Conozco ese sentimiento

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Prólogo: Últimamente no te has estado sintiendo bien, y Bucky lo nota.

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DayanaLogn

Siendo una Vengadora y viviendo con tantas personas en un mismo campus donde cada uno lidia con sus propios problemas y emociones por su cuenta era difícil saber qué le pasaba a cada uno, sobre todo teniendo en cuenta que muchos preferían fingir que estaban bien, o simplemente hablaban con quienes tenías más confianza.

Hace no mucho habías tenido una misión de la cual aún no te podías recuperar, no de forma física, si no que emocionalmente, y eso te estaba afectando ya que había desencadenado una serie de emociones que no sabías estaban ahí reprimidas.

Nadie realmente había notado tu cambio ya que cada uno lidiaba con sus propias cosas, sin embargo Bucky prestaba mucha atención, en especial a ti y sabía que algo andaba mal.

Sabía que muchas veces tenías hambre, pero cuando tenías el plato de comida en frente ni siquiera la tocabas, no importaba que Wanda hubiese preparado tu favorito, no podías comerla.

Otra cosa que el Sargento había notado es que es como si estuvieras en piloto automático, la misma rutina todos los días, siempre las mismas respuestas, es como si no sintieras nada, a pesar de que lo único que querías hacer era llorar a cada momento del día.

Una noche que Bucky no podía dormir salió de su habitación, y Alpine le siguió para no quedarse sola.

El Sargento fue a la cocina para prepararse un té, sin embargo al llegar te vio sentada en uno de los taburetes llorando en silencio y tus manos jugando con una servilleta arrugada.

–¿T/N? ¿Estás bien?–Te preguntó provocando que dieras un pequeño salto y limpiaras rápidamente las lágrimas.

–Sip, si, todo bien.–Le dijiste con una sonrisa no muy convincente y la voz algo ronca.

Alpine maulló y se acercó saltando a un taburete y luego se acomodó en tu regazo, mientras que Bucky se sentó a tu lado.

El soldado se quedó en silencio junto a ti, mientras le hacías cariño a su gatita que había llevado a vivir al campus unos cuantos meses atrás, y si bien al principio Tony se había molestado, una sola mala mirada de Nat le hizo callar ya que a ella también le gustaban los gatos.

–Le agradas, Alpine es muy selectiva de la gente a la que se acerca.–Te dijo con una sonrisa viendo como su gatita ronroneaba sintiendo tus cariños.–Sam una vez la iba a acariciar y lo mordió, a Steve también, aunque sorprendentemente acepta a Pietro, y a Nat y Wanda por supuesto.

–Me siento halagada entonces.–Reíste ligeramente y Bucky sonrió al escucharte.

Ambos volvieron a quedarse en silencio unos momentos, mientras que Bucky debatía internamente en cómo hacerte la pregunta que tenía en mente sin sonar muy invasivo.

–¿Muñeca estás... estás bien?–Te preguntó algo inseguro provocando que levantaras la vista hacia él, solo para encontrarte con que ya te estaba mirando.–Digo... es que últimamente no te has estado comportando como tú... no comes mucho, no tienes ánimos, y-y la verdad es que estaba— estoy preocupado por ti. E-estamos, Alpine y yo...

–No lo sé la verdad... no sé qué me pasa.–Respondiste en voz baja volviendo a ver hacia la gata en tus piernas sintiendo un nudo en tu garganta y las lágrimas volver a acumularse en tus ojos.–Osea sé que me siento mal, pero no sé... tengo ganas de llorar todo el día, me da hambre pero cuando voy a comer no puedo, casi no duermo... no lo sé...

Soltaste una pequeña risita triste secando una lágrima de tu mejilla, y cuando fue a caer otra Bucky la limpió con su mano haciendo que levantaras la vista hacia él.

–Si... sé cómo se siente eso, no es algo muy agradable la verdad.–Te dijo con voz suave y una pequeña sonrisa.

–No, no lo es...–Respondiste copiando su sonrisa y bajando la vista de nuevo a la gata.

Soltaste un pequeño suspiro, y el soldado pasó su brazo alrededor de tus hombros para pegarte a él dejando tu cabeza en su hombro.

Tragaste con dificultad sin embargo ya no pudiste seguir conteniendo las nuevas lágrimas que empezaban a caer, mientras que el soldado dejaba un beso en tu cabeza.

–¿Sabes? Cuando... cuando te sientas así, o no quieras estar sola, o-o por cualquier cosa en realidad, siempre puedes hablar conmigo o ir a mi habitación. Sé que no nos conocemos muy bien, pero hablar te podría ayudar.–Te dijo en voz baja y suave acariciando tu brazo con su mano.

–Gracias Buck.–Le dijiste con una sonrisa y voz baja, alejándote para verlo a la cara.

–Cuando quieras muñeca.–Respondió sonriendo y limpiando una lágrima de tu mejilla, antes de besar tu frente y volver a abrazarte.

Bucky Barnes OneShots IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora