Bucky Barnes OneShots III

Tiempo perdido (Bucky x hija)

Prólogo: Cuando eras pequeña Bucky te deja en un orfanato por miedo a que Hydra te lastime, y años después se vuelven a encontrar.

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Advertencia: Bucky es el papá de la rayis.

Mucho tiempo atrás cuando Bucky escapó de Hydra, conoció a una mujer con la cual te tuvieron a ti como su hija, sin embargo ella falleció durante el parto y el soldado se quedó solo contigo.

Más o meno dos años después cuando Bucky estaba viviendo una vida tranquila contigo lejos de todo peligro, por alguna razón Hydra le encontró y amenazó con quitarte la vida si no volvía con ellos, es por eso que Bucky al temer que te mataran, decidió dejarte en un orfanato para él volver con Hydra. Pero lo que él no sabía es que años después el Red Room te encontraría y te llevaría con ellos para convertirte en un Widow, hasta que escapaste y te uniste a SHIELD, y tiempo después a los Vengadores.

Un día fuiste con Steve a detener al Soldado del Invierno que supieron estaba viviendo en Rumanía, y al llegar, Bucky pudo reconocerte de inmediato sin embargo a pesar de que se te hiciese familiar no solo de los informes, si no que de otro lado, pero simplemente lo ignoraste y no hiciste caso a ello.

Bucky luego de que quitaran los códigos de su cabeza, haya sido perdonado, lo ocurrido en el aeropuerto y más tarde con Thanos, finalmente pudo intentar hacer una vida normal en Brooklyn donde tu también vivías, y rápidamente se hizo cercano contigo donde te trataba como si fueras su hija, o eso pensabas, mientras que tu no sabías que era tu verdadero papá.

Por alguna razón un día deberían hacerse distintos tipos de exámenes y pruebas en la base militar en la que estaban, y la doctora descubrió que eras hija biologica de Bucky, así que habló contigo y te dijo la verdad.

Después de eso Bucky y tu tuvieron una gran discusión, o tu al menos ya que estabas enojada y dolida por sus acciones, mientras que el soldado trataba de explicarte sus razones del por qué te dejó, pero simplemente no había caso y preferiste mantener tu distancia de él.

Sam ya estaba cansado de la misma situación siempre de peleas, viendo a Bucky tratar de acercarse a ti y de nuevo el mismo ciclo, por lo que les pidió que fueran a una cafetería.

–Okey, ya sé que no debí mentirles para que vinieran, pero si les decía que vendría el otro no aparecerían.–Les dijo Sam apoyando ambos brazos en la mesa del lugar al aire libre que estaban.–Perdón por eso, pero ya estoy cansado de verte a ti Bucky ser miserable, y a ti T/N tratar así a tu papá. Así que no nos vamos de aquí hasta que arreglen sus problemas.

–Nadie te pidió que te metieras, Sam. Esto no es asunto tuyo.–Le dijiste molesta y de brazos cruzados viéndole mal.

–Nadie te pidió tu ayuda.–Murmuró Bucky cruzándose de brazos y volteando la cabeza hacia la calle.

–Muy bien, esto es un avance para mi, al fin están de acuerdo en algo.–Dijo con una sonrisa provocando que rodaras los ojos.–Vaya pues si se nota que eres su hija, si hasta haces los mismos gestos y pones la misma cara larga que él.

Mientras tanto, Bucky frunció el ceño al ver un hombre en lo alto de un edificio, y al notar que tenía un arma se levantó para avisar, sin embargo ya había disparado provocando que todos empezaran a correr.

–¡Sam tenemos que—

–Papá...–Dijiste con voz débil.

Bucky se volteó hacia ti y te vio caer al suelo sujetando tu mano sobre la herida en tu abdomen, y Sam se apresuró a tu lado para dejar tu cabeza en su regazo mientras el soldado hacía presión en la herida para intentar evitar el sangrado.

–No, no, no... ¡T/N no! No cierres los ojos, muñeca por favor te lo pido...–Habló con voz temblorosa mientras Sam llamaba a una ambulancia en medio de todo el caos.

Tosiste ligeramente botando sangre y Bucky comenzó a asustarse aún más mientras veía que empezabas a cerrar los ojos y perder la conciencia poco a poco.

Finalmente cuando llegó la ambulancia Bucky subió contigo y fue hasta al hospital donde te sometieron a cirugía, y al sentir los nervios empezar a apoderarse de él, se decidió por ir a buscar y matar a quien te disparó que al parecer era un seguidor de Karli, sin embargo Sam se lo impidió y le aseguró de que él le encontraría y se haría cargo de él.

Pasaron varias semanas en las que estuviste en coma donde Bucky no se despegaba de tu lado, y algunos te iban a visitar como Wanda, Scott, Clint, etc.

Era el día de cumpleaños de Bucky, y él seguía a tu lado en la cama de hospital. Aquella mañana Sam le había dicho que fuera a su departamento a comer algo y darse una ducha mientras él te acompañaba, y no hacía mucho que había vuelto otra vez.

Tenía tu mano en la suya, y en un momento sintió que le diste un ligero apretón provocando que levantara la vista hacia ti.

–¿Muñeca?–Preguntó viendo que poco a poco ibas despertando viendo a tu alrededor confundida, y él no pudo evitar sonreír con los ojos llenos de lágrimas.–Hija tranquila... estás en el hospital, tranquila... ¿recuerdas algo de lo que pasó?

–Sam quería que tu y yo habláramos... y luego me dispararon... supongo que era una señal...–Murmuraste soltando una pequeña risita al final haciendo a Bucky reír.–¿Cuánto tiempo llevo aquí?

–Casi cuatro semanas...–Te dijo acariciando tu mano y sentándose en el borde de la camilla, tragando el nudo en su garganta y bajando la vista a sus manos.–Hija yo... perdóname por todo, perdóname por dejarte, yo no... e-en ese momento parecía la única salida... cuando me dijeron que iban a ir tras de ti yo... m-me asusté y no quise que te lastimaran por mi culpa, pero lo arruiné y de todas formas tu... ellos... perdóname...

Soltaste un pequeño suspiro y te sentaste lentamente en la cama para abrazarlo, y Bucky soltó un pequeño sollozo abrazándote de vuelta escondiendo su rostro en tu cuello.

–Está bien papá, no pasa nada... solo... no me dejes ahora, ¿si? Aún podemos recuperar un poco el tiempo perdido.–Le dijiste con una sonrisa alejándote para verle con algunas lágrimas acumuladas en tus ojos.

–Jamás te voy a dejar, lo prometo. Ahora estás condenada a tenerme cerca siempre.–Te dijo con una sonrisa haciéndote reír al igual que él, antes de volver a acercarse y besar tu cabeza con ternura.