Quiero ayudarte

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Prólogo: Bucky durante una misión va a un prostíbulo donde comienza a tener interés en ti.

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mernesarbillaga
Advertencia: Aquí la rayis trabaja en un prostíbulo (si no se sienten cómodas leyendo esto pueden saltar el capítulo sin problema).



Bucky debía hacer una misión donde tenía que seguir a una persona para saber más o menos su rutina y estudiarlo. Esa noche la persona fue a un prostíbulo, por lo que el Sargento le siguió y trató de mezclarse con la gente para no parecer sospechoso.

Esa noche bailabas tú en el escenario, lo cual Bucky si te notó pero realmente no le dio mucha importancia, sin embargo con el pasar del tiempo y como la persona a quien seguía era un cliente regular, Bucky también a parte de seguir con la misión empezó a prestarte más atención cuando era tu turno de dar algún baile por la noche.

Bucky ya después de haber terminado su misión siguió frecuentando el lugar solo para verte, hasta que una noche finalmente se atrevió a pagar por pasar un rato contigo.

Cuando llegaron a su habitación al principio estaba bastante nervioso ya que era la primera vez que contrataba un servicio de ese estilo, por lo que la primera media hora solo charlaron tranquilos, hasta que finalmente pasó por lo que realmente había pagado.

El Sargento pensaba que después de aquella noche dejaría de pensar en ti, sin embargo se sorprendió a sí mismo con el hecho de que si antes era difícil sacarte de su cabeza, ahora el triple, y no sólo por tus servicios, si no que también había disfrutado de tu compañía y de escucharte hablar.

Bucky había intentado sacarse esa idea de la cabeza sin embargo volvió a ir unos días después al lugar donde pagó nuevamente por tus servicios, pero en lugar de realmente realizar las actividades por las que había pagado, se quedó conversando contigo hasta que llegó el momento en que su hora había terminado.

Así empezó a ser casi todas las noches en las que no estaba en misiones, iba a verte y pagaba por pasar ese rato contigo solo para hablar. Honestamente al principio si te había confundido muchísimo, sin embargo se sentía bien poder hablar con alguien y tener un descanso de todo.

Pasaron bastantes meses donde comenzó a nacer una amistad, donde incluso ahora se veían fuera del lugar, sin embargo Bucky seguía yendo todas las noches que podía, e incluso a veces pagaba por estar horas contigo ya que su intención era poder sacarte de ahí después de haber descubierto que realmente estaba obligada a trabajar en ese lugar por una deuda que tenías con la dueña del prostíbulo.

Aquella tarde te estabas preparando para ir a trabajar. Estabas en tu departamento recién salida de la ducha, llevabas una toalla alrededor tuyo y tu cabello mojado suelto mientras estabas sentada en un taburete de la isla de la cocina comiendo algo viendo tu teléfono, cuando llamaron a la puerta.

–¡Buck! Hola, pasa.–Le dijiste con una sonrisa luego de abrir, y volviste a sentarte en el taburete mientras el soldado cerraba la puerta.

–¿Estás ocupada? ¿Interrumpo algo?–Te preguntó quitándose su chaqueta dejándola sobre el sillón y luego se sentó a tu lado girando su cuerpo en tu dirección.

–Oh no, tranquilo. Estaba comiendo algo antes de irme a trabajar, ¿tienes hambre? ¿Quieres que te sirva algo?–Le preguntaste señalando hacia el refrigerador poniéndote de pie.

–No tranquila, no es eso a lo que vine.–Te dijo con una sonrisa posando su mano sobre la tuya haciendo que te volvieras a sentar.–De hecho... venía a hablar contigo de algo importante.

Bucky Barnes OneShots IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora