Bucky Barnes OneShots III

Solo una oportunidad (40's)

Prólogo: Bucky solo quiere que le des una única oportunidad para demostrarte que enserio le gustas y no pienses que es un juego.

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Ale100805

Tu conocías la reputación de Bucky a la perfección: sabías que siempre salía con chicas nuevas todas las semanas, nunca tenía un relación seria y estable, siempre se la pasaba de mujer en mujer y no tomaba nada enserio. Sin embargo eso no quitaba el hecho de que sintieras cosas por él.

La cosa es, que Bucky también sentía cosas por ti y desde que te había conocido había deja de salir con otras chicas, solo tenía ojos para ti y trataba de demostrarte que enserio eras la única que le interesaba.

Ya te había pedido que salieras a una cita con él en varias ocasiones, sin embargo a pesar de tus sentimientos le decías que no ya que no querías salir lastimada y tampoco le creías, sin embargo Bucky no se rendía.

Ese día estabas trabajando en el pequeño café que ya llevabas varios meses ahí. Estabas simplemente barriendo un poco ya que era un día lento y realmente no había nadie a quien atender.

En un momento escuchaste la campanita de la puerta, y al levantar la vista te encontraste con Bucky llevando un ramo de tus flores favoritas.

–¡Bucky! Hola, ¿en qué te puedo ayudar? ¿Qué te gustaría servirte?–Le preguntaste volviendo a tu lugar detrás de la caja dejando la escoba a un lado.

–Vengo a invitarte a una cita.–Te dijo extendiendo el ramo hacia ti, haciéndote soltar un suspiro.

–James—

–¡T/N por favor! ¡Solo una oportunidad! Dame solo una oportunidad para demostrarte que enserio me gustas.–Te dijo dando la vuelta para quedar detrás de la caja, dejando el ramo en el mesón y tomando tus manos en las suyas.–Por favor muñeca, solo una oportunidad, es lo único que te pido. Déjame demostrarte que enserio me gustas y me vuelves loco, ¿por favor? Y-y si después de eso sigues pensando en que no vale la pena y que fue un error, entonces no te molesto más, ¿si? Pero por favor... dame una oportunidad para demostrarte todo lo que siento por ti...

Te le quedaste viendo unos momentos mientras Bucky aún tenía tus manos en las suyas viéndote con un brillo en sus ojos, pero también con algo de nerviosismo en ellos.

Honestamente te morías por ir a una cita con él y finalmente tener toda su atención para ti, ¿pero qué tal si era solo un juego? ¿Qué pasaba si sus amigos lo retaron a que hiciera eso? ¿O qué pasaba si solo quería algo rápido como con las demás chicas que salía?

–No lo sé Buck... ¿por qué debería confiar en ti? ¿Cómo sé si no lo haces porque quieres tener algo rápido como con las demás, o si te retaron a hacerlo?–Le dijiste apartando tus manos de las suyas para darte vuelta y tomar un paño para limpiar el mostrador.

–Sé que no tienes razones para confiar en mi muñeca, pero por favor te lo pido, dame solo esta oportunidad y si quieres después puedes... no lo sé... darme un buen golpe y sacarme de aquí.–Te dijo siguiéndote por la cafetería donde estabas limpiando las mesas, y él iba levantando las cosas que habían encima como el azúcar, sal, etc, para que pudieras pasar el paño.–Dame solo una oportunidad y después de eso si sigues sin confiar en mi entonces no te molesto nunca más.

Te detuviste en una mesa dejando el paño encima, y Bucky acomodó el azúcar, la sal y otras cosas para luego voltearse hacia ti viéndote con un brillo esperanzador en sus ojos.

–¿Una cita?–Le preguntaste cruzándote de brazos y alzando una ceja.–¿Solo una?

Bucky asintió con la cabeza con una gran sonrisa jugando con sus manos, y tú rodaste los ojos volviendo a limpiar la mesa apartando tu rostro de él para que no viera tus mejillas sonrojadas ni la sonrisa que se abría paso en tu boca.

–Bien... UNA cita Barnes, pero si es un juego te juro que voy a—. Ni siquiera alcanzaste a terminar de hablar cuando Bucky dejó su mano en tú nuca y la otra en tu brazo dándote un beso en la mejilla emocionado.

–No te voy a decepcionar, lo prometo. Vengo a buscarte más tarde para llevarte a tu casa, ¿si? Y mañana salimos en la tarde.–Te dijo emocionado yendo a por las flores para entregártelas.–¡Nos vemos en la noche!

Bucky te dejó un último beso y luego salió de la cafetería donde dio un salto alzando el puño emocionado, y luego se fue corriendo para planear la cita de mañana haciéndote reír con las mejillas sonrojadas, mientras llevabas las flores para ponerlas en un florero.