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Resumen : Hiragi se molestó cuando abandonaste los planes que tenías con él, pero cuando te encuentra acurrucado con tu almohadilla térmica, solo en tu apartamento, entiende lo que pasó y ahora quiere ayudar.
Recuento de palabras : 4,4k
Advertencias : sexo durante el período, lector con cuerpo de mujer, mejores amigos que amantes, sangre (obviamente), calambres y otros síntomas del período, digitación, p en v, menciona sexo oral pero no sucede (tal vez la próxima vez)
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Hiragi está molesto.
Lo cual no es raro en él, sinceramente, pero es bastante raro que esté molesto contigo .
Habías tenido estos planes desde hacía un par de semanas: una banda local en la que a ambos les gustaba tocar en un pequeño local del centro. Estabas emocionada. Le habías enviado a Hiragi todas las opciones de atuendos que tenías y él te había dado sus opiniones honestas hasta que te decidiste por el top corto, los pantalones cortos, las medias de rejilla y los pantalones cortos. Había tenido que convencerte de que no te pusieras la falda que te habías comprado recientemente: "No quiero tener que preocuparme por los pervertidos que piensan que pueden meter las manos ahí".
" No tienes que preocuparte por mí de esa manera, Ragi", le dijiste por teléfono, " no es como si fuera tu novia. No tienes que defender mi honor".
Un recordatorio que duele un poco cada vez. No eres su novia y él no es tu novio, a pesar de lo que todos piensen y digan. A pesar de todo lo que él siente.
Pero nada de eso importa ahora, porque está enojado contigo. Por eso está llamando a la puerta de tu apartamento para ver qué diablos te pasa. Seguro que tiene que haber algo. No es propio de ti faltar a la norma.
Se oye un breve movimiento desde el interior antes de que la puerta se abra un poco, revelando una parte de tu rostro que parece... diferente.
—¿Ragi? —Simplemente golpea el suelo con el pie hasta que abres la puerta y lo dejas entrar—. ¿Qué estás haciendo? Te dije que no puedo salir.
