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+¿ La química es demasiado difícil para ti? Qué bueno que tienes a alguien que te ayude ...
ᯓPersonaje : hayato suo (cortavientos)
ᯓEtiquetas : au de universidad, floof, de amigos a amantes (más o menos), lector de gn, sin t/n, tiene jerga y conceptos de química.
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"Suo, no sirve de nada. Estoy condenado. He aceptado mi destino", dices mientras apoyas la frente en la mesa de madera.
Has estado en la biblioteca de la universidad durante bastante tiempo, pero tu cerebro no asimila esta maldita lección de química. ¿A quién le importa cómo están estructuradas las moléculas?
Por más pesimista que seas, tu tutor designado aún pudo mantener una sonrisa amistosa en su rostro. Claro, tuviste la mala suerte de no haber nacido siendo un genio de la química, pero al menos tuviste la suerte de ser amigo de alguien que sí lo es.
Suo Hayato es un gran amigo tuyo y la persona que obtiene las mejores calificaciones en tu clase de química. Todas. Las. Vez.
"Sólo hay que usar la imaginación. Es muy importante porque lo que se quiere es averiguar la configuración de la molécula".
Señala una línea del libro, la lee y entretanto incluye una breve explicación. A pesar de sus muchos intentos... fue sencillamente imposible.
Suo se da cuenta rápidamente de tu fugaz atención y decide cerrar el libro. Tenía algo mejor bajo la manga. "Está bien, tienes problemas para entender las configuraciones, ¿verdad?"
Asientes lentamente, mostrando claramente el cansancio que has ido acumulándose durante todo este tiempo.
Sonríe suavemente. "Está bien, entonces empecemos desde el principio".
Él acerca un poco más su silla a ti. Si te movieras un centímetro, tus hombros se frotarían entre sí. Normalmente, un toque tan trivial no significaría nada para ti... pero era Suo Hayato. La gente haría cosas inimaginables para estar en tu posición en este momento.
"En primer lugar, hay que ser capaz de encontrar el centro quiral de estas estructuras. Y para ello, es necesario conocer el concepto de superposición".
Toma tu mano derecha y la coloca plana sobre la mesa. "Mira", dice mientras coloca su mano más grande sobre la tuya. "No están alineadas, ¿verdad? Son imágenes especulares, pero no están perfectamente alineadas".
—Entonces, ¿no son superponibles? —preguntas y él asiente—. ¿Pero qué pasa si giro la mano?
Suo se ríe suavemente, esperando que le preguntes eso. Toma tu mano y la gira para que tu palma quede hacia arriba. Y como antes, coloca su palma sobre la tuya. Un poco más y podrías entrelazar tus dedos con los suyos.
Tragas saliva con fuerza. "¿No hacen cola ahora?"
—Sí, pero ¿son imágenes especulares? —pregunta y retira su mano de la tuya—. Tu palma está hacia arriba mientras que el dorso de la mía sí. Así que no son iguales.
Suo vuelve a hablar: "Por tanto, si las imágenes especulares de las moléculas no son superponibles, entonces existe un centro quiral".
Rascándote la cabeza, intentaste darle sentido a sus palabras. Eran claras y confusas al mismo tiempo. Estabas cerca de llegar a la cima de la comprensión de esta cuestión, pero faltaba algo.
"Entonces, ¿qué son las cosas superponibles?"
Suo mira hacia arriba, como si estuviera pensando. En verdad, había tantas cosas superponibles a su alrededor: papeles, reglas, teléfonos celulares. Pero pensó que sería demasiado aburrido para que esta lección fuera memorable.
Se da vuelta para mirarte mejor, lo que te incita a hacer lo mismo. Tenías la sensación de que estaba a punto de hacer algo, aunque nada te prepararía para lo que iba a hacer a continuación.
"Imagina que te estás mirando en un espejo", dice mientras señala su rostro. "Entonces ahora tenemos imágenes reflejadas, ¿no?"
"Bien."
"¿Qué más necesitamos para que las imágenes vuelvan a ser superponibles?"
"¿Tienen que hacer cola?"
Él tararea, satisfecho con tu respuesta. Pero, ¿qué clase de profesor sería si no te lo demuestra adecuadamente, verdad?
Para ser justos, tus labios se alinearon perfectamente. Él te dejó sentir la suavidad de sus labios sobre los tuyos durante unos segundos, asegurándose de que entendieras lo que significaba todo esto. Fue rápido, pero dulce. El pequeño beso te dejó inmóvil y todo lo que pudiste hacer fue perderte en la agradable sorpresa.
Se aparta y te dedica la misma sonrisa discreta. "Vaya, sí que se alinean, ¿eh? ¿Dirías que los labios se pueden superponer o no?"
Cuando hablaba así te hacía sentir... cosas. "Son super... imposibles..."
Su sonrisa se ensancha, contento de que hayas asimilado con éxito el concepto. Continuó con su conferencia, entusiasmado por enseñarte más. Pero parece que sus métodos te dejaron aturdido e incapaz de seguir adelante.
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