazón, ¿cómo que no te ves bien?–Le preguntaste realmente confundida.

–Mis... mis cicatrices, T/N. Tengo muchas y se ven... s-se ven horribles...–Dijo tragando el nuevo nudo en su garganta cerrando los ojos.

–Eres hermoso, Bucky. Y tus cicatrices no son horribles.–Le dijiste con suavidad secando una lágrima que se le escapó provocando que levantara la vista hacia ti.–¿Por eso te vestiste tan rápido cuando entré?

Bucky asintió bajando la vista avergonzado, y tú solo sonreíste dejando un beso en su mejilla.

Llevaste tus manos al borde de su playera provocando que levantara la vista preocupado hacia tu rostro, y tú solo le ofreciste una tierna sonrisa.

–¿Puedo?

El Sargento tragó saliva con dificultad y solo asintió levantando los brazos para ayudarte a quitar su playera, y luego removiste sus shorts con su ropa interior dejándolos a un lado.

–Recuéstate, déjame demostrarte lo muy hermoso que creo que eres.–Le dijiste con una sonrisa besando la punta de su nariz.

Bucky hizo lo que le pediste mientras que tu te quitaste tu propia ropa con él manteniendo su vista fija en ti y sintiendo su miembro comenzar a erectarse, hasta que te posicionaste encima suyo.

–¿Esto es lo que no te gusta?–Le preguntaste pasando tus manos por su pecho.–¿Todo esto?

El soldado solo asintió viéndote con algunas lágrimas en los ojos y sus manos las dejó en tus caderas.

Una pequeña sonrisa se formó en tu rostro y luego te acercaste para besarlo con ternura, antes de empezar a dejar besos por su cuello hasta llegar a su brazo izquierdo donde besaste cada zona de este donde el metal y su piel se unían formando aquella cicatrices que tanto detestaba.

–Eres hermoso James, por dentro y por fuera. Estas cicatrices no te hace ver mal, ni horrible, ni desagradable. Son parte de tu pasado así como yo también tengo las mías. Sigues siendo igual de guapo, apuesto, hermoso, precioso y lindo.–Le dijiste con una sonrisa hablando y dejando besos entre cada palabra.

Bucky soltó un suspiro tembloroso mientras que te elevaste ligeramente encima suyo y alineaste su punta con tu entrada, y poco a poco fuiste bajando haciéndole gemir y sentándose para abrazarte escondiendo su rostro en tu cuello.

–Estás... e-estás tan mojada...–Murmuró con su rostro escondido ahora en tu pecho y sin dejar de abrazarte.

–Y es solo por ti... ¿tu crees que si fueras horrible podrías hacer esto?–Le dijiste dejándolo recostado en la cama con tus manos en su pecho, comenzando a moverte encima suyo de arriba abajo en su miembro.–Eres... eres muy hermoso James, quizás tu no lo veas, pero aquí siempre voy a estar yo para recordartelo las veces que sea necesario.

Soltaste un pequeño gemido comenzando a acelerar tus movimientos mientras Bucky apretaba tus caderas con fuerza sin poder apartar la mirada de tu rostro lleno de placer.

Con sus manos comenzó a guiarte y a ayudarte elevando sus caderas para alcanzar tus movimientos los cuales empezaron a acelerar haciéndolos gemir a ambos.

Soltaste un gemido y te acercaste para besarlo con fuerza pasando tu lengua por su boca mientras que Bucky sentía su orgasmo aproximarse, y llevó su mano izquierda entre sus cuerpos para hacer círculos en tu clítoris.

Mordiste su labio inferior y luego lo dejaste ir juntando tu frente con la suya sintiendo tu orgasmo avanzar demasiado rápido, hasta que ya no pudiste siquiera avisarle cuando te corriste alrededor suyo.

Rápidamente te sentaste de nuevo y sacaste a Bucky de dentro tuyo tomando su miembro en tu mano para pasarla por este con rapidez a la vez que Bucky embestía hacia arriba, y finalmente se corrió empapando su abdomen con sus propios fluidos y respirando agitado.

Mientras el soldado recuperaba el aliento, te recostaste a su lado y lo volteaste hacia ti para acercarlo dejando su rostro escondiendo en tu cuello a la vez que te abrazaba y se acurrucaba en ti.

–Tal vez tu no te veas de la misma forma en que yo lo hago, pero te aseguro de que eres muy hermoso, y si tengo que recordartelo mil veces, entonces lo voy a hacer mil y un veces. ¿Okey?–Le dijiste en voz baja y suave jugando con su cabello.

Bucky solo sonrió y asintió con la cabeza con sus mejillas sonrojadas, y se acurrucó más en ti repartiendo besos por tu piel y acariciando tu espalda con ambas de sus manos.