No tengo hambre de comida*

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Prólogo: Bucky despierta a solas en su cama en la mañana, por lo que te va a buscar y te encuentra en la cocina preparando el desayuno, solo que él no tiene hambre de comida.

Word count: 860

Ladybarness
Advertencia: Contenido sexual explícito, no se utiliza protección (usen globito gente).

Bucky y tu se habían ido unos días a una cabaña que rentaron lejos del campus para poder pasar tiempo juntos sin que nadie los interrumpiera.

Habían llegado el día anterior, y luego de una muy ocupada noche, cayeron rendidos dormidos en la cama.

Bucky comenzó a despertar poco a poco, y al darse vuelta en la cama para abrazarte, frunció el ceño al no sentirte a su lado por lo que se apoyó en su codo y observó alrededor de habitación solo para darse cuenta de que no estabas ahí.

Soltó un pequeño suspiro molesto y se sentó en la cama poniéndose sus shorts de pijama antes de salir e ir a la cocina donde te vio preparando el desayuno con solo su playera puesta.

–Buenos días Sargento.–Le saludaste con una pequeña risita cuando te abrazó por la espalda escondiendo su rostro en tu cuello.

–¿Por qué te levantaste?–Se quejó repartiendo besos por tu piel.

–Para hacer el desayuno.–Respondiste limpiando tus manos en un paño de cocina, antes de voltearte hacia él.

–No estoy seguro de tener hambre de comida.–Te dijo viéndote con una sonrisita juguetona.

–¿Y de qué tienes hambre entonces?–Le preguntaste de vuelta con una pequeña risita.

Bucky no dijo nada y solo deslizó sus manos por tus piernas para bajar tu ropa interior dejándola caer al suelo, y luego se arrodilló frente a ti dejando tu pierna derecha en su hombro.

–¿Es enserio? ¿Ahora? ¿Tan temprano?–Le preguntaste apretando tus manos en el borde de la encimera.

–No puedes culparme muñeca, nunca tenemos esta tranquilidad en el campus, además tampoco es como que alguien entre y nos interrumpa. Ahora solo disfruta.–Te dijo con una sonrisa besando el interior de tu pierna, antes de hundir su rostro en ti pasando su lengua por tu parte baja.

Bucky apretó tus piernas con sus manos mientras succionaba en tu clítoris haciéndote gemir apretando tus manos en la encimera, antes de llevar una para enredarla en su cabello y así tirar de él.

El soldado soltó un gemido metiendo y sacando su lengua de ti mientras que su nariz hacía la presión perfecta en tu clítoris, y al estar aún algo sensible por la noche anterior sentiste tu orgasmo avanzar con rapidez.

Antes de que pudieras correrte en su rostro, Bucky se alejó de ti haciéndote soltar un quejido y que él riera por lo bajo poniéndose de pie.

–Tranquila muñeca, ¿de verdad piensas que te voy a dejar así?–Te preguntó con una sonrisita acercándose para besarte, dejándote pasar tu lengua por su boca a la vez que bajaba sus shorts de pijama dejándolos caer al suelo.

Bucky te tomó en sus brazos sentándote en el mesón, y alineó su punta con tu entrada antes de embestirte de una sola vez haciéndote gemir en su boca mordiendo su labio inferior.

El Sargento se quedó unos momentos quieto esperando a que te acostumbraras mientras escondías tu rostro en su cuello, y pronto comenzó a moverse lentamente.

Empezó a embestirte de forma lenta metiendo y sacando su miembro de dentro tuyo apretando tus piernas con sus manos y repartiendo besos húmedos por tu cuello, mientras que tu enterrabas tus uñas en sus brazos.

–Más rápido Buck... por favor...–Le dijiste agitada tomando su rostro con ambas manos y juntando tu frente con la suya.

–A la orden, madame.–Respondió antes de comenzar a embestirte con más velocidad y fuerza, besándote desesperado pasando su lengua por tu boca.

Soltaste un gemido contra sus labios llevando tus manos para jalar de su cabello, a la vez que Bucky llevaba su mano izquierda entre sus cuerpos para masajear tu clítoris haciendo que tus paredes le paretaran avisando que tu orgasmo se aproximaba con velocidad.

Bucky apretó tus piernas con ambas manos moviéndose de forma desesperada persiguiendo su propio orgasmo, mientras que tu te corriste a su alrededor abrazándote a él y escondiendo tu rostro en su cuello.

El soldado soltó un gemido sintiendo como te corrías a su alrededor, y pronto su orgasmo arrasó con él corriéndose dentro tuyo abrazándote por la cintura para pegarte imposiblemente más a él.

Siguió moviéndose por unos momentos más prolongando las sensaciones de ambos, antes de quedarse completamente quieto y con su frente apoyada en tu cuello, los dos respirando agitados y tratando de recuperar el aire perdido.

Después de unos minutos Bucky salió de dentro tuyo con cuidado y tomó tu rostro con ambas manos para acercarse y besarte con ternura.

–¿Estás bien?–Te preguntó acariciando tus mejillas.

–Excelente...–Respondiste con una pequeña risita haciéndole sonreír, antes de besar su nariz.–Quizás sería bueno que nos demos una ducha antes de comer de verdad...

–Okey... si, mejor...–Dijo antes de tomarte en sus brazos para llevarte al baño dejando sus shorts de pijama en el suelo junto con tu ropa interior.

–Dijo antes de tomarte en sus brazos para llevarte al baño dejando sus shorts de pijama en el suelo junto con tu ropa interior

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Bucky Barnes OneShots IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora