Bucky Barnes OneShots III

¿Por qué me evitas?

Prólogo: Durante el último tiempo de tu embarazo Bucky ha estado algo distante y no sabes por qué.

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Advertencia: Aquí la rayis está embarazada y tiene 7 meses. La rayis es algo insegura, Bucky no sabe manejar lo que siente, final feliz.

Al principio cuando Bucky y tu se enteraron de que iban a ser padres, ambos estaban muy contentos con la noticia. No es algo que estuviera realmente en sus planes, pero estaban muy felices. Sin embargo a medida que se acercaba cada vez más la fecha, habías notado que el soldado se había alejado un poco.

Últimamente te habías dado cuenta que ya casi no tenían relaciones a pesar de que aún podían, notaste también que estaba algo distante, y honestamente la única razón que se te venía a la cabeza era que ya no le parecías atractiva al tener tu panza ya más grande.

Eras pasadas las 2am y Bucky estaba durmiendo, sin embargo en un momento se dio vuelta y frunció el ceño al sentir la cama demasiado vacía.

Abrió los ojos y se apoyó en su brazo pasando una mano por su rostro antes de ver la habitación vacía al igual que tu lado de la cama, sin embargo en medio del silencio de la noche pudo oír con su audición mejorada por el serum unos pequeños sollozos provenientes de la sala de estar.

Bucky frunció el ceño preocupado y se apresuró en levantarse antes de salir y caminar por el pasillo de su pequeño departamento, donde al fondo te vio en la sala de estar sentada en la punta del sillón donde estaba la ventana.

–¿Muñeca?–Preguntó viéndote preocupado, provocando que dieras un pequeño salto y secaras rápidamente tus lágrimas, a la vez que se sentaba a tu lado.–¿T/N qué pasa? ¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Le pasa algo al bebé?

–Estamos bien, no pasa nada, vuelve a dormir.–Murmuraste aclarando tu garganta y rehusándote a verle a la cara.

–Muñeca por favor... algo te pasa, dime... habla conmigo.–Insistió tomando tu mano entre las suyas.

–¿Por qué me estás evitando?–Le preguntaste finalmente levantando la vista hacia él.

–¿Evitándote?

–Si Buck, evitándome. Ya casi ni te me acercas, es como si estuviera enferma y no te quieres contagiar, cuando te recuerdo que es tú bebé el que llevo aquí.–Le dijiste molesta y la voz algo temblorosa señalando hacia tu vientre, alejando tu mano de él.–Mira yo sé que ya no me veo como antes, ¿Okey? Lo tengo claro. Tengo claro que ya no me veo igual de bonita, que mi cuerpo cambió y que estoy más gorda, pero no creí que fuera tan malo estar cerca mio como para ni siquiera poder abrazarme en la noche.

–¿M-muñeca qué dices? ¿De qué hablas?–Te preguntó con un nudo en su garganta de finalmente ver cómo es que te sentías.

A Bucky se le partía el corazón de tan solo escuchar lo que pensabas de ti, y es que había estado tan preocupado por sus propios miedos, que no se había dado cuenta de que te había hecho daño en el proceso.

–Bucky ya casi ni me tocas, y no lo digo solo en ESE sentido, si no que ya ni me abrazas, no me besas, es como si pensaras que estoy enferma o algo.–Te quejaste viéndole con lágrimas en los ojos y abrazando tus brazos alrededor tuyo como si trataras de esconderte de él.–¿Tienes a otra acaso? ¿Es eso? ¿O te arrepentiste de tener este bebé?

Quizás eran las hormonas y el hecho de que el último tiempo no habías podido dormir bien, sin embargo te sentías mal y querías que él lo supiera, al fin y al cabo, Bucky también había contribuido de cierta forma a toda esa tristeza que llevabas dentro.

–¿Muñeca cómo puedes pensar algo así? ¿Cómo se te ocurre que voy a estar con alguien más o que me voy a haber arrepentido de ser papá? Ustedes son lo más preciado que yo tengo.–Te dijo intentando ignorar el doloroso nudo en su garganta, y se acercó aún más a ti para envolver sus brazos alrededor tuyo.

–¿Entonces qué pasa, Buck? ¿Por qué de repente me evitas tanto?–Le preguntaste en voz baja dejando que cayeran más lágrimas por tus mejillas.

–Yo... muñeca yo... tengo miedo...–Dijo en voz baja y temblorosa, provocando que te alejaras para verlo a la cara notando las lágrimas que ahora caían por sus mejillas.–Me da miedo lastimarte a ti o a nuestrx bebé, jamás me podría perdonar si les llegara a pasar algo por mi culpa...

–James...–Dijiste soltando un suspiro y tomando su rostro con ambas manos.–Yo sé que tu nunca nos vas a lastimar, ¿Okey? Confío en ti y en que vas a ser un excelente padre. Nunca me has hecho nada a mi, ¿por qué con nuextrx hijx sería diferente?

Bucky solo se encogió de hombros y limpió las lágrimas de su rostro, evitando verte a la cara.

–Perdón por alejarme y hacerte pensar todas esas cosas, no es nada contigo, al contrario, yo... te extraño muchísimo, no hay nada que quiera más en el mundo que estar contigo a cada minuto, yo solo...–Dijo con voz temblorosa sintiendo su garganta doler.

–Cuando pasen estas cosas, tienes que hablar conmigo, ¿si? Ya no estás solo, somos tu y yo, ¿Okey?–Le dijiste acariciando sus mejillas con una sonrisa.

Bucky sonrió y asintió con la cabeza, antes de abrazarte dejando un beso en tu mejilla, y acariciando con su mano tu vientre donde sintió una patada.

–Yo no soy la única que te ha extrañado.–Le dijiste sin dejar de sonreír.

–Perdóname muñeca...–Te susurró pasando su nariz por la tuya.

–Está bien, estamos bien...–Le aseguraste acariciando su mejilla, antes de acercarte para besarlo con ternura.

–Lo voy a compensar, lo prometo.–Te dijo con una sonrisita repartiendo besos por tu mejilla y mandíbula.

–¿Ah si? ¿Y cómo?–Reíste ligeramente mientras él te tomaba en sus brazos como si no pesaras nada para cargarte hacia su habitación.

–Bueno... te dije que te había estado extrañando mucho, ¿no? Ahora déjame demostrártelo.–Te dijo con una sonrisita alzando ambas cejas de forma sugestiva, haciéndote soltar una carcajada antes de que se acercara para besar tu mejilla.