Mundos opuestos (Mafia AU)

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Prólogo: Bucky siempre te ha odiado por ser hija de una de las mafiosos más peligrosas que existen, o al menos eso es lo que se dice a sí mismo, sin embargo cuando tu mamá y su propio papá, un gran detective, desaparecen, decide ir contigo para que le ayudes.

Word count: 1177

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Advertencia: Aquí el papá de Bucky es detective y la mamá de la rayis jefa de la mafia. Enemies To Lovers.

Desde que era un niño a Bucky le habían enseñado que tu familia no era buena, y por lo tanto tu tampoco. Ya de grande finalmente entendió que era porque tu mamá dirigía la mafia más peligrosa del país, y tú seguías sus pasos para ser la siguiente heredera de todos sus negocios y trabajo una vez ella se retirara.

Por supuesto en más de alguna ocasión se habían encontrado, habían hablado, etc. Sin embargo Bucky te odiaba y no le gustaba estar cerca tuyo, o al menos eso es lo que trataba de decirse a sí mismo.

Su papá llevaba años tratando de poner a tu mamá tras las rejas, sin embargo nunca lo había conseguido y verlo frustrado por ello le molestaba.

Un día que su papá logró infiltrarse en una reunión secreta de tu mamá, resultó ser que le tendieron una trampa y por lo tanto los secuestraron a los dos.

Todo el departamento de policía de Nueva York y los demás estados estaban buscándolos, sin embargo no pasaba nada. Tu por otro lado también estabas buscándola, y de hecho le ofreciste ayuda a Bucky pero él se negó a aceptarla. Eso, hasta que se cumplieron dos meses sin éxito de encontrarlos.

Bucky comenzó a trabajar contigo solo porque la policía no le decía nada y tampoco podía ayudar, y si bien lo detestaba, eras su única esperanza.

Con el paso del tiempo Bucky comenzó a sentir cosas por ti, aunque trataba de negarlo y hacer esos sentimientos a un lado pero el pasar tanto tiempo juntos se lo hacía imposible.

—————

En ese momento Bucky estaba en la gran sala de estar de la mansión donde vivías con tu mamá esperando a que terminaras una llamada de teléfono en la otra habitación.

Bucky estaba viendo algunas fotos en un mueble, cuando te sintió entrar y al darse vuelta, se encontró contigo.

–¿Aún nada?–Te preguntó acercándose a ti.

–Nat cree que tiene una pista así que le iba a pedir a su amigo que la acompañara, dijo que ni bien tenga algo me va a llamar, de momento lo único que podemos hacer es esperar.–Le dijiste con una pequeña sonrisa guardando tu teléfono en el bolsillo trasero de tu pantalón.–Enserio lamento no poder darte mejores noticias.

–Si... yo también...

–Pero los vamos a encontrar, ¿si? Tengo a las mejores personas buscando por ellos, por los dos.–Le aseguraste con una pequeña sonrisa.

–Lo sé, y gracias por eso.–Respondió sonriendo también.

Ambos se quedaron en silencio unos momentos, Bucky con mil pensamientos en la cabeza y haciendo su mejor esfuerzo por ignorar las mariposas en su estómago, mientras que a ti te pasaba lo mismo.

–Yo mejor—

–Te gustaría—

Ambos hablaron al mismo tiempo provocando que rieran ligeramente, y sus mejillas se tornaran de un color rojo.

–Tú primero.–Te dijo con una sonrisa.

–¿Te gustaría cenar conmigo? Digo... el chef preparó bastante comida y no creo que pueda comerla yo sola...–Le dijiste con una pequeña sonrisa y jugando nerviosa con tus manos.–O-o si prefieres irte está bien, de todas formas puedo pedir que la guarden y te la den para llevar.

–¿No tienes lugares en los que estar? Me refiero... ¿no sales en las noches por ahí con amigas o cosas así?–Te preguntó algo nervioso.

–Ay no, no me gusta. Además que mis dos únicas amigas ahora una está en Sokovia y la otra me está ayudando a buscar a mi mamá, así que...–Respondiste riendo ligeramente.

–Ah claro... Nat...–Dijo avergonzado bajando la vista por un momento.

–Entonces... ¿quieres quedarte? Puedo pedirle a alguien que te lleve a tu casa después, o también puedes dormir aquí, no hay problema. Hay varias habitaciones disponibles...–Le dijiste aún jugando nerviosa con tus manos.

–Me encantaría muñeca... así también podemos distraernos un poco, no todo tiene que ser trabajo, ¿o si?–Habló algo más confiado dando un paso hacia ti hasta estar frente tuyo, viéndote a los ojos sin ignorar el ligero rubor que cubría tus mejillas.

–Claro... no todo tiene que ser trabajo...–Repetiste lo que te dijo viendo por un milisegundo a sus labios, y luego volviste a ver a sus ojos.

Bucky sonrió aún más y llevó sus manos a tus mejillas para acariciarlas, y tú dejaste las tuyas en sus muñecas mientras ambos se acercaban hasta el punto de sentir la respiración del otro en sus rostros.

–Señorita la comida está— ay perdón.–Dijo el chef entrando en la habitación con aún su delantal puesto, sin embargo se dio media vuelta dándoles las espalda provocando que ambos se separaran rápidamente.–¡Perdón! ¡Juro que no vi nada! Yo mejor me voy y—

–¡No, no! Está bien Scott, gracias...–Le dijiste aclarando tu garganta.

–¡Okey! ¡Si me necesitan estaré en la cocina!–Dijo antes de irse.

Bucky y tu se quedaron en silencio unos momentos, antes de que volvieras a hablar.

–Bueno... ¿te quieres quedar a comer?–Dijiste nerviosa yendo hacia la puerta, sin embargo Bucky te sujetó de la muñeca y te acercó a él para llevar su otra mano a tu mejilla y así estrellar sus labios con los tuyos.

Soltaste un sonido de sorpresa sin embargo te recuperaste de inmediato y le besaste de vuelta, llevando tus manos para enredarlas en su cabello a la vez que él envolvía sus brazos en tu cintura y te pegaba imposiblemente más a su cuerpo.

Bucky pasó su lengua por tu labio inferior por lo que le permitiste el acceso dejando que la explorara a su gusto, mientras que jalabas de su cabello haciéndole soltar un pequeño gemido contra tus labios y sus manos se aferraban a tu espalda.

Ambos se siguieron besando hasta que se quedaron sin aire, por lo que se alejaron ligeramente dejando sus frentes juntas, tus manos en su pecho y las suyas en tus caderas.

–Tu papá va a estar muy enojado cuando se entere...–Le dijiste en voz baja y todavía algo agitada.

–Tu mamá también se va a molestar...

–¿Mi mamá? No... lleva meses molestándome con que me gustas y no me atrevo a invitarte a salir.–Le dijiste avergonzada y con las mejillas sonrojadas.

–¿Ah si? ¿Te gusto?–Dijo con un tono de voz juguetón y viéndote con una sonrisita acorde a ello.

–Cállate... ¿vas a querer quedarte a comer o no?–Le regañaste dándole un suave golpe en el pecho alejándote un poco.

–Me encantaría quedarme...–Respondió viéndote con un brillo en sus ojos y una gran sonrisa acariciando tu mejilla, haciéndote sonreír aún más antes de acercarte volviendo a besarlo con ternura.

Bucky Barnes OneShots IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora