Para mi querida profesora
de lengua,Nunca olvidaré cómo,
con solo 13 años, tus palabras
de aliento y tu fe en mi escritura
me mostraron un camino que
antes me parecía inalcanzable.
Gracias a tu apoyo y a tu visión,
descubrí una pasión por la
escritura que ha guiado mi vida
y mis decisiones desde entonces.Y a mi madre que si está
leyendo esto, por favor,
detente aquí. Lo que sigue
podría perturbarte más
de lo que imaginas.