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"¡sí!"
Actualmente estás atrapado debajo del segundo al mando de Shishitoren en una tarde de viernes. El sol los baña a ambos con una luz dorada, y todo sería encantador, como un sueño, incluso si tu novio no se hubiera dejado caer encima de ti de repente mientras intentabas leer.
Togame deja escapar un gruñido en respuesta. "¿Qué?"
"¿Puedes quitarte de encima de mí?"
"No", la forma en que lo dice es tan definitiva, tan tercamente linda que te dan ganas de reír.
—¿Por favor? —Pasas tus dedos por su cabello negro y suspiras, frotando suavemente tu cabello con tus dedos mientras le das un beso en la coronilla.
"Te compraré ramune-"
—Calla, vete a dormir, es hora de la siesta —bosteza, acurrucándose contra ti.
"porque-"
"Ah-ah, no puedo escucharte, estoy dormido."
Y con eso haces pucheros, dejándolo ganar. Tus brazos rodean sus hombros y él deja escapar un zumbido de satisfacción, apretándote más fuerte.
"Tienes suerte de que te quiera."
"El más afortunado", dice, enterrando su cara en tu cuello.
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